El teléfono móvil y el cáncer

Por Francisco R. Villatoro, el 7 noviembre, 2012. Categoría(s): Escepticismo
“Nunca completaremos este estudio a largo plazo de la relación entre los teléfonos móviles y el cáncer en el encéfalo si estos idiotas insisten en usar sus teléfonos mientras conducen.”

El Tribunal Supremo italiano ha sentenciado que “el uso prolongado del teléfono móvil puede provocar cáncer” y que el tumor cerebral próximo a la oreja de Innocente Marcolini (Brescia, Italia) es resultado de “un uso prolongado del teléfono móvil” por lo que debe ser indemnizado por enfermedad laboral [1]. La sentencia se apoya en varios estudios científicos realizados por Hardell y Kundi [2].

Antes de nada, hay que dejar una cosa meridianamente clara: las leyes que rigen el Universo no tienen la misma naturaleza que aquellas por las que las sociedades se rigen. Las segundas son mutables a medida que nuestra moral evoluciona; las primeras, no. Los cuerpos se atraen con una fuerza proporcional a su masa; así es y así será. Porque un legislador lo “establezca,” no nos despegaremos del suelo ni el valor del número pi cambiará. Por tanto, los móviles constituirán o no constituirán un factor de riesgo para nuestra salud independientemente de lo que diga un juez.

Tampoco le corresponde a un juez evaluar la validez de las evidencias científicas, puesto que no está formado para ello.

Cuando así ocurre, acontecen verdaderos disparates. Los hechos que nos ocupan describen un caso aislado con una relación causa-efecto no demostrada que no debemos generalizar. Estos hechos no han sido convenientemente establecidos ni las evidencias disponibles han sido rigurosamente evaluadas; de ser así, como veremos, esta sentencia nunca habría tenido lugar.

Resultados obtenidos por el grupo de Hardell [3] en Suecia
Los trabajos del grupo de Hardell[3] y los del grupo de Kundi [4] concluyen que el uso del teléfono móvil incrementa el riesgo de padecer astrocitomaipsilateral y neuroma acústico, en especial en los jóvenes menores de 20 años.

Creo que debo aclarar tres cosas.

Lo primero, un astrocitoma es un tipo de tumor cerebral de tipo glioma que afecta a los astrocitos, un tipo de células gliales; ipsilateral significa que estos tumores aparecen en el mismo lado en el que se usa el teléfono. Un neuroma acústico es un tumor benigno (no provoca metástasis) que afecta al nervio (vestibular o coclear) que conecta el oído al cerebro.

Lo segundo, los trabajos del grupo de Hardell en Suecia no han sido confirmados por otros estudios independientes en otros países, como EEUU [5], en los que no se ha encontrado ningún incremento en el riesgo de padecer glioma asociado al uso del teléfono móvil. La misma conclusión la obtuvo el estudio internacional INTERPHONE que estudió 13 países y no encontró ninguna relación causa-efecto [6,7].

Y lo tercero, un análisis estadístico [8] apunta a que los estudios de Hardell son un ejemplo de libro de texto de error de tipo I (falso positivo). En la teoría estadística del contraste de hipótesis se llama error de tipo I a la observación de una relación entre dos magnitudes cuando en realidad no existe ninguna. Los datos son los datos, pero la interpretación de dichos datos puede introducir un sesgo, por ello los mismos datos analizados de forma independiente pueden conducir a conclusiones en discordia.

En resumen, no está demostrada que haya una relación de causa-efecto entre el uso del teléfono móvil y el riesgo de padecer cáncer en la cabeza. Hay estudios a favor y los hay en contra, pero los estudios más extensos y más rigurosos están en contra de esta relación causa-efecto. El uso masivo de los teléfonos móviles es reciente, por lo que todos los estudios hasta el momento consideran el efecto en un intervalo de tiempo de, como mucho, unos 10 años. En el futuro habrá que seguir haciendo este tipo de estudios para comprobar si existe algún tipo de efecto a más largo plazo [9].

Por supuesto, tomar algunas medidas de precaución nunca está de más. Por ejemplo, evitar el uso del teléfono móvil en el automóvil mientras se conduce, pues un tercio de los accidentes de tráfico en España son debidos a las distracciones.

Referencias

[1] Irene Hdez. Velasco, “El teléfono móvil llama al cáncer,” ElMundo.es, 18 oct. 2012.

[2] Sentencia de “La Corte d’Appello di Brescia,” en italiano [documento pdf].

[3] LennartHardell, Michael Carlberg, “Mobile phones, cordless phones and the risk for brain tumours,” International Journal of Oncology 35:  5-17,  2009.

[4] Michael Kundi et al, “Mobile Telephones and Cancer.A Review of Epidemiological Evidence,” Journal of Toxicology and Environmental Health, Part B 7: 351-384, 2004.

[5] M. P. Little et al, “Mobile phone use and glioma risk: comparison of epidemiological study results with incidence trends in the United States,” BMJ. 344:  e1147,  2012.

[6] INTERPHONE Study Group, “Brain tumour risk in relation to mobile telephone use: results of the INTERPHONE international case-control study,” International Journal of Epidemiology 39: 675-694, 2010.

[7] INTERPHONE Study Group, “Acoustic neuroma risk in relation to mobile telephone use: results of the INTERPHONE international case-control study,” Cancer Epidemiology 35: 453-464, 2011.

[8] IsabelleDeltour et al, “Mobile Phone Use and Incidence of Glioma in the Nordic Countries 1979–2008: Consistency Check,” Epidemiology 23: 301–307, 2012.

[9] Rodolfo Saracci, Jonathan Samet, “Commentary: Call me on my mobile phone…or better not?—a look at the INTERPHONE study results,” International Journal of Epidemiology 39: 695-698, 2010.



Por Francisco R. Villatoro, publicado el 7 noviembre, 2012
Categoría(s): Escepticismo