El cielo del hemisferio sur a simple vista

Por Colaborador Invitado, el 5 julio, 2016. Categoría(s): Astronomía • Divulgación

Escribo este artículo desde Chile, en concreto desde Valparaíso. Es finales de junio, aquí acaba de comenzar el invierno. Como los lectores saben este país es extremamente estrecho y largo (más de 5000 km de N a S en la zona continental).  El norte está relativamente cerca del ecuador terrestre y el sur está próximo a la Antártida. De hecho, ellos consideran que una parte de la Antártida es suya. Tienen varias bases y un pequeño poblado en el que vive principalmente militares y familiares. Allí nació en 1984 el primer nativo del continente Antártico (Juan Pablo Camacho Martino).

Cuando vine a Chile uno de los aspectos que más me interesaba era observar el cielo y comprobar por mí mismo las diferencias que hay entre observar el cielo del hemisferio norte y el del sur. Más concretamente iba a comparar el cielo visto desde Fuente Obejuna (mi pueblo) o Salamanca (donde resido)  con el de Valparaíso (aquí si es importante el lugar, pues dado lo largo que es el país si hay diferencias muy apreciables, como he podido comprobar, entre verlo desde el estrecho de Magallanes o al Norte de Atacama).

Hay cosas que ya sabía, pero uno cosa es saberlo y otra experimentarlo. La primera sorpresa surgió cuando utilicé una aplicación (SkyMap) que tenía cargada en mi móvil (o celular como dicen aquí) que permite identificar las constelaciones. Orienté el teléfono hacia el cielo y observé que lo que mostraba en la pantalla no coincidía con lo posición de las constelaciones que yo estaba viendo. Sabía que SkyMap se orienta utilizando el sensor magnético y el giróscopo, que suelen tener los móviles modernos. Activé la brújula del móvil y me sentí desorientado. No marcaba los puntos cardinales reales y, además, oscilaba de forma caprichosa. Le quité al móvil la funda pues en otras ocasiones había comprobado que podía causar interferencias (Recuerdo que una vez me paso algo parecido con mi tableta y la causa era un pequeño imán que llevaba incorporada la funda). Decidí usar la aplicación para móvil “GPS Status” que utiliza los satélites GPS para marcar la orientación sin necesidad de utilizar el campo magnético. En este caso la dirección con la que marcaba el N sí era la que esperaba. Parecía que el problema estaba relacionado con el campo magnético.  Descargue una aplicación (Sensor Box) que permite medir el campo magnético y este mostraba grandes oscilaciones. Esto puede ocurrir si el móvil está próximo a imanes o a objetos metálicos (por eso puede usar el móvil como “busca tesoros” metálicos, como monedas). También puede funcionar mal cuando se calienta el celular por eso lo apagué.

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Al levantarme volví a activar el sensor que marcaba alrededor de 25 000 nanotesla (unidad en la que se mide la intensidad del campo magnético), pero ya no oscilaba, se mantenía en este valor de forma prácticamente constante. Entonces decidí dar un paso más y conectarme con una base de datos satelizada que mide el campo magnético a lo largo del globo. Descargué los valores para los últimos días para el lugar en que me encontraba: Valparaíso, eran muy próximos a 24 000 nanotesla.

Me resultó extraño, en España el campo magnético suele estar alrededor de 45 000 nanotesla (pueden comprobarlo en sus móviles, por ejemplo, usando Sensor Box).  ¿Qué pasaba? La explicación estaba en el mapa adjunto que muestra la distribución del campo magnético en la Tierra. Se puede ver que es bastante irregular. Dio la casualidad que la zona en la que yo me encontraba correspondía a una región donde el campo magnético es de los más débiles de la Tierra. ¿Por qué es así? No está muy claro: se sabe que tiene su origen en movimientos que tiene lugar en núcleo terrestre. El campo magnético terrestre tiene un papel fundamental al protegernos del bombardeo de electrones y otras partículas al que estamos sometidos, la mayoría tienen su origen en el Sol.

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Volví a mi objetivo inicial de comparar las diferencias astronómicas que hay entre contemplar el cielo a simple vista desde Salamanca y desde Valparaíso. Desde aquí puedo percibir a simple vista: Próxima Centauri la estrella, sin contar el Sol, más próxima a la Tierra (realmente forma parte de un sistema de tres estrellas, pero las otras dos no se ven) que está cerca de la constelación Cruz del Sur que junto con otras constelaciones que se pueden ver en el planisferio adjunto (El cielo, desde Valparaíso a finales de junio a las 20 h. Obtenidocon el programa Stellarium) que están próximas al Sur que no son visibles en el hemisferio norte. Hay otras constelaciones que son visibles en pero en distintas estaciones. En cambio, como es obvio, no se observa la estrella Polar ni ninguna constelación que en el hemisferio Note esté hacia el horizonte norte como son: la Osa Menor y Mayor, Casiopea, o Andrómeda (donde está la galaxia del mismo nombre)

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El hemisferio sur no tiene ninguna estrella que, a semejanza de la Polar para el N, esté próxima al Sur celeste, para saber dónde está el Sur se toma como referencia la Cruz del Sur. Realmente lo raro es la coincidencia que se da en el hemisferio norte donde, por pura casualidad, tenemos una estrella, Polaris, que en esta época está casi en mismo Norte celeste, aunque esto no siempre fue así, como se cuenta en mi artículo: ¿Cuántos segundos tiene un día?. Pienso en lo complicado que debió ser orientarse para los marinos portugueses de ya en el s. XV se adentraban en aguas del hemisferio sur. Si nos remitimos más atrás: alrededor del siglo V a. C., otros marinos, que navegaban de Creta a Egipto, se dieron cuenta cómo cuando se dirigían hacia África iban apareciendo estrellas que no observaban desde Grecia en esas mismas fechas, esto es lo que condujo a algunos sabios de esa época a deducir que la Tierra era redonda.

Otra diferencia del hemisferio N y S es que aquí, en el Sur, la Luna no es mentirosa: en el hemisferio norte cuando la Luna tiene forma de C es decreciente y cuando tiene forma de D es creciente. Aquí si la Luna tiene forma de C indica que es Creciente y de D decreciente, lo que tiene sentido pues estoy boca abajo respecto a España.  En la imagen podemos ver la Luna vista en la misma fecha desde el hemisferio norte y sur. Realmente la forma de C o D es idealizada, pues como se ve en la imagen (ilustración obtenida utilizando WolframAlpha) la Luna dentro una misma noche va variando la forma.

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Otro aspecto interesante es la trayectoria del Sol a lo largo del año: Si todos los días del año fotografiásemos el Sol desde un mismo lugar, a una misma hora solar, con la cámara orientada siempre en la misma dirección en un año completo tendríamos una figura que se llama analema solar. ¿Cómo sería un analema desde Valparaíso comparado con el que se observa desde Salamanca? Naturalmente necesitaría un año completo y mucha paciencia para comprobarlo, pero para eso están las matemáticas con las que simule la trayectoria del Sol para un año. En la figura se ve el analema para 2016 (realmente es similar para cualquier año) que he simulado supuesto que se contempla el Sol a la misma hora Solar (las 9 A.M.)

A la izquierda visto desde Salamanca y a la derecha visto desde Valparaíso
A la izquierda visto desde Salamanca y a la derecha visto desde Valparaíso

La trayectoria del Sol en el hemisferio N y S presenta otra peculiaridad: las zonas soleadas y umbrías son las opuestas. En la figura se muestra, a la izquierda, la trayectoria del Sol (en los solsticios y equinoccios) a lo largo de un día visto desde Salamanca a la izquierda y a la derecha desde Valparaíso.  En ambos casos el Sol va del E a O pero con el Sol desplazándose hacia el S en el hemisferio N y viceversa en el Sur. Por eso si quiere alquilar un apartamento en el hemisferio sur la mejor orientación es con las ventanas orientadas al N, en vez de al S.

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A los turistas que visitan un país situado a la altura del ecuador se le suele hacer un “experimento” para mostrarle otra diferencia entre el hemisferio norte y sur que consiste en verter agua en un recipiente con un sumidero y ver que el agua gira en un sentido u otro según se esté por encima o por debajo del ecuador, es un truco. Realmente seria así, debido a la aceleración de Coriolis producida por el giro de la Tierra, si el recipiente fuese una piscina enorme con el agua en un estado de reposo absoluto y un sifón perfecto (el efecto se pone de manifiesto en el giro de los huracanes). Lo que se hace con los turistas es un truco burdo, usted mismo puede hacer el experimento en su casa y verá que unas veces gira el agua de una forma y otras en el sentido contrario según vierta el agua sobre el recipiente. Por mi lavabo en Valparaíso y en Fuente Obejuna el agua va en un sentido u otro según vierta el agua sin que se vea influido por el hemisferio en el que me encuentro, el efecto de la aceleración de Coriolis es insignificante, basta con soplar sobre el agua para inducir el giro en la dirección deseada.

Pregunta para los jovencitos que hayan llegado hayáis llegado aquí (los mayores lo saben):   Lo que se ha contado es válido para puntos en latitudes alejadas del ecuador y de los polos, como son Salamanca o Santiago, pero ¿cómo será un analema solar en el ecuador? ¿O la trayectoria del Sol en solsticios y equinoccios? ¿O cómo se verán las fases de la Luna?

Las simulaciones realizadas con Mathematica para elaborar este artículo están disponibles AQUÍ

Este artículo nos lo envía Guillermo Sánchez León, Profesor en la Universidad de Salamanca y autor de más de 100 artículos y ponencias,  algunos de divulgación científica que podéis encontrar en su web. Guillermo ha escrito además varios artículos en Naukas que podéis disfrutar en el siguiente enlace.