¿Qué ha pasado con el experimento OPERA?

Por Francisco R. Villatoro, el 24 febrero, 2012. Categoría(s): Física

La filtración de un problema con un conector de fibra óptica en el experimento OPERA, que observó neutrinos superlumínicos el año pasado, ha vuelto a generar un tsunami mediático que puede hacer creer a algunos que los investigadores de OPERA son unos incompetentes y que ya se sabe con seguridad que los neutrinos son sublumínicos. Nada más lejos de la realidad. Permíteme que aclare la situación de forma breve.

Lo primero, los hechos. El miércoles 22 de febrero, Edwin Cartlidge (divulgador de Science Insider) informó que un científico anónimo de la colaboración OPERA le había dicho que se había descubierto que una mala conexión del enlace de fibra óptica entre el receptor de GPS y un reloj atómico de cesio daba cuenta de los 60 nanosegundos de adelanto de los neutrinos observados en el experimento OPERA. Al reajustar el conector a mano, dicho retraso se corregía. Yo me hice eco de la noticia de forma inmediata. Muchos medios contactaron con el CERN y con OPERA para recabar detalles. James Gillies, portavoz del CERN, confirmó a la prensa que el problema se conocía desde principios del mes de febrero, pero pidió cautela. Varios miembros de la colaboración OPERA ofrecieron información ambigua a diferentes periodistas, generando bastante confusión.

La colaboración OPERA tuvo que realizar un comunicado oficial, que apareció el jueves 23 de febrero en la página web del CERN. Tras muchos análisis del experimento se han identificado dos problemas, uno asociado a un oscilador que se utiliza para asignar el momento de llegada de los neutrinos y el ya comentado relacionado con una conexión de fibra óptica. Según ellos, ambos efectos son contrapuestos, uno retrasa los neutrinos y el otro los adelanta, por lo que no se puede saber cómo afectan a los resultados ya publicados el año pasado. Habrá que repetir las medidas de la velocidad de los neutrinos en mayo para saber cómo afecta a la medida la solución a estos problemas.

Como no hay una descripción oficial técnica de los dos problemas detectados en el experimento es imposible saber cómo afectan a las medidas del año pasado. Sin embargo, las palabras ambiguas de los colaboradores de OPERA que han hablado a la prensa dejan entre líneas la sensación de que ellos mismo no saben cuantificar cómo han podido afectar estos problemas a las medidas obtenidas el año pasado. Por tanto, la opinión de mucha gente es que los datos analizados el año pasado tendrán que ser descartados pues incluyen dos fuentes de error imposibles de cuantificar.

Por tanto, hasta que no se repitan las medidas en mayo próximo no se sabrá si los neutrinos son superlumínicos o no lo son. Todas las noticias que están apareciendo en los medios con titulares del tipo «Einstein tenía razón» son puras elucubraciones de los periodistas.

El estado actual es que no se sabe cuál será el resultado de la medida de OPERA para la velocidad de los neutrinos. La dirección del CERN ha dicho que tratará de hacer todo lo posible para adelantar las medidas planificadas para mayo, pero que su agenda es muy apretada y no pueden asegurar dicho adelanto.

Por qué los miembros de OPERA no han chequeado todos las conexiones y todo el equipo experimental. Puede parecer algo sorprendente para quien no conoce este tipo de colaboraciones, pero el asunto es mucho más complicado de lo que parece. El experimento es único en el mundo y utiliza ciertas tecnologías al límite del estado del arte; aunque trabajan en OPERA más de 200 personas, divididos en diferentes grupos de trabajo, se mantienen en paralelo varias líneas de investigación independientes; pueden parecer muchos científicos, pero son pocos para un experimento tan complicado; además, no se pueden desperdiciar recursos humanos en chequear constantemente todo lo que se hace. En un experimento como OPERA tiene que haber cientos de conectores y decenas de kilómetros de fibra óptica. Verificar toda la instalación requiere mucho tiempo, por ello se verifican más a menudo las partes más delicadas y susceptibles de fallar, y menos las menos delicadas que parecen más robustas ante fallos.

¿Cuándo fue la última vez que se verificó el conector que ha fallado? Un periodista se lo preguntó a Lucia Votano, directora del laboratorio Gran Sasso, y ella no supo contestar.

Yo he comprobado en  las publicaciones de OPERA que el conector que ha fallado se instaló alrededor de febrero 2009 y se verificó su correcto funcionamiento en enero 2010. El problema se ha detectado en febrero de 2012 utilizando pulsos ópticos más débiles que los utilizados entonces; no se sabe qué eventos de neutrinos pueden estar marcados de forma errónea y cuáles no, por ello los datos analizados en 2010 y 2011 no son fiables y el método científico requiere que sean descartados (para el experimento de la medida de la velocidad de los neutrinos, pero no para otros experimentos paralelos).

En mi opinión, no debemos crucificar a los miembros de la colaboración OPERA, ellos están siguiendo el método científico con rigor cumpliendo con su trabajo lo mejor posible. Lo más importante ahora mismo es que se repita la toma de datos del experimento y que se determine con la mayor precisión posible la velocidad de los neutrinos. Otros experimentos, como MINOS en EE.UU. y T2K en Japón también deben intentar determinar la velocidad de los neutrinos (que en cada experimento tienen un energía diferente). Todas estas medidas nos darán información muy relevante sobre la masa de los neutrinos.

El circo mediático que se monta cada vez que un experimento cuestiona las teorías de Einstein, el icono del genio científico en el siglo XX, no ayuda al progreso de la ciencia.

Los miembros de la colaboración OPERA pecaron al anunciar su resultado en el CERN (que colabora en el experimento pero no es responsable del mismo) en una especie de rueda de prensa; quizás tendrían que haber hecho lo mismo que hicieron los científicos de la colaboración MINOS en 2007, que presentaron su resultado en una conferencia científica. Entonces solo se enteraron de su resultado los expertos y los buenos aficionados a la divulgación de la física de partículas. En el caso de OPERA el circo mediático se les fue de las manos y las máquinas del tiempo acabaron siendo portada en muchos diarios de todo el mundo. Olvidemos los viajes en el tiempo y centrémonos en la física de los neutrinos, clave para el futuro de la física en el siglo XXI.



Por Francisco R. Villatoro, publicado el 24 febrero, 2012
Categoría(s): Física