El gusano que vino del abismo

Por J. M. Mulet, el 4 junio, 2011. Categoría(s): Biología

Hace unos meses la nasa y la revista Science anunciaron a bombo y platillo que habían descubierto una bacteria capaz de incluir arsénico en el ADN y que esto aumentaba nuestras esperanzas de encontrar vida en Marte. El globo se desinfló rápido y todavía seguimos esperando las pruebas definitivas que la bacteria en cuestión es capaz de sustituir el fosfato por el arsénico en la estructura del ADN.

Sorprendentemente esta semana la revista Nature ha publicado una noticia que demuestra que la vida se puede adaptar a las condiciones más extremas y que ha pasado de puntillas.

Nature

El artículo describe que se ha encontrado un gusano de 0,5 mm, que en sí no tiene nada de especial si no fuera por que se ha encontrado en una mina de Sudáfrica. Concretamente a 1,3 km de profundidad y 37 ºC de temperatura en la mina de oro Beatrix, a 240 km al suroeste de Johanesburgo. Esta temperatura es suficiente para matar a la mayoría de nemátodos que viven en la superficie. Hasta ahora sabíamos que hay bacterias capaces de colonizar los ambientes más extremos imaginables, pero es la primera vez que se encuentra un organismo pluricelular en un ambiente tan extremo. De hecho este bicho se alimenta de bacterias.

Los autores dicen que “ha sido como encontrar a Moby Dick en el lago Ontario” y dado que viene de los abismos, le han buscado un nombre ad-hoc: Halicephalobus mephisto, por Mefisto el demonio que odiaba la luz, subordinado de Lucifer, el demonio portador de la luz.

La historia parece que no acaba aquí. Las entrañas de las minas sudafricanas pueden encerrar más sorpresas. Los autores indican que han encontrado ADN de una especie desconocida en muestras obtenidas en otra mina a 3,6 km de profundidad y 48 ºC, aunque aquí han sido incapaces de encontrar al bicho vivo. La adaptación de la vida a las condiciones más extremas es algo que no deja de sorprendernos y con ello las esperanzas de encontrar vida en Marte, o más allá.



Por J. M. Mulet, publicado el 4 junio, 2011
Categoría(s): Biología