La pregunta Naukas 2014 – Carlos Lobato

Por biogeocarlos, el 23 febrero, 2014. Categoría(s): Naukas

La pregunta Naukas 2014

¿Cuál será el avance o descubrimiento de la ciencia que más va a cambiar el mundo en los próximos años?

Es muy difícil responder a una pregunta como la que se nos plantea de manera totalmente objetiva, sin dejarnos influenciar por nuestros propios deseos, conocimientos y motivaciones, por lo que voy a dar un enfoque bastante personal a la cuestión planteada.

Creo que serán los avances en clonación los que más cambiarán el mundo en los próximos años; al final de la reflexión intentaré justificar el porqué de esta afirmación.

En cuanto los últimos avances en genética, en genómica, proteómica, etc… se puedan aplicar a la recuperación de especies extintas, utilizando como mecanismo fundamental la clonación, no será raro ver como especies ya desaparecidas vuelvan a poblar nuestro planeta. Evidentemente problemas actuales con esta técnica, como la cuestión del envejecimiento celular prematuro, que pudimos comprobar, por ejemplo, con la oveja Dolly, seguramente se puedan solventar en un plazo no demasiado largo. Estudios recientes en la reparación y replicación de los telómeros son esperanzadores en este sentido.

Quizás todavía sea cuestión de ciencia ficción ver dinosaurios como en Parque Jurásico (evidentemente nos referimos a dinosaurios tipo T. rex, Triceratops, o alguna otra especie de las que tanto gustan a niños y mayores, ya que las aves son dinosaurios, y de éstas tenemos bastantes en nuestro planeta), pero no creo que sea tan descabellada la idea de la recuperación de especies más o menos recientes (los últimos estudios al respecto hablan de unos 100000 años como límite para encontrar ADN viable y en buenas condiciones para poder ser clonado) como el lobo marsupial, Thylacinus cynocephalus o el dodo, Raphus cucullatus, o quizás más llamativos aún: mamuts, Mamuthus sp. y dientes de sable, Smilodon sp.

buidelwolf

Proyectos actualmente vigentes como el del pollosaurio del famoso paleontólogo Jack Horner, mediante el cual se pretende conseguir que gallinas normales y corrientes, Gallus gallus domesticus, expresen algunos genes de dinosaurio, lo cual se manifestaría en la aparición de caracteres primitivos como la cola, las garras en las alas y los dientes, hacen pensar que no tardaremos muchos años en conseguir algún resultado tan llamativo como para considerar que pueda cambiar el mundo.

Y lejos de enfocar esta reflexión en proyectos más descabellados o éticamente cuestionables, como la clonación de Homo sapiens, o en proyectos con intereses económicos muy ambiciosos, como el del parque Pleistocénico con animales de la extinta megafauna norteamericana, creo que una aplicación muy interesante de la recuperación genética mediante clonación sería el usarlas en el caso de las especies en peligro grave de extinción o especies extinguidas recientemente. El caso del bucardo español, Capra pyrenaica pyrenaica, en el que se tuvo éxito a la hora de llevar a cabo la implantación y el desarrollo del individuo, aunque después la cría no fue capaz de sobrevivir más de 7 minutos, es un ejemplo de que si las investigaciones continúan en esa línea no tardaremos en conseguir sacar adelante proyectos similares.

Como mencionaba al principio, a día de hoy es imposible saber cuanto tiempo tardaremos en ver esto, ya que, por mucho que nos gustara algún día poder ver un mamut o un T. rex vivos, posiblemente se tarde más de lo deseado. De lo que sí estoy seguro es de que el día que podamos ver aletear a un dodo, o moverse a un tilacino, estaremos en condiciones de decir que el mundo tal y como lo conocemos actualmente habrá cambiado. Y justifico lo del cambio aclarando que, a lo mejor el enfoque de la clonación que he planteado en esta reflexión no es el avance que mayores repercusiones para el ser humano en cuestiones de salud, medicina, vacunas, prevención, etc. tiene, pero lo que no cabe duda es que un mundo en el que vuelvan a habitar seres que existieron antaño será un mundo muy diferente  al que conocemos hoy en día.