Lo que se juega la homeopatía en la Matanza de Acentejo

Por Arturo Quirantes, el 2 abril, 2015. Categoría(s): Divulgación • Escepticismo

Don Camilo 11 - Don Camilo y el honorable Peppone

Durante los últimos años el avance de la homeopatía en España ha sido similar al de un carro de combate en un campo embarrado: hace mucho ruido, tiene a mucha gente mirando pero avanza a paso de tortuga, se para, echa marcha atrás, intenta otro camino, vuelve a atascarse, y así una y otra vez.

La industria homeopática lo ha intentado casi todo. No ha llegado al extremo de amenazar a blogueros pero es lo único que les falta a día de hoy, ya que en el pasado:

– Intentaron que la homeopatía fuese admitida en el sistema nacional de salud (aunque sin éxito)

– Convencieron a la Organización Médica Colegial de que la homeopatía es un acto médico (aunque no a otros farmacéuticos honrados que no se callan)

– Dejaron creer a todos que el gobierno suizo apoya la homeopatía y la sufraga (no hace lo primero y solamente permite lo segundo con carácter provisional)

– Se compraron una cátedra en la Universidad

– Pretendieron que existe un artículo validando las bases físicas de la homeopatía (lo que no es cierto en realidad) y que los estudios clínicos les dan la razón (la verdad es que no lo hacen, ni siquiera cuando los hacen los propios homeópatas)

– Dijeron que los productos homeopáticos son medicamentos y están legalizados y autorizados (va a ser que no, también es que no y además es que no)

– Presumieron aquí y allí de que la homeopatía es segura (a pesar de que la evidencia les desmiente)

– Ah, y monta de vez en cuando concursos bonitos en los que, si no eres partidario de sus creencias, no puedes ganar, eso cuando no te dejan concursar siquiera.

Al parecer, la industria del ramo creyó que, puesto que la homeopatía a) se usa por ahí fuera, b) existe y c) da muchos beneficios, ya estaba todo hecho. No ha sido así. Las autoridades científicas se ríen de los esfuerzos por obtener credibilidad mediante cursos universitarios o declaraciones de organizaciones médicas (cuyo interés económico es imposible de disimular), y todos los intentos por incorporar la homeopatía a los sistemas de salud nacional o regional se han saldado con el fracaso.

Sin credibilidad científica o médica, su mayor baza de triunfo es atrincherarse en el amimefuncionismo y confiar en que el clamor social exija su integración en la sanidad pública, ah, y un respeto también. Por eso Boiron monta concursos buenrollistas de todo tipo, patrocina webs como Ser Mamás, Pintar un Mar de Ilusiones, Cierra la puerta a la Gripe, además de participar de forma más o menos sutil en otras publicaciones que prefiero no mencionar hoy.

De ahí que han dado el siguiente paso lógico: apelar a las autoridades locales. Como supimos hace poco, el ayuntamiento de La Matanza de Acentejo, en Tenerife, está considerando la posibilidad de albergar un consultorio médico social homeopático. La noticia fue anunciada en la web del ayuntamiento y saltó al periódico local El Día. La justificación es poder atender «de forma GRATUITA a las personas con mayores dificultades… un proyecto asistencial, social y gratuito, enfocado a la mejora de la calidad de vida de las personas con menos recursos.»

No_sin_evidencia

No he escrito sobre el tema hasta ahora porque otros lo han hecho mejor que yo. Luis Alfonso Gámez lo dijo todo bien claro, la Universidad de la Laguna envió al ayuntamiento una carta que constituye un ejemplo impecable de argumentación, y hace poco Eparquio Delgado promovió una campaña de firmas en change.org donde solicitaba al alcalde de la Matanza de Acentejo que no pusiera en marcha el consultorio homeopático. Delgado también dejó claros sus motivos en Naukas, como puede leer el lector.

¿Por qué me meto ahora en el fregado? Porque al parecer eso de enviar firmas al alcalde de la Matanza de Acentejo es tan buena idea que los partidarios de la homeopatía la han copiado, y han tardado poco en hacer su propia petición para que se establezca el consultorio. Me ha llamado especialmente la atención la argumentación que hacen, y no he podido evitar compararla con la de Delgado.

Puede el lector sacar sus propias conclusiones. He aquí, resumidas, ambas posturas:

POSTURA NO AL CONSULTORIO:

– La homeopatía no cura y su venta no está regulada

– Las pruebas a favor de su eficacia son nulas [Informe Ministerio Sanidad 2011, Informe Consejo Investigación Biomédica de Australia 2015]

– (Cita): «No le pido que me crea, solamente que se informe, pregunte a los investigadores, a los científicos, lea y contraste la información»

– Incluye enlaces informativos

POSTURA SÍ AL CONSULTORIO:

– Hay personas que no pueden costearse una asistencia médica

– Cuenta con el apoyo de la OMS, el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa, y se incluye en los servicios de salud de Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza, Austria [no se incluyen enlaces]

– Lo harán «sanitarios colegiados»

– La homeopatía la usa mucha gente

– (Cita): «Queremos avanzar en la paliación de desigualdad y que los más pobres también tengan acceso y derecho a esta asistencia sanitaria»

– No se incluyen enlaces

Homeopathic medication

No sé si el énfasis en la gratuidad se debe a un intento de ganarse las voluntades de aquellos que creen que las farmacéuticas se forran a costa de nuestra salud, pero en cualquier caso me da la impresión de que el mensaje que transmiten es nefasto: si tiene dinero vaya a médicos de verdad y tome medicinas de verdad; si no puede permitírselo, homeopatía.

El ámbito local es el nuevo campo de batalla de la homeopatía, y el ayuntamiento de la Matanza de Acentejos se ha convertido en frente de combate. Si logran tener éxito, los homeópatas tendrán un éxito en las manos que podrán exportar a otras localidades.

Validez científica e informes expertos frente a criterios económicos. Usted escoge, señor alcalde.

Hágalo sabiamente.

Por favor.



Por Arturo Quirantes, publicado el 2 abril, 2015
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