A mediados de la semana pasada, saltaban las alarmas: el famoso cometa C/2012 S1 (ISON), al que en adelante llamaremos cometa ISON, había sufrido un estallido de actividad, outburst en lenguaje técnico. En apenas 48 horas, el brillo del cometa subió dos magnitudes y se hizo visible a simple vista desde lugares oscuros. Algunos expertos barajaron seriamente la posibilidad de que estuviésemos asistiendo a la “disrupción” del núcleo, es decir, a su ruptura completa. Siendo un objeto pequeño, con un diámetro estimado de entre 1 y 4 kilómetros, era una opción bastante factible. Pero, transcurrida ya casi una semana, está claro que no ha sido sí. En las últimas horas el brillo se ha estancado e incluso se ha debilitado ligeramente. Tras lo que ha sido una fragmentación sencilla, el núcleo sigue de una pieza, camino del perihelio el próximo 28 de noviembre.
El suceso de esta semana cambia las perspectivas de cara a ese perihelio. En palabras de Mark Kidger, la fragmentación sufrida por el cometa ”expone hielo fresco de la subsuperficie que podría cambiar las apuestas sobre el comportamiento en el perihelio“.
Recordemos que este cometa ISON es un nuevo cometa proveniente de la nube de Oort. Al acercarse al Sol brilló a costa de la capa de hielos volátiles de su superficie. Pero esos hielos se agotaron pronto y se estancó el brillo del cometa. La estimación de máximo brillo del cometa se moderó mucho, pasando de unos iniciales -12 o incluso -15 (de locura) a magnitudes máximas incluso no negativas.
El evento de esta semana abre nuevas perspectivas. Nadie sabe qué sucederá. Todos los escenarios son posibles. Desde que el cometa desaparezca sin dejar rastro cuando esté fuera del alcance de nuestros telescopios, hasta que dé finalmente un buen espectáculo. No nos volvamos locos hablando otra vez de brillos superiores a la Luna llena. Pero sigamos atentos al cometa ISON. Puede merecer la pena.
En este momento, el cometa es visiblemente al amanecer en dirección este-sureste. Con al menos prismáticos y en cada vez peores condiciones, debido a que se encuentra cada vez más bajo y a que la Luna se acerca a la zona. Salvo que seamos muy aficionados, no merece el madrugón. En caso de que la situación cambie, lanzaremos la alerta desde estas mismas páginas. Permanezcan atentos. Mientras, resumimos como ha mostrado el estallido, en imágenes. Por orden cronológico. Las más espectaculares, por tanto, al final.
Manu Arregi Biziola (Bergara, 1968) es profesor de Física, Matemáticas y Astronomía en la Ikastola Aranzadi de Bergara. Es miembro, además, de Ilatargi Astronomia Taldea, Agrupación Astronómica Vizcaína, Agrupación Astronómica de Sabadell y ApEA (Asociación para la Enseñanza de la Astronomía)