Hitos en la red #62

Por César Tomé López, el 5 abril, 2015. Categoría(s): Enlace Recomendado

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El contexto es esencial. Sin él en ocasiones es muy difícil comprender de qué se está hablando o se pierde la chispa de ingenio de algo por lo demás brillante. Esta semana la red nos ofrece unos cuantos ejemplos de ello en sus titulares.

El Ministerio del Tiempo es una serie de la televisión pública española TVE, que trata sobre unos funcionarios viajeros del tiempo cuya misión es preservar la historia de España. Como es lógico, quien no esté familiarizado siquiera vagamente, no con la historia en sí, que la suelen explicar, sino con determinadas referencias culturales contemporáneas, se perderá buena parte del humor de la serie. En este contexto se entiende este Anexo Confidencial para el Ministerio del Tiempo de Arturo Quirantes, en el que trata algunos temas de criptografía del siglo XV.

¿En qué objeto piensas si te digo cafetera? Yo, personalmente, en la cafetera moka o italiana. También están la cafetera expreso, la percoladora, la de émbolo y, finalmente, la de goteo. Cada una tiene o bien un sonido característico o ninguno más allá del agua que ebulle, lo que es común con cualquier objeto en el que se hierva agua. Entonces ¿de qué hablan Joaquín Sevilla y Javier Armentia en ¿Por qué hace ruido la cafetera? ?

Si preguntamos al común de los mortales que qué forma tiene el hielo, lo más normal es que el personal piense en los cubos de hielo de su bebida alcohólica favorita y te responda con “cubitos” o, si la exquisitez geométrica es menos fina o el repertorio léxico más limitado, “cuadrao”. ¿De qué narices irá lo de Hielo cuadrado por doquier ?

Fuerza. Si esto no fuese un blog de ciencia, podrías pensar en cualquier cosa: desde un cuerpo de ejército norteamericano, a un concepto psicodélico de algún movimiento new age, pasando por una cita inane compartida en Facebook, además del grito de ánimo a un equipo italiano. Si ahora añadimos un adjetivo, quinta fuerza, no estamos mucho mejor, ya que aparte de lo anterior se une la posibilidad de un power point de coaching para equipos de ventas. Y si nos quedamos en el campo de la ciencia, por quinta fuerza puedes entender que hace referencia a uno de esos problemas exasperantes de dinámica que estudiaste en el bachillerato y que tan poco atractivos te resultan. Y, sin embargo, La quinta fuerza de Francisco R. Villatoro trata de algo mucho, mucho más fundamental.

Un átomo de helio es indistinguible de otro átomo de helio, ¿verdad? Eso es algo que se da por supuesto en cuanto empiezas a estudiar los rudimentos de la química más elemental. Por eso, un titular como La indistinguibilidad de los átomos ilustrada con el efecto Hong–Ou–Mandel de Francis, puede que no parezca demasiado interesante a primera vista: otra constatación más de lo ya conocido. Eso es hasta que el primer párrafo te pone en contexto, claro, y entonces ves que es muy interesante con unas aplicaciones más interesantes aún. Tres cuartos de lo mismo con Cadenas de gotas danzantes en un anillo. Moraleja: a Francis siempre hay que leerle como mínimo el primer párrafo.

Y en un mundo donde el yihadismo abre los telediarios dia sí y día también ¿qué me decís de Misión ARM de la NASA: si Mahoma no va a la montaña… lleva la montaña a la Luna de Daniel Marín? A ver si tienes narices de adivinar de qué va sin leer el artículo. Y si no te digo de qué blog hablamos, ¿en qué piensas si te menciono la existencia de una Carrera de armamentos animal? ¿En la yihad en el estado de Oregón? De momento el autor es Juan Ignacio Pérez.

Vemos pues que en muchos de los textos anteriores parte del contexto lo proporcionan los propios medios en los que se publican. Hay otros ejemplos en los que el medio aporta muy poco porque ya el titular aporta el contexto: Relojes y cronómetros (III): el problema de la longitud o La geometría de los ‘cristaloides’, según Léopold Hugo, de Marta Macho, serían ejemplos de ello.

Y dejo el mejor ejemplo de la importancia de la contextualización (o falta de) para el final: Comunicando ciencia con Cervantes de Ana Ribera. Sabemos que el texto va a ir de la comunicación de la ciencia, pero lo de Cervantes despista. ¿Es que vamos a escribir ahora como en el siglo XVI?¿O citando el lance de los molinos de viento como ilustración de las colisiones del LHC? Pues no: el texto encierra un decálogo (en sentido laxo), imprescindible que diría algún tuitero, sobre cómo comunicar ciencia en televisión. ¡Anda! ¿Y Cervantes? Para averiguar eso tendrás que leer, al menos, el primer párrafo.



Por César Tomé López, publicado el 5 abril, 2015
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