Trasplante de caca

Por Pere Estupinyà, el 28 octubre, 2013. Categoría(s): Divulgación • Medicina

transplante caca

Traduzco literalmente el abstract de este artículo científico publicado por investigadores canadienses en la revista Microbiome:

La bacterioterapia fecal (“trasplante de caca”) puede ser efectiva en el tratamiento de infecciones recurrentes de Clostridiumdifficile, pero la preocupación por la transmisión de infecciones desde el donante y la poca aceptación del paciente limitan su uso. Aquí describimos la preparación de un sustituto de excrementos preparado a partir de purificado de bacterias intestinales provenientes de un donante sano, para tratar las infecciones de C. difficile que han resistido a los antibióticos estándar.

Se recuperaron 33 aislados de una muestra de caca de un donante sano. Dos pacientes en quienes fallaron al menos tres dosis de metronidazole o vancomycin recibieron una colonoscopia y la mezcla fue introducida a lo largo del colon derecho y el medio. Se analizaron muestras de heces antes y después del tratamiento por secuenciación genética del 16S rRNA.

Ambos pacientes sufrían una infección de la cepa hipervirulenta de C. difficileribotype 078. Después del tratamiento con sustituto de caca, los dos pacientes regresaron a un patrón intestinal normal en sólo 2 a 3 días, y tras 6 meses todavía permanecían sin síntomas. El análisis demostró que las secuencias de rRNA encontradas en las heces sustitutas eran poco abundantes en las muestras de caca antes del tratamiento, pero constituían el 25% de las secuencias 6 meses más tarde”.

No os estoy tomando el pelo. Hasta hace poco yo por lo menos no sabía que ante ciertas infecciones intestinales graves, una opción terapéutica era introducir bacterias sanas que sustituyeran a las patógenas mediante heces de un donante.

Tan desconcertado como podáis estar vosotros, decidí concertar una entrevista con la autora principal del estudio, la investigadora Elaine Petrof de la Queens University. He aquí un resumen de la conversación:

Jan 9 2013 - Dr. Elaine Petrof, researcher at Kingston General Hospital.

Pere: Disculpe que empiece desde muy al principio, pero nunca había escuchado hablar de trasplantes fecales.

Dra Elaine Petrof: Pues no son nuevos en absoluto. De hecho el primer estudiocientífico publicado es de 1958. En la primera mitad del siglo XX eran relativamente comunes. Luego fueron disminuyendo porque aparecieron mejores fármacos para controlar las infecciones. Pero en las últimas décadas, a medida que han aparecido cepas resistentes a los antiobióticos, se han convertido en uno de los métodos más eficientes para tratar infecciones graves, especialmente del Clostridium difficile que causa diarreas permanentes.

Pere: Entonces es muy común?

E. Petrof: No diría común, porque por lo menos aquí en Canadá los centros hospitalarios requieren permisos específicos para hacerlo. Pero sí que es una terapia en aumento.

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Pere: La idea básica es introducir un ecosistema bacteriano sano en los intestinos, correcto?

E. Petrof: Exacto. Muchas veces lo que causa una diarrea no es tanto la llegada de bacterias patógenas como la pérdida de flora intestinal sana. Y eso es lo que vemos cuando la gente toma antibióticos por mucho tiempo: los antibióticos matan bacterias intestinales nativas, cuyas funciones además de digestivas son también controlar el crecimiento de otras especies, y eso permite que crezcan poblaciones bacterianas patógenas. Muchas veces hay fármacos específicos que eliminan estas bacterias patógenas, pero cuando hay resistencia una estrategia es repoblar los intestinos con un ecosistema sano mediante heces de un donante, y hacer que ese ecosistema controle de nuevo a los patógenos.

Screen Shot 2013-10-24 at 11.13.41 AMPere: y funciona?

E Petrof: funciona muy bien. Realmente es la estrategia más eficiente. El problema es que si no se sigue un control riguroso puede generar nuevas infecciones –incluso víricas-, y desde luego la reticencia que tienen los pacientes a aceptar un trasplante fecal. Por eso pensamos en hacer caca sintética. Para tenerlo todo bajo control y reducir el repelús al trasplante.

Pere: Cómo lo hicisteis?

E. Petrof: Muy sencillo: una de nuestras colaboradoras construyó lo que llamamos un “roboguts”, que es una especie de quimiostato par crecimiento bacteriano con condiciones muy parecidas a los intestinos humanos. Allí inoculamos con una pequeña cantidad de heces de una donante sana, hicimos que creciera la muestra, pudimos hacer análisis para verificar que no había nada tóxico, y preparamos la mezcla para ser introducida en el colon de las pacientes.

Pere: Y funcionó…

E. Petrof: Una de ellas llevaba año y medio en hospitales con diarreas constantes por el Clostridium y a los 19 días restauró la normalidad. La otra paciente también tenía una infección severa y recurrente que se solucionó en menos de una semana.

Pere: Los científicos están viendo que las bacterias tienen funciones en el organismo mucho más importantes de lo que se asumía ¿crees que esto sentará precedente ante nuevas estrategias terapéuticas?

E. Petrof: Creo que sí. Piensa que una de las autoras de nuestro artículo está involucrada con el proyecto Microbiome dirigido por el NIH. Allí se está viendo lo que dices: la flora intestinal influye mucho en enfermedades como el Chron, colitis… o incluso obesidad y diabetes. Tener una flora intestinal sana es muy importante, y los antibióticos están afectando muy negativamente en ello. Destruyen los ecosistemas bactrianos sanos y los vuelven más vulnerables. De verdad, no se trata tanto de matar directamente patógenos –enfoque muy simplista- sino de introducir especies sanas que hagan su función. Y lo más eficiente son muestras originales. Algo que nos ha sorprendido tras publicar el artículo son las llamadas de empresas interesándose por la investigación

Pere: en qué aspectos?

E. Petrof: Algunas farmacéuticas realmente lo ven como una nueva posibilidad terapéutica a explorar frente a enfermedades de difícil tratamiento. Pero también hay otras empresas valorando comercializar trasplantes de caca.

Pere: lo ves viable?

E. Petrof: Puede ser, pero nosotros no vamos en este camino. Empezamos esta línea de investigación porque aquí en nuestro hospital hacíamos trasplantes de heces “convencionales”, y nos planteamos si hacer caca artificial sería más seguro, menos repulsivo para el paciente, e igual de eficiente frente a infecciones severas. Y de momento parece que sí.

Pere: Quizás se convierta en la primera terapia donde de manera masiva los pacientes prefieras el preparado artificial al natural….

E. Petrof: ha ha… quizás.