Aeroplanos inflables. Mirando más allá de los dirigibles

Por Ambrosio Liceaga, el 30 agosto, 2012. Categoría(s): Curiosidades • Tecnología

Goodyear es una compañía famosa por los neumáticos pero también por sus dirigibles. Son menos conocidos sus desarrollos en el campo de los aeroplanos inflables. Ligeros, plegables y fáciles de transportar parecían ideales para algunas aplicaciones militares. Dentro del mundo de la aviación ultraligera, nuevos diseños están haciendo que este concepto vuele de nuevo.

Inflatoplano plegado.

Rescatar soldados propios tras las líneas enemigas es un compromiso de todos los ejércitos. Por razones obvias, el helicóptero es el vehiculo mas utilizado pero tiene sus limitaciones de alcance y tiempo de respuesta. En los años 50, el ejercito norteamericano estudiaba todo tipo de alternativas (véase “Rescate aéreo en marcha”) y Goodyear aporto una solución propia, un avión inflable fácil de transportar o lanzar en paracaídas.

Se construyeron una docena de modelos de dos diseños diferentes (GA-468 y GA-466) que tenían capacidad para una y dos personas respectivamente.

Con una autonomía de entre 400 y  600 kilómetros y 100 km/h de velocidad eran perfectamente capaces de cumplir con su misión.

Nada mejor que ver el siguiente vídeo con  la descripción de la propia empresa para haceros una idea de sus características..

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=gMXfyV_nJSI[/youtube]

Personalmente, lo que mas me sorprende es la idea de hincharlo con una bomba manual. No es una exageración publicitaria ya que este aeroplano solo necesitaba una sobrepresión de unos 544 milibares, bastante menos que un neumático convencional. El secreto estaba en la estructura interior de las alas. No se trataba de un simple “globo hinchado”.

Las alas estaban formadas por un material denominado “air-matte” que contenía filamentos de nylon. Estos filamentos repartían los esfuerzos y permitían una estructura rígida con una presión reducida. En el siguiente vídeo puede verse una descripción del mismo.

Aunque el desarrollo continuó hasta 1973, pronto se determinó que eran excesivamente frágiles para sobrevivir en una zona de combate. Tampoco ayudó a su imagen  un accidente mortal, el único del programa, ocasionado por el fallo en un cable de soporte.

A pesar de este fracaso, el interés por los aeroplanos inflables no ha desaparecido. Más bien se ha trasladado a un nivel superior, el espacio. Desgraciadamente, tampoco hemos pasado de unos cuantos prototipos sugerentes. El primero fue el satélite Echo-I.  Lanzado en 1960 se trataba de un simple globo metalizado donde rebotaban las señales de radio lo que permitió comunicaciones intercontinentales de radio, teléfono y televisión.

No llego al espacio la propuesta TransHab, un módulo diseñado para incorporarse a la Estación Espacial Internacional y aumentar su espacio habitable. La empresa Bigelow puso en órbita una versión reducida del mismo. Planes más ambiciosos como una estación espacial comercial se han retrasado hasta que se den las condiciones económicas y tecnológicas necesarias.

Módulo TransHab.

Otros conceptos con historia, pero escaso uso real, son los  escudos térmicos de reentrada inflables como el IRVE (Inflatable Re-Entry Vehicle Experiment) o el paracaídas- balón (ballute en inglés).

IRVE.
Paracaídas inflable para la reentrada de cohete STIG-A.

Sin embargo, creo que ninguno de estos diseños puede considerarse propiamente una aeronave, menos un aeroplano. Si queremos un diseño espacial con alas, y que estas se hinchen, hemos de mirar más lejos. Hacia la atmósfera de otros planetas como Marte. Nada mejor que un avión para explorarlos pero las limitaciones de peso y dimensiones hacen difícil el envío de  un modelo convencional. BIG BLUE fue un proyecto universitario que buscaba  diseñar y construir un modelo de avión capaz de volar en Marte. Para ello utilizaban alas inflables recubiertas de un polímetro que se endurecía con la luz ultravioleta. De esta forma, se mejoraba su rigidez y no había riesgo de que el prototipo cayese debido a la perdida progresiva de presión en las alas. Una tecnología que podría venir muy bien para desarrollar grandes estructuras en el espacio.

De todas formas, me gustaría acabar con los pies en la Tierra y con un modelo a nuestro alcance. El Woopyjump es similar a un ala delta pero utilizando un ala inflable. Puede utilizarse solo o combinado con un motor formando un trike. Podeis verlo en el siguiente vídeo:

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=C6CvycZux0E[/youtube]

Para tranquilizar a los más prudentes, sus fabricantes afirman que puede volar incluso con pequeños agujeros en el ala. Unas entradas de aire inferiores aprovechan la presión dinámica generada por la velocidad para introducir aire a presión cuando es necesario. Para los interesados, puede comprarse por unos 12.000 euros. ¿Alguien se anima?



Por Ambrosio Liceaga, publicado el 30 agosto, 2012
Categoría(s): Curiosidades • Tecnología