Claro que esta semana ha habido cosas interesantes en ciencia. Por supuesto que sí. Pero permita el amable lector que comencemos hoy celebrando que una anticiencia que es, además de un insulto a la inteligencia, una estafa de proporciones mayores y que pone en evidencia la falta de criterio de los que nos gobiernan en general, incluidas organizaciones colegiales, se ponga en evidencia a sí misma. Hablamos, obviamente, de la homeopatía, esa especie de magia que va en contra de todos y cada uno de los principios de la química (para empezar va en contra de la existencia de las moléculas, que se dice pronto) y que se dedica a explotar los sesgos cognitivos de adeptos e inocentes. Pues bien, esta semana Boiron ha dado una “rueda de prensa”y Fernando Frías nos cuenta los antecedentes y los resultados, respectivamente en La rueda de prensa de Boiron y La rueda de prensa (II): recuento de chupitos.

Este cronista comprende que es un radical, pero un “médico” que emplee homeopatía debería ser: 1) Expulsado del colegio de médicos y prohibido su ejercicio por falta grave de deontología profesional, porque receta placebos a sabiendas; 2) Privado de su título de licenciado o graduado en medicina porque está claro que no se enteró de las asignaturas de bioquímica, farmacología ni fisiología; 3) Investigado por si estuviese, además, cometiendo un delito continuado de estafa si recibe algún tipo de compensación económica por parte de Boiron o similares. Ya está bien de que estos “laboratorios” usen el prestigio de los títulos de unos pocos descerebrados para justificarse.

Las universidades que siguen vendiendo títulos de magia merecen capítulo aparte: Informe Pelícano: más sobre la Universidad Rey Juan Carlos y el reiki por Arturo Quirantes.

Bueno, vale ya, que es que me hierve la sangre con este tema. Para compensar, tenemos La rana terrible, de Juan Ignacio Pérez, que de homeópata no tiene nada; y este amplio informe de José Manuel López Nicolás porque Llega la segunda generación de ingredientes funcionales. También los efectos perniciosos de las cosas que sí funcionan en Experimentos que te cambian la vida (para mal) de Mariajo Moreno. Y, ya puestos, esta reflexión de Xurxo Mariño: El juego del conocimiento

Cambiemos de tema radicalmente y vayamos a la tecnología que nos permite entrever qué nos depara el futuro cercano. Por una parte, el espacio, su exploración y explotación, por parte de potencias “no occidentales”: Una estación china de energía solar en el espacio, China ofrece más datos sobre su nueva nave tripulada y el telescopio espacial, Féniks, el nuevo cohete ruso, todo por Daniel Marín. Y después tenemos la máquina que gana al go al mejor jugador del mundo, algo nada trivial para el desarrollo de la inteligencia artificial, Paliza de AlphaGO a Lee Sedol en el primera partida, Nueva paliza de AlphaGo a Lee Sedol en la segunda partida, por Francisco R. Villatoro.

En ciencia fundamental también hemos tenido cosas muy interesantes, teóricas como Simulan la formación de estructuras cósmicas usando la relatividad general o Cuasipartículas de Majorana en una unión grafeno-superconductor, ambos textos de Francis, y Una fuente de radiación terahertz usando grafeno, o experimentales, Curio: un elemento sintético durante la formación del Sistema Solar.

Para terminar matemáticas, ya sea en su vertiente lúdica El regreso a los sauces de Raúl Ibáñez, o metodológica Derivadas, ¿con primas o con diferenciales? de Pablo Rodríguez-Sánchez.

Y la dosis del proyecto discreto: Ley de la fuerza eléctrica (2): la magnitud de carga y la ley de Coulomb