Bardenas Reales: Confusión en el campo de tiro

Por Colaborador Invitado, el 21 febrero, 2017. Categoría(s): Escepticismo

Las Bardenas Reales es un parque natural situado en la Comunidad Foral de Navarra, lindando con la provincia de Zaragoza. Es un entorno desértico, de aspecto casi marciano, que alberga en su interior el Acuartelamiento Aéreo Bardenas. En la actualidad, es la Unidad del Ejército del Aire cuya misión principal es la formación de pilotos de combate en el tiro aire–tierra, labor que bajo diferentes dependencias orgánicas, ha sido continua desde su creación en 1951 [1]. Para cumplir esta misión, el acuartelamiento dispone de un polígono de tiro de 2200 hectáreas.

Justo antes de llegar a la localidad de Arguedas un camino se adentra en el parque. Unos kilómetros más adelante, se llega a la entrada del cuartel donde la carretera se divide para poder rodear el campo. Hoy día es habitual ver coches de turistas rodeándolo sin problemas. Solo en contadas ocasiones, la carretera es cortada por motivos de seguridad durante distintos los ejercicios y maniobras de tiro que se llevan a cabo rutinariamente en el polígono.

Dentro del polígono, existen dos torres para realizar el control y seguimiento de las prácticas: la llamada Torre Principal, y a unos 1500 metros, la Torre Auxiliar. Desde las torres se puede observar toda la zona de blancos, una extensión amplia de terrenos con diversos tanques y aviones obsoletos cuya única utilidad es ser bombardeados y ametrallados. Además de las torres, hay un Observatorio, un montículo de unos 50 metros de altura situado junto al cuartel, desde donde se domina todo el polígono, aunque más alejado de los blancos que las torres.

 

Torre principal del Campo de tiro de Bardenas Reales, vista desde el observatorio (Foto: J. Plaza)
Torre principal del Campo de tiro de Bardenas Reales, vista desde el observatorio (Foto: J. Plaza)

Fue en este lugar, donde una noche de enero de 1975 una patrulla de vigilancia fue testigo del avistamiento de un fenómeno que no fueron capaces de identificar. Como era habitual en aquellos tiempos, se nombró un juez informador que llevó a cabo una investigación. El expediente quedó finalmente clasificado como materia reservada.

En 1992 comenzó el proceso de desclasificación de los archivos OVNI del ejército, quedando disponibles para el público general en la biblioteca del Cuartel General del Aire. Desde octubre de 2016, la mayoría de ellos están accesibles desde internet a través del portal de la Biblioteca Virtual de Defensa [2]. Solo 9 de los expedientes se consideran hoy día sin explicación, siendo uno de ellos el expediente 750102, que corresponde al avistamiento de Bardenas Reales.

Las ¿investigaciones?

2 de Enero de 1975, 23 h. Una patrulla formada por cuatro soldados y un cabo se halla de vigilancia al pie de la torre principal, cuando una luz roja aparece en un extremo del campo. Tras permanecer inmóvil unos minutos, se eleva y desplaza hacia la Torre  Auxiliar. Al llegar, cambia de dirección hacia ellos, se eleva nuevamente y desparece.

Tras avisar del suceso al sargento primero de guardia situado en el cuartel, una segunda luz aparece

de nuevo en el mismo punto que la anterior, y realiza similares maniobras, lo cual es observado tanto por la patrulla desde la torre principal, como por el sargento primero desde el observatorio.

Al día siguiente, el teniente al mando del polígono redacta un informe sobre el suceso, y dos días después la noticia aparece por primera vez en la prensa [3]. El día 7 se nombra un Juez informador, que toma declaración a los testigos el día 8. El día 9 de Enero, emite un informe en cuyas conclusiones señala que:

“De dichas declaraciones se puede deducir que efectivamente apreciaron algo extraño, distinto en sus movimientos y características a las aeronaves conocidas en la actualidad.”

 El 11 de Enero se ordena el archivo del expediente, y adjunta la visión personal del Teniente General jefe de la III Región Aérea, despachándolo de esta manera:

 “Las luces o efectos de luz observados pueden haber sido producidos por el halo de la luna, luz de alguna estrella, o de algún tractor cercano, al atravesar alguna de las capas de niebla o bruma que intermientemente pasaban sobre el Polígono, provocando un efecto óptico que haga creer en la existencia de un cuerpo iluminado en movimiento”

Argumentos similares habían aparecido en la prensa apenas unos días antes [4]. Como salta a la vista, en apenas cuatro días el expediente se abrió y cerró en falso sin una investigación real.

A pesar de que el expediente quedó clasificado como reservado, era solo cuestión de tiempo que alguien, en este caso el periodista navarro J.J. Benítez, llegara finalmente a los testigos y obtuviera sus testimonios, lo cual consigue en 1976 [5,6]. No solo llegó a los testigos, sino que en octubre de ese mismo año consigue también tener acceso al expediente clasificado [7].

De las pocas novedades que aporta el relato de Benitez, añade el de un avistamiento más en el mismo sitio el día 5, del cual no hay información en el expediente oficial.

Finalmente, en los años 90 los periodistas Bruno Cardeñosa e Iker Jiménez llegan a entrevistar a algunos testigos del avistamiento del día 5, a quien fue el Teniente jefe del polígono, e incluso al juez informador del expediente. [8,9]

Podría pensarse que con tanto investigador de por medio, se debería haber obtenido información suficiente como para poder analizar el caso con cierto detalle. Pero no. A una investigación oficial pensada para dar carpetazo y que «pase el chaparrón» lo antes posible, le siguieron reportajes periodísticos y libros cuyo único objetivo es poner los pelos como escarpias, en vez de intentar entender qué ocurrió realmente.

El resultado: en vez de aclarar las contradicciones que surgen desde el primer día, se aumenta la confusión sobre lo que ocurrió en el campo de tiro de Bardenas Reales.

2 de enero

El primero de los informes sobre los hechos lo realiza Teniente comandante del polígono. El día 3,  la mañana siguiente a los hechos, recibe una llamada de la Guardia Civil de Arguedas, a quienes la Comisaría de Policía de Tudela les pregunta si «había caído algún avión». Relacionando la pregunta con los hechos de la noche anterior, es cuando se decide a preguntar a los testigos, y escribir el informe.

Según le cuentan, sobre las 23 h:

– Aparece un objeto con luces rojas y destelleantes en dirección al Blanco Nº1, a unos 4 km en el NE del campo.

– Es un punto inmóvil, pero a los 5 minutos se eleva unos 25 metros del suelo.

– Se mueve en dirección NO hacia la torre auxiliar.

– En ese punto gira hacia la torre principal (donde está la patrulla)

«Da un rodeo a ésta y gira 180 grados»

–  Coge velocidad y altura, y desaparece en dirección S

Y cinco minutos más tarde:

– Aparece otro objeto con luces blancas o ámbar de gran intensidad, en el mismo lugar que el anterior.

– Se desplaza lentamente en la misma dirección que el anterior

– Al llegar a la torre auxiliar, cambia de dirección y desaparece en dirección norte.

Y adjunta un croquis con lo que se deduce de la declaración de la patrulla, donde lo primero que llama la atención es que el primer OVNI lo dibuja saliendo por el noroeste del campo, no por el sur como escribe.

 

Croquis dibujado por el Teniente jefe del campo de tiro.
Croquis dibujado por el Teniente jefe del campo de tiro.

¿Por qué? Una idea, aunque es solo especulación: el Teniente escribe el informe al relacionar el suceso con una pregunta que hace la policía de Tudela, ciudad al suroeste del campo. Quizás el Teniente dedujo por su cuenta y riesgo que tras abandonar el polígono, el OVNI se dirigió hacia Tudela, varios kilómetros al suroeste del polígono.

El día 8 la patrulla de la torre declara ante el juez informador. Los testimonios son básicamente coincidentes entre ellos, y todos de forma unánime dicen que OVNIs aparecen en el sureste del campo.

Entonces, ¿sureste o noreste del campo? ¿Por donde aparecen los  OVNIs? El campo se orienta en el eje sureste – noroeste. Es una indicación bastante genérica que no es tan específica como declararon ante el Teniente. ¿Es una confusión del juez informador, o los testigos cambiaron de versión?

 

Plano del campo de tiro de Bardenas Reales. La aparición de los OVNIs según lo declarado al Teniente jefe del campo (azul), y lo relatado a J.J. Benítez (rojo), que parece coincidir con lo declarado al juez informador. (Elaboración propia a partir de  http://fototeca.cnig.es)
Plano del campo de tiro de Bardenas Reales. La aparición de los OVNIs según lo declarado al Teniente jefe del campo (azul), y lo relatado a J.J. Benítez (rojo), que parece coincidir con lo declarado al juez informador. (Elaboración propia a partir de  http://fototeca.cnig.es)

Cuando Benítez localiza los testigos en 1976, primeramente le dicen que aparecieron en dirección a una cabaña llamada «Zapata». Esta se halla junto a la carretera que bordea el campo, en el extremo sureste, como parece que le dijeron el día 8 al juez. Pero también le dicen que una vez terminado el avistamiento, la luna comenzó a salir por el mismo punto en que aparecieron los OVNIs. La luna aquella noche salió a las 23:30, en dirección este. Es decir, desde la torre principal, mirando en más o menos dirección al blanco principal.

El juez, que debería conocer el informe de Teniente, no se molestó en aclarar esta contradicción. Benítez, tras obtener el expediente clasificado, por lo visto tampoco.

En la declaración ante el juez informador, los movimientos de los OVNIs declarados son similares a los descritos ante el Teniente, salvo detalles. Las luces ascienden, y se desplazan hacia la torre auxiliar, pero uno de los soldados dice al juez que tras elevarse, la primera se desplazó pegada al suelo, lo que suena bastante extraño.

Aunque más extraña es la siguiente maniobra del primer OVNI, ya que al llegar a la torre auxiliar, e ir hacia la principal, según el Teniente:

“… empezó a elevarse de nuevo, al mismo tiempo que se trasladaba en dirección a la Torre Principal (donde se hallaba la Patrulla) y dando un pequeño rodeo a ésta, giró alrededor de la Torre unos 180º, y tomando gran velocidad y altura desapareció en dirección S”

 pues un giro de 180º daría a enteder que volvió por donde vino. El croquis tampoco aclara mucho qué intentaba describir. El dibujo aparenta una trayectoria curva, en vez de un desplazamiento directo entre ambas torres, como parecen decirle al juez y a Benítez.

Por su parte, Benítez en [6] muestra un dibujo-esquema en el que el OVNI sale en dirección sur o sureste aproximadamente, aunque en ningún momento en el texto lo mencionan los testigos. ¿Es lo que le dijeron, o lo extrajo del informe del Teniente? En todo caso, le tendría que haber extrañado que el juez informador dijera otra cosa, así como el croquis del Teniente.

Según el croquis del Teniente, el primer OVNI se iría del campo pasando entre la torre principal y el cuartel, distantes entre sí alrededor de mil metros. Si así hubiera sido, algún soldado de vigilancia en el cuartel podría haberlo visto pasar. El juez informador revela que los gritos nerviosos de la patrulla se oían desde el cuartel. Pero, ¿nadie se asomó a ver qué pasaba?. No lo sabemos. No sabemos si hubo más testigos, ni si acaso se buscaron.

tabla

5 de enero

El avistamiento del 5 de enero no aparece reflejado en el informe oficial, sino que sabemos de él por Benítez, y posteriormente por Cardeñosa y Jiménez. No hay muchos detalles en torno a este avistamiento, pero como no, existen diferencias según quien lo relate.

Cuenta Benítez, que esta vez se ven las luces desde el cuartel y avisan a la torre principal. Aparecen en el mismo lugar que las anteriores, sin especificar cual es ese sitio, así que debemos sobreentender que es en dirección a la cabaña de Zapata. Son cuatro luces juntas. Entonces, se avisa al suboficial de guardia, y con un jeep se desplazan al encuentro de los objetos, pero cuando van de camino hacia la torre auxiliar, las luces se elevan y desaparacen.

Un simple vistazo al mapa nos indica que para ir hacia la cabaña de Zapata no hay que pasar por la torre auxiliar, sino que hay ir por la carretera que bordea el campo. En cambio, para ir hacia los blancos, sí hay que ir en primera instancia hacia la torre auxiliar. Nos encontramos de nuevo con el dilema de «¿donde apareció el OVNI?».

Bruno Cardeñosa e Iker Jiménez localizan a uno de los testigos del día 5 en Ejea de los Caballeros. Y la historia que les cuenta es diferente. Para empezar, es él quien ve las luces y da la alarma. Pero no son cuatro luces, sino un haz de luz blanquecina, que estuvo por la zona de blancos nada menos que 45 minutos, hasta que desaparece cuando van con el jeep hacia donde está.

Para terminar de añadir confusión, Jiménez en sus libros presenta una foto de las torres de vigilancia del cuartel (que nada tiene que ver con la torre principal o la auxiliar) con la leyenda: «Torre de vigilancia del polígono militar desde la que se dio la voz de alarma» [8, 9]. ¿Dónde estaba entonces el testigo? ¿En la torre principal? ¿O en las torres del cuartel? Siendo Jiménez, tampoco sorprendería que hiciera una foto desde la carretera al exterior del cuartel, y la usara para ilustrar su libro, porque total, pocas personas van a reconocer que esa no es la torre principal.

tabla2

Según siguen contando Cardeñosa y Jiménez, al final llegaron con el jeep donde presuntamente estuvo el OVNI, encontrando un terreno quemado. La conclusión de los mandos es que fue la acción de unos cazadores furtivos. Visto cómo se despacharon los OVNIs del día 2 como reflejos de la luna, parece otra respuesta rápida para quitarse el marrón de encima.

En todo caso, no deja de resultar curioso como en 1976 Benítez recelaba de esa explicación:

“¿Desde cuándo los cazadores entraban en el Polígono de Tiro de Bardenas Reales” [5]

Y solo un año después, escribía:

“Aquella noche [2 de enero] y en la mencionada caseta de «Zapata» se encontraban ocultos dos vecinos de la localidad de Arguedas … Dos vecinos que -como otras veces- habían atravesado la muga para cazar furtivamente

Aquellos hombres – con los que pude entrevistarme y cuyos nombres conservo también en mis archivos – habían visto las luces a poco menos de 100 metros y – despavoridos – huyeron campo a través.” [6]

dándole así credibilidad al argumento de los furtivos que tanto le extrañaba. De esos vecinos nunca más se supo, ni nadie volvió a entrevistarlos. Una pena que lo único reseñable que Benítez consideró de ese testimonio es que salieron corriendo.

Poniendo orden

La pregunta obvia es si se puede poner algo de orden entre estos datos contradictorios. Es lo mínimo necesario si quiere arrojar algo de luz.

Quizás lo mejor es empezar por el avistamiento del día 5, y por qué no está en el expediente oficial. Y la respuesta puede venir de manos de Cardeñosa y Jiménez. Uno de los testigos que entrevistan en Ejea de los Caballeros afirma que «allí se veían cosas todos los días y luego resultaban ser reflejos»[8]. También entrevistaron al Teniente Campos Pecino, el jefe del polígono en 1975, que les dice que tras el día 2 se generó «una psicosis de luces que me obligó a cortar con todo aquello». Además, también les dice que cuando el juez informador se iba, le espetó: «¡Oye Campos, que a mí no me has contado todo, dicen los soldados que aquí hubo más luces otras noches!» [8, 9]

En realidad, la primera (y única) referencia que hay del avistamiento del día 5 es de Benítez [5]. Tras el avistamiento del día 2, es a partir del día 5 cuando comienzan a publicarse noticias.

Los relatos de Benitez y Carballal/Jiménez son tan diferentes que parecen dos avistamientos distintos. Y en realidad, ¡es probable que lo sean!. Uno de los testigos de Jiménez fue entrevistado en 2015 en un Podcast [10], y decía que su avistamiento ocurrió a entre Noviembre y Diciembre de 1974. ¡Antes del descrito en el informe oficial!

Ese avistamiento dispara entonces una psicósis de luces (que incluiría el del día 2), y deja a los soldados en alerta ante cualquier luz. Que Benítez desvele un posible avistamiento el día 5 puede responder simplemente a que coincidió con un testigo que vio una de tantas luces ese día. Si hubiera coincidido con un testigo disinto, que le tocara la guardia otro día, entonces el segundo avistamiento quizás tuviera otra fecha.

Que esos días hubiera una psicosis de avistamientos nos puede llevar a intentar ordenar las siguientes ideas: ¿por qué de las contradicciones, en particular en la aparición de los OVNIs? ¿Aparecieron hacia el blanco principal, al sureste, o hacia la cabaña de Zapata? Da la impresión de que estarían mezclando datos de las diversas alarmas durante esos días de psicosis.

Quizás el relato más fiable sea el informe del Teniente jefe del campo, pues no habían pasado ni 24 horas desde el doble avistamiento del día 2.

Hipótesis racionales

A pesar de las dificultades para establecer correctamente los hechos, los movimientos y dinámica del doble avistamiento del día 2, se han considerado algunas hipótesis para intentar explicarlo. La primera, como ya sabemos, es la hipótesis de la luz lunar jugando malas pasadas a través de la bruma, esgrimida por el Teniente General Iribarnegaray a los pocos días.

Obviamente, era una excusa para zanjar el asunto, y es tan fácil refutarla como verificar que la luna aquella noche salió a las 23:30, cuando los OVNIs ya habían desaparecido. Además de que los movimientos aparentes reportados no parecen posibles por muchos efectos ópticos que se tengan en cuenta. El origen de esta explicación podría estar en el Teniente jefe del polígono. Escribe en su informe que tras ser avisado sobre lo ocurrido, sobre las 23:30 precisamente, sale del cuartel para observar el campo, pero lo único que pudo ver fue la luz de la luna disipándose entre la bruma, en el lugar por el que aparecieron los OVNIs. Posiblemente sea esta la «inspiración» del Teniente General jefe de la Región Aérea para sugerir la explicación y dar carpetazo al expediente.

Tras la desclasificación, la siguiente explicación racional que surgió proponía el vuelo de helicópteros por la noche en el campo. A pesar de las conclusiones del juez informador de que los OVNIs hicieron movimientos que no corresponden a aeronaves conocidas, lo cierto es que los movimientos no son raros en absoluto para un helicóptero: estacionario, ascenso lento, desplazamientos en horizontal, y desparición en ascenso. Todo ello en 15 minutos cada uno de los OVNIs, hace que la velocidad de desplazamientos no sea elevada.

El principal punto en contra de esta explicación es la ausencia de ruido, en particular cuando los objetos se acercan a las torres auxiliar y principal. Por otro lado, de ser correcta, llevaría a preguntarse qué haría un helicóptero (posiblemente militar) a esas horas en esa zona, sin avisar a nadie,  pero con un potente foco iluminado la zona.

Hace ya tiempo, en un intercambio casual de emails, leí un comentario sobre que el fenómeno fue provocado por las luces de algún vehículo circulando por la carretera que bordea el campo. La idea en principio no es descabellada, pues los OVNIs aparecieron en la misma zona donde la carretera comienza a ser visible desde la torre principal, y discurre en dirección a la torre auxiliar, que se corresponde con el desplazamiento de los objetos.

El análisis de esta hipótesis pasa por estudiar el terreno, y comprobar qué movimientos aparentes se observarían desde la torre cuando un vehículo, como por ejemplo un tractor, circula por la carretera. Y ese análisis revela hay aspectos que pueden cuadrar con esta explicación:

– En la zona de aparición de los OVNIs, exisitían en 1975 (y existen hoy día) cultivos y arados. La primera impresión de la patrulla es que se puede tratar de un tractor, porque no era infrecuente que tractores circularan por ahí, e incluso que entraran al interior del polígono (El polígono, no está vallado. Ningún obstáculo físico, aparte de la orografía, impide el paso de vehículos)

– El campo está rodeado de montañas, pero a los objetos no se les ve llegar volando, sino que aparecen directamente en el suelo, o a baja altura. Un vehículo por la carretera no sería visto hasta llegar a ese punto de la carretera, apareciendo de repente.

– Cuando aparecen por primera vez, los OVNIs permanencen estáticos durante unos minutos. Por la orientación del primer tramo de carretera visible respecto a la torre principal, esa sería la percepción de un vehículo circulando por ese tramo.

 

Primer tramo de carretera visible desde la torre principal (en rojo). Un vehículo circulando por él aparentaría estar estático. (Datos elaborados a partir del Modelo Digital del Terreno – MDT05 LIDAR. Hoja 0245 MTN50. LiDAR-PNOA (c) Instituto Geográfico Nacional de España)
Primer tramo de carretera visible desde la torre principal (en rojo). Un vehículo circulando por él aparentaría estar estático. (Datos elaborados a partir del Modelo Digital del Terreno – MDT05 LIDAR. Hoja 0245 MTN50. LiDAR-PNOA (c) Instituto Geográfico Nacional de España)

– Todos los testigos dicen que los OVNIs se elevan unos 25-50 metros. Por la elevación de las montañas tras la carretera, no habrían superado su altura, y no se apreciarían volando por encima, sino con ellas como fondo. La sensación de luces volando sería un error de percepción. Pero además, uno de los testigos uno dice que los OVNIs, después de «ascender»,  se trasladaron cercanos al suelo.

– Los testigos dicen que las luces eran intermitentes. El terreno es en realidad muy irregular, de forma que la carretera en ocasiones deja de estar visible brevemente. Podría dar una sensación de intermitencia. También las luces giratorias de los tractores darían la impresión de intermitencia.

– Desde la carretera, salen caminos que suben por las montañas, en dirección norte, o noreste, que es como desapareció el segundo OVNI.

– Uno de esos caminos, realiza un giro que recuerda al dibujado por el Teniente en el croquis.

– El recorrido visible hasta la torre auxiliar tiene unos 5 Km de longitud. Un tractor a 20 km/h de media, tardaría 15 minutos en recorrerlo. Es es el tiempo que tardaron los OVNIs en hacer el recorrido.

Recorrido entero de la carretera y sus desvíos hacia la montaña. En rojo, las zonas visibles desde la torre principal. (Datos elaborados a partir del Modelo Digital del Terreno – MDT05 LIDAR. Hoja 0245 MTN50. LiDAR-PNOA (c) Instituto Geográfico Nacional de España)
Recorrido entero de la carretera y sus desvíos hacia la montaña. En rojo, las zonas visibles desde la torre principal. (Datos elaborados a partir del Modelo Digital del Terreno – MDT05 LIDAR. Hoja 0245 MTN50. LiDAR-PNOA (c) Instituto Geográfico Nacional de España)

Pero por desgracia, no todo cuadra:

– El extraño acercamiento del primer OVNI hacia la torre principal solo podría ser debido a un error de percepción muy exagerado debido al estrés y la sorpresa. Es una petición muy exigente.

– En la carretera, en el sentido que se recorrería, no hay ningún tramo que pueda aparentar un ascenso notable como el declarado. En cambio, hay un tramo sí podría aparentar una bajada pronunciada, pero ningún testigo declara nada parecido ni que lo sugiera, a excepción del que dice que el objeto se desplazó cercano al suelo.

– El tramo de carretera más cercano a la torre auxiliar en realidad solo es visible si los testigos estuvieran en lo alto de la torre principal. Por lo que declaran, estaban al pie de ésta.

– Al igual que con el helicóptero, el ruido es un problema, pues en un entorno como Bardenas Reales, en silencio absoluto y rodeado de montañas, es fácil percibir sonidos lejanos, y un tractor o vehículo, aunque no tan ruidoso como un helicóptero, se podría llegar a oír.

Conclusiones

El caso de Bardenas Reales es un clásico de la ufología española. Por unos u otros motivos, la investigación oficial fue una pantomima. El estado de psicosis de luces, como lo denomina el Teniente jefe del polígono, hizo que se vieran diversas luces, pero solo transcendió uno avistamiento más el día 5. En algún momento, hablando unos soldados con otros en aquellos días, puede que mezclaran experiencias y finalmente aparecieron contradicciones que no se aclararon en el día (sí, en singular) de la investigación oficial.

Los periodistas que se interesaron posteriormente por el caso no lo hicieron mucho mejor, siempre más preocupados por el cuentakilómetros y en resaltar el miedo, el desconcierto, o el secretismo militar, que en poner en orden los datos. Paradigmático es el caso de Cardeñosa y Jiménez, cuyo testigo discrepa en la fecha que ellos dicen.

Hoy, después de 40 años, parece difícil poder encontrar esos detalles que puedan llevar a respuestas certeras. Por ejemplo, un relato mucho más detallado del Sargento Primero, que vio el segundo OVNI desde el observatorio con un punto de vista muy distinto, podría haber sido de utilidad. Igual con los presuntos cazadores furtivos que JJ Benítez dijo haber entrevistado.

Existen propuestas de explicaciones racionales, aunque no parece que puedan explicar lo sucedido el día 2, al menos sin asumir suposiciones arriesgadas y difíciles de probar. Respecto al día 5, los datos en realidad son bastante escuetos.

Bardenas Reales seguirá siendo un caso inexplicado. Y quizás sea un ejemplo de cómo una mala investigación inicial dificulta mucho obtener certezas.

 

Este artículo nos lo envía Julio Plaza (@gluonconleche). Físico e investigador en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial. Autor del blog Gluon con Leche. Agradezco a Vicente Juan Ballester Olmos toda la información que tenido la amabilidad de compartir.

Referencias

 [1] Acuartelamiento Aéreo Bardenas. Unidades del Mando Aéreo General (MAGEN).

[2] Expedientes OVNI en la Biblioteca Virtual de Defensa

[3]“Un objeto volante no identificado, en la zona militar de las Bardenas Reales.  ABC (05/01/1975). Pag. 33.

[4] Eran efectos ópticos producidos por el halo de la luna. ABC (09/01/1975). Pag 36.

[5] “Bardenas”. J.J. Benítez. Diario Las Provincias (Valencia) 06/03/76

[6] “100.000 kilómetros tras los OVNIs”. J.J. Benítez. Plaza&Janés (1978)

[7] “OVNIs: Documentos oficiales del Gobierno Español”. J.J. Benítez. Plaza & Janés. (1977)

[8] “Enigmas sin resolver”. Iker Jiménez. EDAF (1999)

[9] “Encuentros. Historia de los OVNIs en España”. Iker Jiménez. EDAF (2003)

[10] Las Bardenas Reales: Caso Ovni. Podcast Tras la sombra de la verdad.



Por Colaborador Invitado, publicado el 21 febrero, 2017
Categoría(s): Escepticismo