25 cosas que no sabías sobre los opiliones (Parte 2)

Por biogeocarlos, el 2 noviembre, 2010. Categoría(s): Biología • Curiosidades

Continuamos hoy con la segunda parte del artículo «25 cosas que no sabías sobre los opiliones» que publicamos ayer y que es el resultado de la colaboración de dos biólogos amazings: Carlos Lobato (La Ciencia de la vida) y Jesus Espí (Entomoblog).

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15. De mudanza. Los opiliones mudan aproximadamente cada diez días y tardan casi 20 minutos en liberar las patas de su antigua muda. En las regiones templadas, los adultos viven un año.

16. Juntos pero no revueltos. Algunas especies son solitarias, pero no es raro encontrar agregados de cientos o incluso miles de ejemplares, pasando este conjunto bastante inadvertido, ya que por la delgadez de las patas se confunden fácilmente con el medio. También forman agregaciones más apretadas compuestas por pocos ejemplares en la época de reproducción o para protegerse del frío o la humedad. Las agrupaciones de opiliones pueden ser monoespecíficas o heteroespecíficas. Según algunos autores, es posible que secreten una sustancia de agregación que los estimula a formar estas masas vivientes.

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17. Curiosidades etimológicas. Opilión deriva de latín opilio, palabra que significa «pastor de ovejas». Este nombre parece derivar de la posición elevada del cuerpo que recuerda a la de los antiguos pastores de ovejas europeos que iban en zancos para vigilar mejor sus rebaños o del movimiento de su segundo par de patas, que recuerda a la vara de los pastores. En España, los opiliones reciben los nombres vulgares de segadores, molgaños, morgaños o murgaños. En inglés, se les suele conocer como harvestmen («segadores» o «cosecheros», al parecer, porque aparecen en gran número durante el otoño, la época de la cosecha) o daddy-long-legs («papíto piernaslargas»), un calificativo que también comparten con las arañas fólcidas y las típulas (parientes de las moscas cuya forma recuerda a la de un mosquito gigante). En alemán, se denominan weberknechte («ayudantes del tejedor»). En japonés, se les llama zatōmushi (座頭虫, «bichos ciegos» porque parece que van andando a tientas con el segundo par de patas. Antiguamente se denominaban mekuragumo [盲蜘蛛, «arañas ciegas»], pero este término ha caído en desuso porque la palabra mekura es considerada como una ofensa hacia las personas ciegas). En chino reciben un nombre parecido: mángzhū (盲蛛, «arañas ciegas»).

En cuanto a denominaciones curiosas, en Costa Rica se les llama pendejos, en México, arañas patonas, y en algunas zonas del sureste de Brasil, aranhas bailarinas, quizá por la costumbre defensiva que tienen algunas especies de patas largas de hacer vibrar el cuerpo para despistar a sus atacantes.

18. Opiliones espinosos. Entre los opiliones hay bastantes especies espinosas. De hecho, uno de los cuatro subórdenes (Laniatores) está compuesto en su mayoría por especies con protuberancias espinosas.

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19. ¿Y yo que soy…? La especie Stygophalangium karamani, es un ácaro que a veces ha sido clasificado como un opilión de la superfamilia Phalangioidea. De hecho todavía aparece así en algunas clasificaciones o, por ejemplo, en la Wikipedia.

20. Opilión surrealista. En 1940, Salvador Dalí pintó un cuadro titulado Araña de la tarde. ¡Esperanza!. Lo más «surrealista» de todo es que la «araña» es en realidad un opilión.

Dalí

Si bien es una alegoría de la Segunda Guerra Mundial, se puede hacer una interpretación paralela del óleo basada en algunas de las estrategias defensivas de los opiliones. El opilión que aparece en el centro ha perdido una de sus patas (autotomía) y está rodeado por un grupo de hormigas que mantienen la distancia quizá gracias a la acción de las glándulas defensivas, cuya secreción repele a estos insectos. Por otra parte, y según una antigua leyenda rural francesa, ver a un opilión al atardecer es un buen augurio, trae buena suerte y es un símbolo de la esperanza.

21. Inspiración. El personaje Kamaji de El viaje de Chihiro y el ángel Matriel (o Matariel, dependiendo de la romanización) de Neon Genesis Evangelion están inspirados en opiliones.

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22. Mitos y creencias. Debido a su forma de vida, los opiliones han pasado bastante desapercibidos en el folclore humano y existe poca mitología al respecto. Antiguamente se creía que los opiliones podían encontrar el ganado perdido. Para saber en qué dirección buscar, había que atrapar un opilión dejándole una pata libre que apuntaría en la dirección en la que se había ido el ganado.

Había otra creencia según la cual llovía al día siguiente si se mataba un opilión.

Una leyenda urbana bastante extendida en el ámbito anglosajón sostiene que poseen un veneno mortal pero sus quelíceros son demasiado pequeños para perforar la piel de los  humanos. Evidentemente, vuelven a ser confundidos con los fólcidos y tampoco hay pruebas de que el veneno de estas arañas sea letal para los humanos. En Cazadores de mitos zanjan el tema:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=m1DzkM0zqDQ[/youtube]

23. Daddy Longlegs. En la serie Minuscule, que combina artrópodos animados con imágenes de paisajes reales, aparece un personaje llamado Daddy Longlegs, que por su aspecto podría pasar por un opilión, pero en algunos episodios teje telarañas, por lo que probablemente sus creadores se basaran en un fólcido para crearlo.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=QqSq4jdKqJQ[/youtube]

24. Poesía opiliónida. Como ya hemos comentado antes, no hay muchas referencias a opiliones en la cultura popular, pero hemos encontrado este poema en inglés de Gordon Ramel que destaca las diferencias entre éstos y las arañas:

The harvestman is not a spider,

she has no poison glands inside her.

No fangs, no web, no spinnerets.

She’s sweet and gentle as it gets.

Unless you’re dead, or awful small

she cannot hurt you much at all.

So love her if you chance to see

her in the forest’s wild beauty;

although her legs are thin and long

she’ still a part of Life’s great song.

Hemos hecho una traducción-adaptación para los que no entiendan la lengua de Shakespeare, y de paso, nos hemos divertido haciendo nuestros pinitos en la poesía. 😛

Un opilión y una araña no tienen nada que ver,

sin glándulas de veneno, no hay mal que te pueda hacer.

No tiene ganchos, no teje telas y carece de hileras.

Es dulce y tierno; no es ninguna fiera.

A menos que estés muerto o seas diminuto

no te hará ningún daño en absoluto.

Si te encuentras con uno en la naturaleza,

disfruta y admira su belleza;

con sus patas largas y esbeltas, ¡qué arte!

de la gran canción de la Vida forma parte.

25. ¡Llevas un bicho encima…! Con lo que nos gustan a nosotros las camisetas y demás ropajes frikis, no podíamos dejar de mostrar esta camiseta y esta corbata que tienen como protagonistas a nuestros queridos amigos los opiliones.

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Y el que quiera entomorrelojes con opiliones, los puede conseguir en CafePress.

CONCLUSIÓN. Lo que nos queda por aprender. Aunque constituyen el tercer orden de arácnidos en número de especies, se conoce muy poco sobre la biología de los opiliones. A esto hay que añadir su desconocimiento por parte del público no especializado, que tiende a confundirlos con arañas y también el hecho de que viven en lugares húmedos y sombríos y tienen hábitos nocturnos. Esperamos que esta entrada haya contribuido a dar un poco más a conocer a este grupo de seres vivos.

Fuentes

La variedad de la vida. Colin Tudge. Crítica, 2001
The New Encyclopedia of Insects and their Allies. Christopher O’Toole. Oxford University Press, 2002.
Life in the Undergrowth. David Attenborough. BBC Books, 2005.
Secret Weapons. Thomas Eisner, Maria Eisner y Melody Siegler. Harvard University Press, 2005.
Invertebrate Zoology, 7th Edition. Edward E. Ruppert, Richard S. Fox y Robert D. Barnes. Brooks/Cole – Thomson Learning, 2004.
Harvestmen: The Biology of Opiliones. Ricardo Pinto-da-Rocha, Glaucho Machado y Gonzalo Giribet, editores. Harvard University Press, 2007.
Classification of Opiliones. Sitio administrado por Adriano B. Kury con información y bibliografía actualizada sobre estos arácnidos.
Dos casos de anurofagia por Santinezia curvipes (roewer, 1916) (Opiliones: Cranaidae). Osvaldo Villareal Manzanilla, Jesús Manzanilla P. y Frank Steines. 2008. Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa 42, pp. 317-319.
The Rhynie Chert Harvestmen. Universidad de Aberdeen.
Kentucky Harvestmen. Myths, legends and folkore.
Touchy Harvestmen. Rogelio Macías-Ordóñez. 2000. Natural History 109, pp. 58–61.
El maravilloso mundo de los arácnidos. Anita Hoffman.



Por biogeocarlos, publicado el 2 noviembre, 2010
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