Hitos en la red #59

Por César Tomé López, el 15 marzo, 2015. Categoría(s): Enlace Recomendado

1-balance007

El primer contacto que tenemos con un artículo es su titular. El que este sea llamativo e incitante o plano y aburrido para un lector concreto influirá muy mucho para que éste lea el primer párrafo y, ya menos probablemente, el resto del texto. Titular e imagen asociada son claves pues para conseguir difundir tu mensaje.

A este respecto, en ciencia la tendencia suele ser a que los titulares sean lo más descriptivos y neutros (objetivos) que sea posible. Aunque a veces nos pasamos de objetividad, en otras esta misma objetividad resulta en un titular efectivo para el público objetivo, si no para el público en general; a estos titulares los llamaremos titulares eficaces por sí mismos. Después están los titulares incitantes por el uso de palabras clave (sexo, secreto, belleza, futuro, anomalía, misterio, etc.); los que lo son porque resuelven problemas o pseudoproblemas (cómo, por qué); y los que simplifican la comprensión del mundo en forma de lista (decálogos, los n loquesea más loquecorresponda). Por cierto, existe un término para los titulares que desvirtúan la realidad para ser llamativos: amarillistas. Y nos inventamos un término, grisistas, para aquellos que consiguen ocultar las bondades del texto.

Esta semana en la red hemos tenido titulares eficaces por sí mismos (para su público objetivo, recuérdese) como La rata canguro no necesita beber de Juan Ignacio Pérez o Dime dónde miras y te diré qué comes de Mariajo Moreno o, con un poquito de calzador (por el uso un tanto amarillo de “En busca” en vez de “Hacia”), En busca del día de 27 horas de Miguel García o Los cristales fotónicos y el cambio de color de los camaleones de Francisco R. Villatoro.

También hemos tenido titulares incitantes. Por uso de palabra clave están Códigos secretos en la primera guerra mundial de Raúl Ibáñez o La belleza de las gotas danzantes y Supersimetría y anomalías experimentales en el LHC ambos de Francis o Las fuentes hidrotermales de Encélado y el futuro de la exploración espacial de Daniel Marín o Colecciones, museos y nuevo futuro de Eduardo Angulo. Y no podían faltar los que solucionan problemas como ¿Cómo sería el planeta ideal para la vida? de Dani o ¿Cómo medimos la distancia a las estrellas? de Javier Armentia y Joaquín Sevilla.

Como es natural los titulares objetivos y anodinos (este cronista está especializado en ellos, véase si no el de este texto; cosas de ser vulcaniano) también están presentes como Un modelo teórico para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos o Marcapasos con conexión a Internet o La balanza, símbolo de una ciencia.

Y dejo para el final los titulares grisistas, que no se suelen tratar en los textos académicos en la materia sino para tacharlos, con razón, de ineficaces, si no fallidos. En titulares grisistas está especializado Francis. Menos mal que este cronista ya lo tiene calado y se lee todo lo que escribe. Lo bueno de este tipo de titulares es que encabezan artículos que te sorprenden y/o enriquecen por algún motivo; en muchas ocasiones porque te ofrecen todo un tesoro de información que va mucho más allá del aspecto concreto que resalta el titular. Por ejemplo, La cruz de Einstein de la supernova Refsdal de Francis que podría haberse titulado Cómo encontrar a Einstein en el misterioso fondo dunacopacoñá, con posiblemente las mejores ilustraciones del efecto de lente gravitacional que te puedas a encontrar por ahí conseguidas con una copa balón. O El gravitón nexus de Stuart Marongwe de Francis (títular alternativo, La solemne memez sobre los gravitones nexus que le han publicado a Marongwe) que es un auténtico despiporre y un ejemplo mayúsculo de cómo funciona la ciencia (expresión esta muy rica en matices que invito al lector a que descubra). O Los espejos para ondas gravitacionales de Francis (títular alternativo, Alicia a través del espejo de ondas gravitacionales, por aquello de que el espejo de Alicia no existe pero sería bonito que existiese, que hay que explicarlo todo) ideal para entender mejor las conexiones entre la fisica del estado sólido y la cosmología.

Moraleja: aprende a leer en diagonal.



Por César Tomé López, publicado el 15 marzo, 2015
Categoría(s): Enlace Recomendado