Del absurdo y los hombres

Por javierpanadero, el 28 marzo, 2015. Categoría(s): Divulgación

Numeros reales

Los matemáticos tratan de demostrar sus enunciados de formas muy variadas. Una de las más divertidas y fáciles de entender es la Reducción al absurdo.

Pensamos que algo podría ser CIERTO. Vale, pues vamos a suponer que es FALSO (metemos una semilla podrida). Le damos unas vueltas (siguiendo escrupulosamente las leyes de la lógica y las mates). Llegamos a algo que resulta ser mentira… por lo que nuestra suposición inicial estaba mal. Así que, como estaba mal suponer que era falso, hemos demostrado que es cierto… tachannnn.

Por ejemplo: Enunciado a demostrar:

Hay infinitos números primos (de esos que no se pueden dividir exactamente entre nadie más que ellos)

  1. Supongamos que hay sólo unos cuantos: p1,p2,p3… pn
  2. Construimos un número multiplicándolos todos y sumando 1
  3. Si dividimos ese número entre cualquiera de los primos no sale entero, sobra 1.

Un ejemplo sencillo.

– Si el conjunto de primos totales fuera 1,2,3,5

– Construimos 1·2·3·5 +1 = 31

– Dividimos por 2, nos sale 15 (el producto de los otros) y sobra 1.

– Dividimos por 5, nos sale 6 y nos sobra 1. No hay manera.

  1. Por lo tanto, si el número que hemos construido no puede ser dividido exactamente por ningún otro primo, resulta que él mismo es un número primo… así que tenemos un número primo más para ese conjunto que pensamos que era limitado. En nuestro miniejemplo hemos descubierto el 31 que, efectivamente, es primo también.
  1. Por lo tanto la asunción de que el conjunto de números primos era finito es falsa, así que es infinito. Hecho.

Y ahora a por los hombres… (y las mujeres, sí, y las mujeres…)

La esencia del asunto es: Si elaborando frases con corrección dices idioteces es porque estás asumiendo algún principio que es falso. Has metido una semilla podrida y da malos frutos.

¿Recuerdas esas situaciones en las que no hay manera de generar una explicación razonable porque no aparecen más que paradojas y sinsentidos? Pues no le des más vueltas, estás terminando una demostración por reducción al absurdo. Alguno/s de los supuestos que manejas son erróneos.

Por ejemplo:

La gente se comporta racionalmente y por eso hacen X (para casi todo X)

La gente no actúa porque no tiene información y por eso cuando son informados… siguen sin actuar. Tú mismo dices que tal actividad o persona son tu prioridad y no le dedicas casi nada de tu tiempo libre o energías.

De hecho, si te atreves, te proponemos el duro juego de confrontar lo que dices de las cosas, lo que piensas de ti mismo con lo que haces… pero siéntate antes.

Quizá la solución sea LEER la vida, ESCUCHARLA, no imponerla nuestros preconceptos y prejuicios y después tratar de que case todo… porque no lo hará. O al menos, etiqueta tus prejuicios como revisables… por si las moscas. Esto intentamos hacer en ciencia, LEER, MEDIR lo que la realidad dice e interpretarlo después, no antes. Además nuestras «verdades» son provisionales… para cuando aparezca algo que no cuadre.



Por javierpanadero, publicado el 28 marzo, 2015
Categoría(s): Divulgación