El Informe Mamberry

Por Carolina Infografia, el 7 marzo, 2012. Categoría(s): Alerta Magufo

Cuando supe de este nuevo producto milagro y decidí escribir un articulito de tipo «alerta magufo» sobre él, no tenía ni idea de que la pequeña investigación que siempre hacemos sobre este tipo de productos iba a dar frutos tan suculentos. El sencillo post anti-magufo se ha convertido en todo un Informe Pelícano, como lo hemos acabado bautizando entre bromas quienes hemos estado enredando en él. Así que aquí está el Informe Mamberry y su historia.

Supe de la existencia de Mamberry a través de un familiar cercano a quien se lo comentó un amigo que es distribuidor. Parecía ser el nuevo producto natural de moda que vale para todo: un producto milagro. Así que me puse a buscar información sobre ello y ¡bingo!

Es la nueva panacea. Mamberry es un nombre comercial elocuentemente formado por la unión de las palabras mangostán y wolfberry, las dos plantas de las que está compuesto principalmente. Uno de los primeros indicadores que debe hacernos sospechar de un producto que nos están intentando vender es cuando vale para todo. Nada vale para todo, y cuando el producto en concreto promete mucho, seguramente promete demasiado.

Otro importante motivo para alertarnos es cuando las magníficas cualidades de una sustancia son alabadas exclusivamente por aquellos que intentan vendérnosla, sin información externa e independiente que las respalde.

La empresa que comercializa Mamberry se llama Bioenergía Humana (o BHU), nombre que ya de por sí hace fruncir el ceño a cualquier escéptico. Y cuando echamos un vistazo a las supuestas propiedades de nuestro producto a estudio, más aún si cabe. Mamberry no es solo (según sus vendedores) un potentísimo antioxidante, que además fortalece los huesos, aumenta las defensas, mejora la vista, reduce los niveles de colesterol y azúcar en sangre, mejora el tránsito intestinal, reduce la osteoporosis y la artritis, es antibacteriano, antiviral, antihongos, antinflamatorio, mejora la libido, ayuda a perder peso… (que me ahogo).

No solo todo eso, y mucho más, sino que Mamberry previene la diabetes, el cáncer de colon y EXTIENDE LA VIDA. ¡¡¡ALELUYA!!! ¿Cómo es posible que no esté en portada de todas las revistas científicas, de todos los periódicos del mundo y que no le hayan dado el Nobel ya a sus descubridores? Vale, ahora fuera de bromas, la lista es tan absurda que grita «timo» a pleno pulmón.

Al entrar en la página web de la empresa Bioenergía Humana, la que comercializa Mamberry entre otros productos, da la sensación de ser sencillamente una empresa distribuidora de suplementos alimenticios. Pero en cuanto echamos un vistazo con más detenimiento nos damos cuenta de que no. De hecho ni siquiera venden sus productos. No hay manera, por más vueltas que he dado, de comprar Mamberry o de encontrar una lista de puntos de venta. Nada. Lo que esta empresa en realidad busca son vendedores. Es el clásico sistema de captación de comerciales y distribuidores, el sistema multinivel que llevan años usando empresas como Avon o Herbalife.

Es decir, no tratan de captar clientes para sus productos, sino vendedores ambulantes y captadores de más vendedores ambulantes, personas que no necesitan tener formación o experiencia previas, a las que animan a abrir «su propio negocio» llamándoles empresarios y emprendedores, asegurándoles que serán «sus propios jefes» y que, y aquí esta el quid de la cuestión, con una pequeña inversión inicial, estarán ganando dinero desde el primer día y tanto dinero como tiempo quieran dedicarle.

Te venden una remesa de sus productos, te venden el Kit de trabajo BHU, que trae hasta un boli, y ya eres un emprendedor empresario con un futuro prometedor y con una libertad financiera que te permitirá alcanzar tus sueños. No lo digo yo, lo dicen ellos.

Pero bueno, independientemente de que a mí este sistema comercial me parece un auténtico engañabobos, lo cierto es que es perfectamente legal. Habrá quien pique y habrá incluso a quien le funcione. Poco tendría yo que objetar si no fuera porque los productos que comercializan, con Mamberry a la cabeza, son un timo, y porque los vendedores que ofertan y promueven estos supuesto productos destinados a mejorar increíblemente nuestra salud no tienen por qué tener ni conocimientos ni formación alguna sobre nutrición o salud.

Parece que la empresa les ofrece formación y cursillos, pero no sobre sanidad, sino sobre técnicas de ventas y liderazgo . Bueno, miento. La ficticia Escuela de Nutrición Bioenergía Humana vende por 100 euros a sus distribuidores este fantástico curso de menos de 12 horas de duración con el que pueden «graduarse como experto en nutrición» nada menos, y saber así todo lo necesario para poder recomendar los productos BHU a sus clientes. Deleznable.

Todo charlatán que intenta vender un producto milagro, sobre todo en el terreno de la salud, emplea el amimefuncionismo, como primera arma de persuasión. «Todo el que lo prueba nota sus efectos», «no puedes decir que no funciona hasta que no lo hayas probado», «si tantos deportistas lo toman, por algo será», «a mi vecina del quinto le va de maravilla». No nos cansaremos de repetir una y mil veces que los testimonios ajenos y las experiencias personales no son pruebas científicas. La sugestión y el efecto placebo son sin duda los mejores aliados para los vendedores de potingues o artilugios cuyos efectos sobre el organismo nadie ha conseguido jamás demostrar científicamente.

Una búsqueda rápida en internet nos dirige a varios foros de salud plagados de este tipo de testimonios, a menudo publicados por empleados o vendedores de BHU que en ocasiones no se ocultan lo más mínimo (si quieres más información contáctame a xxxx@bhu….), y que en otras ocasiones se ocultan más.

La misma página web de Bioenergía Humana tiene todo un apartado dedicado a este importante pilar del negocio magufo: el testimonio personal. Lo llaman Casos de Éxito, y en él, primero dos vendedores de BHU nos cuentan lo bien que les va profesionalmente, y después prosigue una larga lista de supuestos testimonios personales en los que supuestos consumidores de Mamberry relatan, con más o menos acierto, y con mejor o peor ortografía, sus magníficas experiencias: «Desde que tomo Mamberry duermo mucho mejor, «pues yo tengo la piel mas hidratada y elástica», «yo me siento más lleno de energía y con más ganas de vivir», «a mí se me han pasado los ardores de estómago», «pues mi hijo desde que lo toma saca buenas notas», «yo voy mucho mejor al baño», «a mí me ha desaparecido un grano de la frente y me estoy poniendo cachas«. Y mi favorito: «Ya no necesito utilizar gafas para ver de lejos«. ¡Mamberry corrige la miopía! Por favor…

Otra conocida estrategia que ayuda mucho a vender potingues milagrosos es conseguir que algún famoso o personaje mediático los recomiende. Técnica publicitaria tan vieja como la misma publicidad.  En el caso que nos atañe, BHU ha escogido nada más y nada menos que a Cristina Tárrega para que publicite  sus productos en el programa de Ana Rosa Quintana. Si lo dice la Tárrega…

Pero el más importante requisito para vender un producto milagro es darle aspecto científico. Es fundamental que los incautos clientes potenciales queden convencidos de que la ciencia esta detrás de cada paso que han dado y de que está demostrado científicamente que todo lo que dicen es verdad. Para ello lo enmascaran todo lo posible con lenguaje que suene técnico, muestran señores con batas blancas, y ofrecen supuestos estudios científicos que avalan todas sus afirmaciones. Y aquí es donde viene el pastel.

Porque si realmente estuviera demostrado científicamente que Mamberry funciona, yo no estaría escribiendo este artículo. Como no podía ser de otra manera, en la página web de Bioenergía Humana hay un apartado de Estudios Científicos, en él nos muestran la documentación que «confirma» científicamente que sus productos tienen todas las propiedades que ellos les atribuyen. Esta sección de la web consta de 5 documentos. Voy a analizarlos en orden inverso, del último al primero.

El quinto de ellos le llaman Informe sobre los Beneficios de la Inulina elaborado por los laboratorios Beneo Orafti. Este documento no se puede considerar un informe científico independiente en absoluto, ya que está realizado precisamente por la empresa de tratamiento y distribución de inulina que casi con toda seguridad abastece a los fabricantes de Mamberry de esta sustancia. En realidad es más bien un dossier publicitario sobre lo buenos que son sus productos. Así que uno menos. Este ha sido fácil.

A continuación tenemos un documento al que titulan Estrés Oxidativo. Esto tampoco es un estudio científico. Es en realidad otro panfleto, listo para imprimir y doblar a modo de díptico publicitario, donde explican, con muy poco rigor y con explicaciones muy cogidas con pinzas, lo que son los radicales libres, lo malos que son para la salud y lo buenas que son en consecuencia las  sustancias antioxidantes. Emplea frases del tipo «numerosos estudios de prestigiosas universidades publicados en prestigiosas revistas científicas…», pero no dan detalles ni referencias a dichos estudios. Y por supuesto, al final, afirman que la conjunción de los dos componentes de Mamberry es ideal para la salud. Este panfleto está realizado por un médico (os dije que salían señores con bata blanca) como si eso fuera suficiente para creer todo lo que en él se dice.

Y continuamos de abajo a arriba, que la cosa comienza a ponerse interesante. El siguiente de los documentos que nos ofrece BHU como estudio científico es el titulado Mamberry por los laboratorios Verbiotech I+D+i. Esta vez tampoco es un estudio científico, sino un tríptico propagandístico también cómodamente preparado para imprimir, recortar y doblar. En este panfleto ya no hablan de los componentes de Mamberry, sino directamente del producto Mamberry. De nuevo el rigor científico brilla por su ausencia. No hace falta mucha perspicacia para darse cuenta al leerlo de que es un texto publicitario.

El tema es que este boletín afirma ser un estudio realizado por los laboratorios Verbiotech I+D+i y por el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Granada, exhibiendo incluso su logotipo. Poca independencia informativa supone que el documento haya sido realizado por los laboratorios Verbiotech I+D+i, ya que según BHU son ellos precisamente los que diseñaron Mamberry. Una vez más es una parte interesada tratando de vendernos su propio producto.

Buscando información sobre estos laboratorios es cuando empezamos a llevarnos sorpresas. Dichos laboratorios ya no existen (de hecho un colaborador de Amazings se pasó por su sede física en el PTS de Granada a preguntar y parece que anduvieron por allí pero ya no queda ni rastro de ellos, salvo un buzón de correo a rebosar), su página web no funciona y los e-mails me son devueltos como si la dirección no existiera. Profundizando un poco más en la búsqueda descubrimos que Verbiotech es un spin-off de la empresa Verbionat, que no es un laboratorio farmacéutico o químico.

Es una empresa que produce compuestos homeopáticos, complementos nutricionales y flores de bach. Merece la pena echarle un ojo a la página web. Ninguno de sus productos incluye composición o fórmula. En muchos de ellos ni siquiera una simple enumeración de componentes. De nuevo el rigor científico no es una opción.

La investigación subsiguiente mostró que la empresa Verbionat ya no existe. No debía irles demasiado bien, porque en 2009 la empresa tuvo problemas financieros y finalmente en marzo de 2010 se declaró insolvente. Esto en cuanto a uno de los autores del tríptico que avala las cualidades de Mamberry.

El otro, según BHU, es el Departamento de Química Analítica de la Universidad de Granada con los que me puse en contacto para contrastar el documento. Después de varios mails con la UGR, quienes colaboraron siempre con amabilidad y prontitud, conseguí contactar con la persona adecuada que tenía relación directa con este asunto. Esta persona me confirmó que efectivamente el Departamento de Química Analítica de la UGR realizó en su día un estudio, pero no sobre Mamberry. Lo que el Departamento de Química Analítica de la UGR realizó fue este estudio químico, que muy gustosamente me facilitaron, sobre uno de los componentes de Mamberry, el mangostán, y las propiedades químicas antioxidantes de las xantonas que contiene. Las conclusiones de este estudio científico (este sí lo es) son que efectivamente esta fruta contiene xantonas, y que efectivamente las xantonas muestran actividad química antioxidante in vitro. ¡In Vitro! Esto quiere decir que se ha puesto a prueba esta sustancia en un laboratorio, fuera de cualquier organismo vivo. Los resultados in vitro no son directamente extrapolables a resultados in vivo (dentro de un organismo vivo) ni mucho menos.

Es una falacia muy empleada en la industria alimentaria o de los complementos nutricionales que funciona más o menos así: la sustancia X manifiesta propiedades antioxidantes en una placa de Petri; la fruta Y contiene la sustancia X; el producto Z está hecho con la fruta Y. Por lo tanto el producto Z te cura y/o protege de todas las enfermedades en las que estén implicados los radicales libres, incluido el cáncer, el envejecimiento celular, la diabetes o el lupus. Las cosas no funcionan así. De un resultado in vitro a una evidencia in vivo hay un camino muy muy largo. Lo cierto es que el estudio químico que realizó la UGR sobre el mangostán no demuestra en absoluto que dicha fruta tenga ninguno de los efectos que BHU afirma que tiene al ser ingerida por el ser humano.

Las personas responsables del estudio químico del Departamento de Química Analítica de la UGR me confirmaron que ellos no solo no realizaron el documento presentado por BHU, en el que aparecen como autores, sino que además no tenían conocimiento de él. 

Y proseguimos. El penúltimo de los supuestos estudios que Bioenergía Humana muestra como evidencia, colocado en segundo lugar en su web, tiene el oximorónico título de Estudio Independiente Mamberry. El simple hecho de que un estudio independiente se titule a sí mismo «Estudio independiente» a mí ya me da picores tras las orejas. Este estudio está realizado, según BHU, por dos naturópatas de máximo prestigio. Puesto que BHU basa la validez de este documento en el prestigio de sus autores, y no en evidencias científicas (de las que este publirreportaje de 14 folios plagado de sandeces carece claramente), me limitaré a decir que los dos autores son naturópatas y homeópatas.

El primero es licenciado en Naturopatía por una supuesta universidad de la que no he conseguido encontrar nada en internet (salvo que fue “involuntariamente disuelta” en 1980), y en Homeopatía, según el documento, por la Universidad Politécnica de Madrid, institución educativa que no imparte titulación alguna sobre homeopatía.

La segunda autora del informe independiente aparece como diplomada, pero no se dice ni donde consiguió su diploma. Por lo que he podido averiguar ambos regentan, o regentaron, un centro de reiki en Valencia.

Y por último, pero no por ello menos interesante, BHU nos ofrece como estudio científico que avala las magníficas propiedades de Mamberry un Informe de Experto, realizado por la Universidad Autónoma de Madrid. Según esta carta que BHU remite a sus distribuidores, dicho informe está dirigido por el nieto de un famoso médico (¿falacia de autoridad detecto?). Tanto él como el firmante del informe son efectivamente profesores del departamento de Química Analítica de la UAM.

Analizando el documento podemos ver enseguida que en este caso tampoco es un estudio científico, sino más bien un resumen de las conclusiones que otros supuestos estudios científicos realizados por  otras Universidades o laboratorios. Digo supuestos porque, por inconcebible que parezca, este informe no ofrece referencias, enlaces o bibliografía alguna que nos permita contrastar la información expuesta y las conclusiones a las que llega. Porque a pesar de que los estudios que menciona durante el cuerpo del documento se centran sobre las propiedades de los diferentes componentes de Mamberry, en el apartado de conclusiones se hacen afirmaciones muy concretas sobre el producto comercial Mamberry, no sobre sus ingredientes. Entre otras cosas, en las conclusiones se afirma que «Mamberry tiene propiedades inmunológicas» (sin especificar), o que «contribuye al aumento de la fuerza» (muy científico, sí señor).

De modo que, una vez más, me puse en contacto con los autores del informe para pedirles que me facilitaran las referencias a los estudios concretos que citan para poder contrastar sus conclusiones. En un principio me contestaron que ellos no habían realizado ningún estudio sobre Mamberry, sino un meta análisis de algunos de los estudios existentes sobre sus componentes, y que había mucha bibliografía en internet sobre el asunto que yo podía consultar. A lo que yo les respondí que en sus conclusiones se hacía afirmaciones categóricas sobre Mamberry, y no sobre sus componentes, y que estaba interesada en leer esos estudios sobre los que ellos habían hecho su meta análisis para contrastar dichas afirmaciones.

Y entonces el firmante del informe me mandó un mail en el que, de muy malos modos, me mandaba sencillamente a paseo, diciendo que me estaba poniendo muy cansina con mis preguntas, que la información seria no se podía pedir bajo el anonimato virtual, que lo de los correítos pasaba de castaño a oscuro, que me darían la información pero solo en persona, porque yo para ellos yo era humo, y que «ante el vicio de pedir, la virtud de no dar».

Cuando me recuperé de mi estupor le contesté que si efectivamente el motivo por el que no me daban la información que les pedía era porque lo estaba haciendo por e-mail,  un colega la recogería personalmente en mi nombre, tras haberse identificado adecuadamente, en la fecha y hora que me indicara más oportuna. Nunca más volvieron a responder.

Dicho sea de paso, también escribí a la UAM para pedir información sobre el informe en cuestión que lleva su anagrama, como hice con la UGR, pero en este caso nunca recibí respuesta a mis varios e-mails. Cada uno que saque sus propias conclusiones, pero en mi opinión es inconcebible que un documento que intenta pasar por estudio científico no enlace ni ofrezca referencias sobre los estudios que menciona, y que los científicos que han realizado dicho documento se nieguen a facilitar la información bibliográfica a quien se la solicita. ¿Por qué?

Y para terminar el Informe Mamberry arrojemos algo de luz científica a todo este embrollo magufo. Veamos qué hay de cierto en las supuestas propiedades de los componentes del Mamberry, que son:
– Extracto de Garcinia mangostana
– Extracto de Lycium barbarum
– Vitamina C
– Inulina

Garcinia Mangostana, una fruta más conocida como mangostán. Este fruto del árbol del mangostán, tan exótico a nuestros ojos, se está poniendo muy de moda en occidente como fruto milagroso. Nos es lo bastante desconocido como para llamarnos la atención con su curioso aspecto y toda la parafernalia publicitaria que le rodea. El árbol en sí es originario del sureste de Asia, y parece que está muy rico y dulce, aunque no he tenido el gusto de probarlo. Los vendedores del jugo del mangostán en todas sus variedades (bebidas, cremas, extractos, polvos, aceites, cápsulas…) que inundan internet, le atribuyen todas esas propiedades magníficas que nos enumera Bioenergía Humana, apelando a conocidas falacias como que es «un producto milenario», que «lleva siglos usándose en oriente», que «la ciencia moderna está aún descubriendo sus posibilidades«, y viejos clásicos del mismo tipo.

¿Lo cierto? El mangostán es una fruta tropical de alto contenido en agua, rica en potasio, hidratos de carbono y fibra, como tantas otras frutas del mismo tipo. Al menos la pulpa, que es la parte comestible. Pero la magia no reside en la pulpa, si no en la cáscara, una corteza leñosa, rojiza y amarga que es la clave del asunto. Esta corteza parece ser rica en xantonas, unas sustancias presentes también en otros vegetales, de estructura química muy concreta conocidas por sus propiedades antioxidantes y como inductoras de la apoptosis (candidatas pues a posibles anticancerígenos). Esto suena muy prometedor, sin duda. Pero este es el momento de repetir que estas propiedades químicas de las xantonas hasta ahora solo se han observado in-vitro, es decir en un laboratorio fuera del cuerpo de ningún ser vivo.

Afirmar que como cierta molécula tiene ciertas propiedades en el laboratorio producirá efectos análogos en nuestro organismo si ingerimos alimentos que las contengan es irresponsable y oportunista.

Todo esto, grosso modo es como afirmar que como el agua oxigenada mata microbios, podemos curarnos cualquier enfermedad producida por esos microbios bebiendo tragos de agua oxigenada. Obviamente las cosas no funcionan así. No existen aun estudios clínicos que hayan demostrado que las xantonas tengan efectos positivos en humanos.

Lycium Barbarum, o wolfberry, mucho más conocido como bayas de goji. Estas rojas bayas son ya muy famosas en herbolarios y entre creyentes de panaceas naturistas. Se les atribuyen propiedades magníficas e increíbles (sobretodo increíbles), y como en el caso del mangostán, casi exclusivamente proclamadas por los vendedores de sus derivados. (Echad un vistazo de nuevo a la lista, si queréis.) Pretenden publicitarla prácticamente como fuente milagrosa de la eterna juventud, de nuevo con los argumentos ancestrales, de procedencia oriental y todo el paquete. Pero lo cierto es que sus propiedades alimenticias y nutricionales son las mismas que las de cualquier otra fruta de la misma clase, como las moras o los arándanos.

Es más; un informe realizado por la OCU en 2010 sobre las bayas de goji afirma que no existen evidencias científicas que avalen las propiedades beneficiosas para la salud publicitadas habitualmente por los vendedores. A raíz de este informe de la OCU, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición emitió este comunicado en el que suscriben la afirmación de que no hay evidencias científicas sobre los efectos que se le atribuyen a las bayas goji.  Más información sobre el timo de las bayas de goji aquí.

Inulina. Volved a mirar a la lista para recordar las propiedades que los fabricantes de Mamberry le atribuyen a esta sustancia. ¿Ya? Alucinante, ¿eh? Previene la diabetes y el cáncer de colon, nada menos. La inulina es uno de los oligosacáridos más comunes de la naturaleza, una fibra hidrosoluble presente en plantas de consumo habitual, como la cebolla, el plátano, la alcachofa, el ajo o el puerro. Es cierto que favorece el peristaltismo intestinal, facilita la absorción de algunos elementos minerales (como calcio o fósforo) y estimula el crecimiento de la microbiota intestina. Pero exactamente igual que todas las fibras prebióticas que ingerimos comúnmente en la dieta. No tiene ninguna característica o propiedad especial.

Y de la vitamina C… ¿Qué decir de la vitamina C que no se haya dicho ya? Diré sencillamente que es una molécula esencial para nuestro organismo, que obtenemos a través de los alimentos, que no se acumula (de modo que no es que cuanta más tomemos mayor beneficio nos produce, sino que si tomamos más de la que necesitamos la excretamos), que ni previene la gripe, ni de por sí cura nada (salvo el escorbuto). Y que no potencia los efectos sobre el organismo de las sustancias con las que se ingiere (como sugieren los fabricantes de Mamberry), sobretodo si dichos efectos no existen. ¡Es más! Existen estudios que concluyen que los suplementos de vitamina C aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares en pacientes con diabetes. Curiosamente dos dolencias que se supone que Mamberry previene.

Un último dato muy revelador sobre todo este asunto es que la AESAN fue informada sobre Mamberry en diciembre de 2010 por el Grupo Técnico de Trabajo sobre Productos Milagro de los Colegios de Médicos y Farmacéuticos de Navarra sobre el que emitieron un informe desfavorable en el que se lee: El material promocional y publicitario del producto Mamberry incluye una declaración de propiedades saludables no autorizadas por EFSA, lo que puede suponer un incumplimiento del Reglamento 1924/2006, de 20 de diciembre, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. La promoción y publicidad del producto puede suponer un incumplimiento del Real Decreto 1907/1996, de 2 de agosto, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria al proporcionar seguridades de alivio o curación ciertas. (“numerosos estudios avalan la efectividad de la fórmula”; “en 21 días se notan los beneficios”), por utilizar el término natural como característica vinculada a pretendidos efectos preventivos o terapéuticos, y por atribuir a productos alimenticios, propiedades preventivas, curativas y otras distintas de las reconocidas as tales productos conforme a su normativa especial.

Concluyendo, que Mamberry, como tantos otros potingues del estilo, es un producto milagro más que no posee las propiedades que sus vendedores quieren hacernos creer que tiene mediante artimañas muy poco éticas y nada científicas.

Actualización 04 Abril 2012: Mamberry Reload (continuación de este artículo)

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Este artículo ha sido elaborado gracias un impresionante trabajo de investigación conjunto de los miembros de Amazings y Escéptica a los que estoy enormemente agradecida por su entusiasmo y apoyo.



Por Carolina Infografia, publicado el 7 marzo, 2012
Categoría(s): Alerta Magufo