Evalúa tu carga mental… con el método de la NASA

Por Daniel Torregrosa, el 28 marzo, 2011. Categoría(s): Astronomía
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La ergonomía (del griego ergon, trabajo y nomos, norma) es una disciplina que estudia la adaptación de las máquinas, equipos o lugares de trabajo a las personas. Se habla de ciencia o técnica ergonómica, y en los últimos tiempos –nuevo enfoque- se la considera más bien como un procedimiento. La ergonomía surgió como ciencia a finales de la II Guerra Mundial, con la voluntad y espíritu de mejorar y minimizar los riesgos derivados de la complejidad de la instrumentación que tenían que manejar los pilotos de aviación.

El término ergonomía, como tal, se empezó a utilizar en 1949, una vez que las prioridades de la industria en desarrollo se antepusieron a las prioridades de la industria de la guerra, y desde entonces su evolución y maduración ha continuado hasta nuestros días.

Uno de los factores relacionados con la ergonomía es la carga mental. Un factor del que se puede derivar la temida y peligrosa fatiga mental. Un tipo de fatiga que puede producir una disminución de la productividad o el desempeño, una reducción de la atención o lentitud en el pensamiento y, en el peor de los casos, un aumento en el número de errores, despistes o confusiones que pueden iniciar o desencadenar un fatal accidente.

La secuencia: carga mental -> fatiga-> accidente, puede ser el inicio o parte de esas caprichosas espirales de acontecimientos que conducen hacia los desastres. La historia moderna está plagada de estos desagradables accidentes, que azotan a prácticamente todos los sectores tecnológicos: industria química, sector aeroespacial, transporte por carretera, navegación, etc…, y aunque las causas son siempre diversas, en múltiples ocasiones, la carga mental –el factor humano- está detrás de las mismas.

La definición más aceptada sobre la carga mental es la que propusieron en 1986 los psicólogos Robert O’Donnell y F. Thomas Eggemeier y que, tras reconocer un carácter multidimensional para la misma, la definieron como “…la proporción de la capacidad limitada del operador que se requiere para ejecutar una tarea particular”. Respecto a la fatiga mental una definición aceptada la encontramos en la Norma ISO 10075-1 que la señala como “estado transitorio de reducción de la eficacia funcional tanto física como mental, que viene determinada por la duración, intensidad y temporalidad de la tensión mental que le precede”. Esta fatiga mental dependerá básicamente de la intensidad y duración del esfuerzo realizado en la ejecución de la tarea.

Pero…¿podemos evaluar la carga mental? Pues sí, existen multitud de métodos y la bibliografía al respecto está plagada de ellos. Pero estamos en Amazings, y en Amazings si la NASA tiene un método, ese será “nuestro” método.

El método NASA TLX (Task Load Index) fue desarrollado por un equipo de investigadores del Ames Research Center (AMC) en 1988 y ha sido revisado con posterioridad.

Es un método subjetivo que propone un procedimiento de valoración de la carga mental desde una perspectiva multidimensional, y que otorga una puntuación global de la carga de trabajo a partir de la media ponderada de las puntuaciones de las seis subescalas siguientes:

– Exigencia de tipo mental (¿Cuánta actividad mental y perceptiva fue necesaria? Por ejemplo: pensar, decidir, calcular, recordar, buscar, investigar, etc. ¿Se trata de una tarea fácil o difícil, simple o compleja, pesada o ligera?)

– Exigencia de tipo físico (¿Cuánta actividad física fue necesaria? Por ejemplo: empujar, tirar, girar, pulsar, accionar, etc. ¿Se trata de una tarea fácil o difícil, lenta o rápida, relajada o cansada?)

– Exigencia temporal (¿Cuánta presión de tiempo sintió, debido al ritmo al cual se sucedían las tareas o los elementos de las tareas? ¿Era el ritmo lento y pausado o rápido y frenético?)

– Esfuerzo (¿En qué medida ha tenido que trabajar -física o mentalmente- para alcanzar su nivel de resultados?)

– Rendimiento (¿Hasta qué punto cree que ha tenido éxito en los objetivos establecidos por el investigador o por usted mismo? ¿Cuál es su grado de satisfacción con su nivel de ejecución?)

– Nivel de frustración (Durante la tarea, ¿en qué medida se ha sentido inseguro, desalentado, irritado, tenso o preocupado; o por el contrario, se ha sentido seguro, contento, relajado y satisfecho?)

El fundamento de esta metodología parte del supuesto de que las fuentes específicas de carga impuesta por las diferentes tareas son determinantes en la experiencia de carga, es decir, de la sensación subjetiva de carga por parte de la persona. El método consta de dos fases claramente diferenciadas: fase de ponderación y fase de puntuación.

Necesariamente el requisito previo es el de que los propios sujetos hagan una ponderación, con el fin de determinar el peso de cada uno de los factores respecto a la carga en cada tarea o subtarea específica. Se definen previamente de esta manera, las fuentes de carga mental. (Fase de ponderación).

Tras la etapa anterior, y que recordemos es previa al desempeño de la tarea, se procede a la ejecución de la tarea concreta a evaluar. Y se pasa a la siguiente fase del método: (Fase de puntuación).

Los trabajadores pueden valorar cada tarea o subtarea que acaban de realizar en cada una de las dimensiones propuestas, utilizando esta hoja modelo:

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Cada factor se presenta en una línea dividida en 20 intervalos iguales (puntuación que posteriormente es reconvertida a una escala sobre 100) y que gradúa cada dimensión desde muy bajo a muy alto, además de explicar brevemente de forma interrogativa a qué se refiere cada ítem.

Con los resultados finales, se obtienen conclusiones de diversa índole: se pueden identificar riesgos, se pueden analizar los factores predominantes y se puede comparar la carga de trabajo de dos tareas determinadas que requieren una serie de respuestas distintas.

¿Te atreves a probarlo? Se puede hacer de forma on line (aquí), en donde además de ejecutarse una actualización del método original, puedes participar activamente con la NASA en la investigación y mejora continua de esta interesante metodología. ¿Quién puede resistirse a esa propuesta?

Referencias:
http://human-factors.arc.nasa.gov/groups/TLX/downloads/NASA-TLXChapter.pdf
http://humansystems.arc.nasa.gov/groups/TLX/downloads/HFES_2006_Paper.pdf
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/501a600/ntp_544.pdf



Por Daniel Torregrosa, publicado el 28 marzo, 2011
Categoría(s): Astronomía