Mi nombre es Javier Galeano, y en el otoño de 2008 tuve la fortuna de recibir financiación para grabar un documental sobre Michael Faraday. Esto me dio la oportunidad de aprender muchas cosas sobre este gran científico experimental inglés y además me permitió visitar los lugares importantes en su vida. El documental muestra la visita de un profesor de física algo despistado, que al estilo del programa televisivo “Planeta Finito”, viaja por el Londres de Michael Faraday.

En esta entrada me gustaría compartir cómo se hizo este documental y esos lugares londinenses que nos permitirán “Seguir las huellas de Michael Faraday”.

¿Por qué?

Comenzaré respondiendo a tres porqués básicos del documental: ¿por qué hacer divulgación científica? ¿por qué hacer un documental? y ¿por qué sobre Michael Faraday?

Para responder a la primera pregunta me gusta citar a un catedrático de la Universidad Politécnica de Catalunya que probablemente muchos conozcan, Miquel Barceló. Para los que no le conozcan, Barceló es investigador del Instituto de Tecnoética de Barcelona y colaborador de la Cátedra UNESCO. Es autor de numerosos libros y artículos sobre divulgación científica y, en particular, responsable de los premios de la UPC de relatos de Ciencia Ficción.

Creo que uno de los deberes de los profesores de la universidad es la de hacer divulgación. Nuestra sociedad necesita y demanda conocer qué hacen nuestros científico. De hecho, teniendo en cuenta que la mayor parte de nuestra actividad de investigación se financia con fondos públicos, es justo que la inversión también revierta en mejora de la cultura científica de la sociedad a través de la divulgación. Sin embargo no hacemos la divulgación suficiente. Prueba de ello es que los recortes en ciencia son casi exclusivamente discutidos por los propios científicos.

La respuesta a la segunda pregunta es doble. Por una parte pensamos que una forma sencilla de interesar a nuestros alumnos por la Física era hacer algo divertido, dinámico y con un lenguaje cercano a ellos. Y por otra parte teníamos a las personas capaces de hacer un documental. Conseguimos involucrar en el trabajo a mucha gente. Primero y más importante, la ayuda de el equipo de Geomedia, con los que habíamos trabajado en otros proyectos. Eduard Rubio, alias Charlie, un científico que decidió dedicar su tiempo a la divulgación científica y que es el alma y el corazón de Geomedia. Fue el director, cámara y realizó la postproducción. Gracias a Eduard, conseguimos ponernos en contacto con dos grandes profesionales de la televisión. Esther Paredes, una excelente guionista valenciana que ha trabajado muchos años en el Terrat, y que seguro que ustedes conocen sus trabajos en Hommo Zapping o L’Alqueria Blanca (Canal 9) o Lo Cartanyà (TV3). Y Tania Deparés, que trabaja como directora artística y diseñadora de gráficos, con trabajos geniales para el programa tres14.

Ya solo nos queda el tercero de los porqués, ¿Por qué sobre Michael Faraday?

En realidad elegir a Michael Faraday fue muy sencillo. Por una parte acababan de encargarme que diese las clases de Electricidad y Magnetismo de mi Escuela en la UPM, y quería conectar con mis alumnos hablando de un científico.

Quería elegir un personaje interesante para mis alumnos, que fuese en cierto modo un gran desconocido. Y además que fuese un gran experimental y divulgador. Resumiendo, Michael Faraday. Además había otro factor importante, aunque estuvimos pensando en seguir los pasos de Rutherford, parecía que nuestro presupuesto no nos permitiría ir a Nueva Zelanda, pero si para ir a Londres.

Después de conseguir la ayuda de mucha gente y exprimir el dinero al máximo.

conseguimos ir a grabar a Londres. Compramos billetes de “low cost”, conseguimos un hotel barato y una cita en la Royal Institution, para entrevistar al conservador del museo Faraday, Frank James.

Comenzamos la grabación

Solo contábamos con un par de días para grabar, así que nos pusimos manos a la obra. Nos fuimos al primero de los sitios donde teníamos que grabar: “Elephant and Castle”. En este barrio en la zona sur de Londres se encontraban tres de las localizaciones donde queríamos grabar.

Comenzamos con el Faraday Memorial, que contiene la subestación eléctrica de las líneas Northern Line y Bakerloo Line del metro de Londres, creado en honor a Michael Faraday.  Este monumento es una estructura de acero diseñada por el arquitecto brutalista Rodney Gordon en 1959 y construida en 1961.

Después teníamos que ir a buscar la “Blue Plaque” que recordaba el nacimiento de Michael Faraday cerca de Newington Butts, donde nació Michael Faraday.

Y por último el Cuming museum, un pequeño museo local de esta zona que contenía una gran joya: la Biblia de los Faraday. En este museo fueron encantadores. No habíamos ni siquiera hablado con antelación con ellos y nos citaron para unos días después porque estos tesoros no estaban expuestos y tenían que sacarlos para nuestra grabación. Para entender la figura de Michael Faraday, es muy importante conocer su religión. Los Faraday pertenecían a la secta de los sandemanianos, que vivían como las antiguas comunidades cristianas. La acumulación de bienes, jugar a la lotería o beber no estaba permitido. En la Biblia de la familia se anotaban todos los acontecimientos importantes.

Los mews y la encuadernadora.

Al poco de nacer Michael, la familia se trasladó a una zona más céntrica de Londres, cerca de Oxford Street. Se fueron a Jacob’s Well Mews. Los mews son unas antiguas casas londinenses que se caracterizaban por tener entrada de carruajes y, esto era muy importante para la familia de Faraday, ya que su padre era un herrero. Esta preciosa calle fue la vivienda de la infancia de Michael Faraday.

Como puede que muchos sepan, Faraday fue muy poco tiempo a la escuela. Aprendió a leer y escribir y las reglas aritméticas más rudimentarias. Su ayuda económica era necesaria en la casa y a siendo muy joven se puso a trabajar cerca de su casa en la calle Blanford street. Trabajó como aprendiz de encuadernador a las ordenes de Mr. Riebau un hugonote francés. Este hecho puede que marcase su vida, ya que se leía todo lo que caía en sus manos para encuadernar. Además tuvo la suerte de que uno de los habituales clientes de Mr. Riebau le regalase unas entradas para ver una conferencia del famoso químico Sir Humphry Davy, en la Royal Institution. A partir de este momento se dio cuenta de que quería dedicarse a la ciencia. Con los apuntes que había tomado de esa conferencia, los encuadernó y se los envió a Davy pidiéndole trabajo. Al poco tiempo entró a trabajar a en la  Royal Institution. Por cierto, la encuadernadora hoy es una agencia inmobiliaria, que al menos se llama “Faraday’s”.

La Royal Institution.

La última parte del documental se rodó en la Royal Institution. El conservador del museo Faraday y gran experto en la vida de Michael Faraday, el profesor Frank James, nos concedió una entrevista y nos mostró algunas de las joyas relacionadas con Michael Faraday. No pudimos ver el gran anfiteatro donde se realizan las Christmas Lectures, que el propio Michael Faraday fundó. Seguro que alguno de ustedes ha leído una de las más famosas lectures,  Historia Química de una Vela. Una de las cosas más emocionantes es que nos permitió hojear sus cuadernos originales, donde Faraday había tomado sus notas sobre sus experimentos.

El único premio que Faraday aceptó en vida fue la casa del número 37 de Hampton Court Road, donde se retiró en 1858. Faraday murió en esta casa el 25 de agosto de 1867 y está enterrado en la parte sandemaniana del Highgate Cemetery.

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