Crea tu propia estafa alimentaria: “Los nutriolos”

Por Colaborador Invitado, el 8 noviembre, 2012. Categoría(s): Divulgación • Escepticismo

La industria alimentaria ha protagonizado durante la última década un asalto, más feroz si cabía, sobre los bolsillos del consumidor preocupado por la salud. De la mano de esta estrategia, hemos visto inundados nuestros medios de comunicación y mercados de una publicidad hostil en la que los productos milagro se han movido prácticamente a sus anchas, en especial en el mundo de la alimentación.

Complementos y suplementos alimenticios que pierden su identidad entre los estantes de cosmética y alimentación de supermercados, herbolarios y gimnasios; nutraceúticos y alimentos funcionales con efectos cuestionables; y por supuesto, “métodos” o “normas” fraudulentas que han protagonizado un esperpento de la evidencia científica trasladada a la población general.

¿Los culpables? ¿Sólo unos pocos? No, si sumamos los cómplices ni por asomo, detrás de cada punto de venta, de cada vendedor, de cada titulado universitario que escupe a las disciplinas que han originado su profesión, detrás de cada uno de ellos se esconde un cómplice.

Quien quiera puede hacerlo, es sólo cuestión de unirse a la moda y de ponerle precio a tus principios. La norma es clara, y todos los timos comparten muchas características comunes. ¿Quieres aprender cómo?

¿Cómo crear tu estafa alimentaria?

Busca la debilidad o crea la “necesidad”.

Inicia tu promoción con una serie de preguntas acomplejantes, de las que hacen sentir mal y estén dirigidas a personas con poca autoestima, o preguntas que hagan referencia a generalidades fáciles de percibir.

¿Qué tal un “No consigo adelgazar” “¿Te sientes hinchada?” o “¿Te falta energía para hacer las tareas del día a día?” Suena bastante victimista y genérico.

De esta manera le damos la vuelta al Marketing: no satisfagas necesidad, haz que la necesidad sea adquirir tu producto.

Elige un producto/método:

Da igual el que sea, puedes escoger iniciar una estrategia mediante la venta de un producto (incluso aunque esté en cantidades adecuadas en la dieta), de un método fraudulento, o si eres muy pillo haz un combo: promociona un método que requiera comprar tus propios productos. Si ves que va bien la cosa puedes evolucionar y transformarte en casi una secta.

Los “extractos de…” o cualquier cosa que provenga de un ser vivo no humano, o de otra cultura, tendrá incluso mejor acogida.

La justificación a tu manera.

Lo curioso de esta filosofía de picaresca y estafa, es que no se llega a saber realmente si se busca la justificación antes o después de encontrar “la cosa mágica”.

Para garantizar el éxito es importante recurrir a gente famosa, de referencia en ese campo o famosillos con unos cuantos acólitos. Intentemos que hablen en otro idioma, o que vistan bata/traje en el vídeo de promoción, puedes usar premios o CV si ves que te critican mucho.

Es importante que durante la justificación digamos alguna verdad (no todo es mentir), como alguna generalidad de fisiología, nutrición o biología molecular, y así ir preparando el terreno para ¡nuestra cosa! Es imprescindible sesgar los argumentos que más nos convengan, y usar mucha palabrería que no concuerde entre ella o términos vacíos, por si os queréis inspirar: “natural, energías, pureza, detoxificante, vitalidad, depurativo, juventud, reequilibrante, limpieza nutricional, medicinal, armonización, biosensitivos, óptimo, bienestar, resistencia, eficacia…”

Es importante usar términos que no se sepa lo que significan juntos, pero den la sensación de que son cosas importantes, de vanguardia, que al consumidor le abrumen y le avergüencen en su ignorancia.

¡Promete, que es gratis!

No te van a exigir que lo demuestres, así que promete resultados. ¿Que tu evidencia científica sólo mostraba “indicios”, “podría” o “hacen falta más estudios…” No te preocupes, aunque el Real Decreto 1487/2009 diga que se debe defender a la población velando porque “El etiquetado, la presentación y publicidad no atribuirá a los complementos alimenticios la propiedad de prevenir, tratar o curar una enfermedad humana, ni se referirá en absoluto a dichas propiedades” está puesto sólo para figurar.

Pon resultados, aunque sean inmedibles, recurre a fotos de “antes-después”, testimonios, o simplemente deja bien claro que el uso de tu “cosa” debe ser acompañado de dieta y ejercicio, hazlo de tal forma que pudiese funcionar como un placebo malo.

¡Vende, vende, vende!

Intenta ser viral, que seas tema de conversación (no importa si es por cosas buenas o malas, la polémica hará que más gente te conozca) hay mucho consumidor desesperado que caerá en tus redes. Hazte de oro todo el tiempo que puedas, crea productos y servicios derivados, haz conferencias, vídeos, libros…: ¡Enhorabuena, has vendido tus principios! ¿eran muy caros?

Estos pasos, que fácilmente se identifican en las promociones que tenemos más marcadas en nuestra retina, son además, realmente fáciles de crear. Un ejemplo, os presento una vulgar e inventada estafa alimentaria: Los nutriolos.

Inventando una estafa alimentaria: Los nutriolos

¿Te has sentido alguna vez pesado después de una gran comilona? ¿Crees que hay alimentos que te sientan mal y a otras personas no? ¿Hay platos que no puedes ni ver?

Seguir una dieta equilibrada es importante para llevar una vida saludable y llena de vitalidad. Sin embargo, estamos sometidos a constantes agresiones: estrés, tóxicos y un bombardeo electromagnético constante (desde los aparatos que nos rodean al propio sol) que daña nuestra integridad.

La radiación que recibimos influye de forma crucial en nuestro organismo, no sólo estamos expuestos a la luz visible, también a otras radiaciones (como los rayos X o la radiación UV). Dentro del espectro visible, hay luces y colores que son más energéticos que otros, la luz roja tiene poca energía mientras que la luz violeta proporciona más, las plantas transforman esta energía luminosa y son capaces de crecer y crear tejidos mucho más rápido que nosotros.

La obtención de energía en nuestro cuerpo, (seguro que has escuchado hablar de las kcalorías) está mediada por la aparición de la unidad básica de la Nutrición: “Los Nutriolos”. Al igual que la materia tiene al átomo como su unidad básica, en Nutrición hablamos de “Nutriolos” para referirnos a esta unidad fundamental. Esta partícula, que se crea en nuestro interior si comemos de forma adecuada, concentra la pureza energética de los alimentos y purifica los residuos que dejan en nuestro organismo.

Importantes científicos del instituto de “…… City” han descubierto que los cimientos de la dieta equilibrada y variada se fundamentaban en la combinación de la luz reflejada de los alimentos; y que de esta manera, combinando los colores de los cereales (blanco-amarillo), grasas (verde-amarillo), pescado (azul), carnes (rojo) y frutas/verduras (gran variedad de colores) obtendremos muchas unidades de Nutriolos. Por eso es la dieta más recomendada por Dietistas-Nutricionistas.

Para poder crear un Nutriolo y así obtener vitalidad y armonía interna, es necesario reunir las distintas frecuencias de los colores. No puede faltar ninguna ¿Te has preguntado alguna vez por qué las frutas son tan saludables? Porque son de diferentes colores e incluso una misma fruta combina varias tonalidades cromáticas. En cambio una grasa (mantequilla o aceite) tiene un único color y por eso es indigesta.

Desgraciadamente, debido a la rutina diaria, es muy complicado usar una gran variedad de alimentos en nuestra dieta, en especial cuando estamos fuera de casa; por ello, la línea de investigación de fototerapia reequilibrante de nuestra empresa, ha dado respuesta a este problema con la creación de nuestra bebida “Cromatic-Juice” que permite la síntesis óptima de Nutriolos en nuestro interior estando fuera de casa.

Usando los mejores ingredientes naturales, con todo el abanico cromático, nuestro zumo de tomate, naranja, limón, manzana, arándanos, y cerezas, te permitirá aprovechar los beneficios de un mayor número de Nutriolos en cualquier momento del día.

Pronto notarás como esas incomodidades digestivas producidas por las fracciones residuales de la creación de Nutriolos incompletos, simplemente desaparecen. ¡Aporta a tu dieta todas las longitudes de onda que te faltaban, tu rendimiento físico y mental se verá optimizado y podrás dedicar el tiempo a lo que más te guste!

Parece ser que la oportunidad de inventar cualquier estafa y justificarla está al alcance de todo el mundo, y sólo limitada por la picaresca o la imaginación: Beber agua de mar, alimentarse del sol… los Nutriolos podrían ser sin duda otro disparate más.

——————————–

Este artículo participa en la II Edición de los Premios Tesla de Divulgación científica y nos lo envía Aitor Sánchez García, Doctorado en Nutrición Humana que actualmente está trabajando como becario predoctoral del Programa FPU en el Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia en la Universidad de Granada. Además, Aitor es autor del blog «Mi dieta cojea«



Por Colaborador Invitado, publicado el 8 noviembre, 2012
Categoría(s): Divulgación • Escepticismo