Tener razón o ser sabios

Por Colaborador Invitado, el 6 febrero, 2015. Categoría(s): Divulgación

Vacuna polio

Revisando twitter y a través de @retiario me llega una noticia de esas que generan cuando menos incomodidad, la noticia en cuestión podéis verla en “Natural News”, y aunque mi recomendación es leerla para echaros unas risas, no puede por menos que inquietarme este tipo de informaciones sesgadas.

Vaya por delante que la publicación NATURAL NEWS no es imparcial ni científica, es algo así como la “aldea irreductible” (que me perdone @irreductible por la analogía) de todos aquellos que piensan que las terapias médicas alternativas, la medicina tradicional o los remedios naturales son una fuente de salud inagotable y perpetua. Como diría mi abuela, es el lugar donde se junta “lo mejor de cada casa” para dar rienda suelta a sus pensamientos y opiniones, confiados de que nunca se les exigirán pruebas de sus razonamientos y nadie criticará sus creencias por extrañas que estas resulten. En esta web, no es extraño leer artículos como “milagrosa cura para el Alzheimer”, “arregla tu linfa, arregla tu cuerpo” o “seis productos que utilizas a diario que producen cáncer”. En concreto, el artículo que remite @retiario se titula “Vocabulario esencial para el secuestro dentro de un estado policial médico”. ¡Ahí es nada!

Algunas de las perlas que se escriben en este artículo son: “los demócratas sugieren que los padres que no inyectan a sus hijos con químicos tóxicos como el mercurio o el aluminio sean acusados de crímenes, mientras los republicanos señalan correctamente que EEUU no es una dictadura y que los ciudadanos tienen elección médica”, también podemos leer que en EEUU se secuestran niños en los hospitales para utilizarlos en experimientación farmaceútica o composiciones lingüísticas del tipo “fascismo médico”, “abuso químico infantil” o “vacunas vudú”, por supuesto todo sin ningún tipo de información que lo contraste ni justificación científica o médica que lo soporte.

La parte más peligrosa llega en el punto “escépticos de las vacunas”, donde en base a la palabrería naturalista anticientífica básica, se defiende aun con más fuerza la idoneidad de no vacunar a los niños.

Como le decía por twitter a @joaquin_sevilla, parece que se trata una vez más de ese fenómeno psicológico denominado por Leo Festinger como “disonancia cognitiva” que @aberron retrató perfectamente en el artículo «Por qué no podemos dejar de estar equivocados» y que os recomiendo que leáis (ya que Antonio escribe mucho mejor que yo). La explicación que Festinger dio a este fenómeno se basa en que nuestros pensamientos y nuestras acciones no pueden estar en disonancia y, que si llegado el caso lo están, habremos de cambiar los unos o los otros. A nivel real, para el ser humano es muy difícil cambiar de opinión ya que ello derivaría en reconocer que hemos estado equivocados durante mucho tiempo, lo cual generaría un lastre en nuestra credibilidad total frente a los demás.

En las películas y series de abogados se ve claramente este hecho cuando el abogado defensor pregunta al testigo “¿es verdad que una vez le pillaron mintiendo?” a lo que el testigo contesta “sí” y el abogado continúa “no hay más preguntas señoría”. Se trata de socavar la credibilidad del testigo, algo que los más antiguos del lugar recuerdan como “por un perro que maté…”. Por eso, en asuntos relativos a la credibilidad personal o de un colectivo suele funcionar mejor el “sostenerla y no enmendarla” o incluso el “engrandarla” que rectificar.

Decía un viejo profesor mío “si consigues hacer crecer suficientemente la mentira, la gente no se molestará en pararla, se apartarán para que no les atropelle”.

Pues en eso se basan las publicaciones del tipo NATURAL NEWS, en ello se basan las pseudociencias, los movimientos antivacunas, los colectivos pro-homeopatía o terapias naturales. Intentan hacernos creer que algo es verdad a costa de repetirlo muchas veces, pero lo que resulta más inquietante es que aun cuando se demuestre que no tienen razón, ellos podrán seguir defendiéndolo ya que no fundamentan sus palabras y conocimientos en la razón, sino en la fe y, reconozcámoslo, la fe es muy poderosa ya que es muy goloso pensar que el centro del universo eres tú o que tú tienes razón mientras que el resto se equivoca. Más aún, es muy goloso pensar que tienes razón independientemente de tu nivel cultural o tu inteligencia, ello democratiza la opinión. Pensad que cuando Stephen Hawking le dice a su panadero “tenías razón, el pan integral se seca antes que el blanco” lo que piensa el panadero es “soy más listo que Stephen Hawking” y su satisfacción en ese momento es indescriptible… ¿Quién renunciaría a ser más listo que los demás siempre?

Así pues, podéis elegir: ¿preferís ser sabios o tener razón?

Este artículo nos lo envía Carlos Sogorb (@CSogorb) editor de Trending Podcast.



Por Colaborador Invitado, publicado el 6 febrero, 2015
Categoría(s): Divulgación