¿Cuál es el hecho más fascinante del Universo?
El hecho más fascinante del universo es el hecho de que nos parezca fascinante.
Somos grumos de estrellas desperdigados y vueltos a agrupar. Somos estructuras de átomos capaces de resistirse a la entropía por algún tiempo, a base de azúcar y oxígeno. Somos un montón de órganos que respiran y laten y sienten hambre y sed y caricias en el muslo. Pero, al final del día, sobre todo somos «yo», esa cosa abstracta e intangible que, sin embargo, es nuestro único vínculo con el «ahí afuera». Y ese «yo» no se contenta sólo con comer, con latir, con conseguir azúcar y oxígeno. Ese «yo», tan a menudo, se para muy quieto sobre sus dos patas, entorna extrañamente los ojos y se sorprende: «¡cómo mola!, ¡qué bonito!, ¡esta cosa me fascina!».
Percibimos belleza abstracta, componemos canciones, experimentamos placer ante estímulos que no son directamente útiles… somos un universo que se mira a sí mismo y, al hacerlo, siente cosquillas en el ombligo. Eso me parece fascinante.
Coda:
La palabra fascinante proviene de fascinare en latín: causar o producir mal de ojo, encantar, hechizar. Fascinare, a su vez, es un verbo de acción formado a partir de la palabra fascinus, que significa principalmente maleficio, encantamiento pero también miembro viril y, más concretamente, miembro en erección. Esta polisemia se debía, probablemente, a la costumbre de los romanos de colocar a los niños (también en la entrada de las casas y otros lugares) un pequeño colgante con forma de falo, el fascinum, para prevenir la fascinación (léase: los encantamientos). La idea era que, la visión del objeto obsceno obligaría a apartar la mirada y, con ella, el mal de ojo. La etimología es algo más compleja y podéis leerla en detalle aquí, pero no deja de ser divertido que hoy digamos ¡es la polla! para referirnos a cosas que nos parecen fascinantes.
Curiosa por vocación. Estudié Bachillerato científico, me licencié en Bellas Artes y estudié los primeros años del Grado Superior de Piano. Pero, pincel y partitura en mano, volví a echar de menos la ciencia. Fue eso (o la curiosidad) lo que me llevó a colaborar con diversos blogs de divulgación científica a estudiar el grado en Física. Actualmente me dedico al diseño de productos digitales y a la divulgación de ciencia, música y tecnología.