¿Transgénicos que producen tumores? Don’t panic

Por J. M. Mulet, el 20 septiembre, 2012. Categoría(s): Biología • Escepticismo
Representación de la Molécula de glifosato

Recientemente ha saltado a la prensa la noticia de que alimentar a ratones con una variedad de maíz transgénico NK60 resistente al glifosato con restos de este herbicida estos ratones desarrollaban tumores del tamaño de una pelota de ping pong.

Esta información ha sido distribuida de forma alarmista por diferentes medios, aunque sólo unos pocos han expresado reticencias (como Es.materia, o incluso en Science Medical Center en un artículo mucho más detallado, o en Control Freaks en el que discuten la metodología utilizada).

¿Debemos darle credibilidad al estudio? ¿Son tóxicos los transgénicos? No.

Para emplear cada transgénico comercializado se trata como un evento independiente, que se somete a un proceso de evaluación independiente y a una autorización independiente. Ergo un titular que diga “los transgénicos producen tumores” es una falacia de generalización inadecuada, puesto que el estudio se ha hecho en una única variedad.

Curiosamente esta variedad lleva más de 10 años cultivándose en USA y Sudamérica y sirviendo principalmente para piensos, sin que se haya detectado ningún tipo de problema ni alarma (médica o veterinaria). Además ha superado el proceso de aprobación de la FDA y en el 2011 el de la agencia europea EFSA (aunque en Europa solo se siembra a nivel experimental).

¿Puede ser que hayan fallado todos los controles? No tenemos evidencias.

El informe tendría credibilidad si surgiera a partir de un estudio epidemiológico, o que un experto en cáncer veterinario detectara un aumento de determinado tipo de tumor asociado a la alimentación, pero no es el caso.

¿En que es experto Seralini, el autor del estudio? Curiosamente en decir que los transgénicos son malos. Su único campo de experimentación es desacreditar cualquier cultivo transgénico, estudios que suelen publicarse en revistas de clase media baja, y que a los pocos meses suelen rebatirse, normalmente por utilizar la falacia del cherry picking, partir de muestras estadísticamente poco relevantes y seleccionar aquellos datos que se ajustan a su idea preconcebida, como aparece ser el caso de este estudio…

El problema es que de la réplica la prensa no suele hacerse eco.

Es un caso similar al del estudio que pretendía demostrar que el herbicida glifosato producía malformaciones fetales. La revista se vio obligada a publicar tres correcciones señalando los numerosos errores metodológicos del estudio, uno de ellos escrito por un servidor a raíz de un comentario en nautas/amazings.es

Y ¿por qué? Pues hay un evidente interés crematístico.

Seralini tiene una empresa, llamada Criigen, que se dedica a hacer informes señalando los supuestos riesgos de los transgénicos. Estos informes son esgrimidos por las autoridades francesas como justificación para mantener la prohibición de sembrar OGMs, prohibición que vulnera la legislación de la UE y por la que el gobierno francés ha recibido varias sanciones. Además su único prestigio científico, similar al de muchos negacionistas del cambio climático, se basa en ser el único que expresa esa opinión lo que le sirve para que le inviten a congresos y charlas generosamente remuneradas… patrocinados por organizaciones ecologistas, pero no por científicas.

Yendo a este estudio en concreto, los fallos experimentales son obvios:

a) Un estudio que utiliza sólo 10 ratones por cada sexo es insuficiente para sacar conclusiones relevantes.

b) Ha utilizado una línea de ratones transgénicos susceptible de sufrir mutaciones espontáneas.

c) En proporción con el peso, la dosis suministrada a los ratones es de varios órdenes de magnitud mayor a la que se podría exponer alguien accidentalmente.

Lo dicho, una foto de un ratón con tumores puede ser muy impactante, pero la evidencia científica que apoya la afirmación es floja o inexistente.



Por J. M. Mulet, publicado el 20 septiembre, 2012
Categoría(s): Biología • Escepticismo