¡El escáner se ha tragado mi silla!

Por Jose María Mateos, el 27 julio, 2010. Categoría(s): Curiosidades • Tecnología

El imán principal de una resonancia magnética no es un electroimán normal y corriente que pueda desactivarse en caso de emergencia: la corriente de la bobina circula a través de un superconductor que se mantiene a bajas temperaturas utilizando helio líquido que necesita ser constantemente refrigerado. Si esa refrigeración falla, el semiconductor comienza a resistir el paso de la corriente, se calienta y se produce lo que se denomina quench: la rápida expulsión de un helio que se está pasando a estado gaseoso a marchas forzadas. Bajo circunstancias controladas es algo como lo siguiente:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=nY3bgZY_nF4[/youtube]

En condiciones no controladas, cuando no hay una vía obvia de escape para el gas o la expansión se produce de forma brusca, abre las noticias:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=1R7KsfosV-o[/youtube]

El imán se puede apagar, pero el proceso es costoso: hay que vaciar el circuito de refrigeración de forma controlada, tras lo cual el electroimán queda completamente inerte; luego hay que volver a rellenarlo y volver a poner en marcha el circuito de corriente. De forma que, si una silla con partes metálicas se acerca demasiado al imán y no hay mucho tiempo para reparaciones, la única solución es palancas, fuerza y paciencia. Atentos:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=4uzJPpC4Wuk[/youtube]



Por Jose María Mateos, publicado el 27 julio, 2010
Categoría(s): Curiosidades • Tecnología