¿Cuánta leche da una vaca?

Por Colaborador Invitado, el 22 mayo, 2017. Categoría(s): Biología • Divulgación
Vaca frisona, principal raza productora de leche
Vaca frisona, principal raza productora de leche

No deja de resultar sorprendente la variedad de ofertas de leche y productos lácteos que hay disponibles en las estanterías de los supermercados. Desde que nuestros padres o abuelos iban a la lechería del barrio, donde el vaquero tenía a sus vacas en el patio o bajos de su casa ha llovido mucho y los hábitos de consumo, así como la oferta, han evolucionado de forma vertiginosa.

Variedad de productos lácteos en un supermercado
Variedad de productos lácteos en un supermercado

Situémonos y reconozcámoslo: hoy uno se encuentra con una tan amplia oferta que puede llegar a resultar complicado decidirse e incluso entender lo que a uno le ofrecen.

Todo empezó con la leche descremada, hasta ahí resultó sencillo discernir las ofertas, pero hoy tenemos, además: leche semidescremada, con calcio, descremada con calcio, con vitaminas, con jalea real, con miel, con fibra y las más diversas combinaciones de cada una de ellas. Eso por no entrar en sus derivados: yogur, natillas, quesos, cuajada, nata, mantequilla, etc., etc., etc.

A mí me parece muy bien que las empresas que comercializan lácteos nos ofrezcan una variedad tan rica de productos, que cada uno elija el que más le guste.

Sin embargo; no deja de resultar curioso constatar lo poco que la sociedad en general sabe del origen de la leche, que por muy variada que sea y por muchas presentaciones distintas que tenga, tiene un único y noble origen: la vaca lechera. Un animal único, con una mirada tierna que, a mí personalmente, me conmueve.

Así que, sin más preámbulos, vamos a tratar de explicar cuánta leche da una vaca y cuál es el proceso que desata tan maravilloso manantial que, poco más tarde, inundará las estanterías del supermercado que frecuentamos.

Al igual que sucede con la especie humana, el proceso que desencadena la producción de leche no es otro que el parto (las vacas no dan a luz, eso está reservado para las mujeres, según el diccionario de la R.A.E. aunque sí se puede usar el verbo alumbrar para referirse al nacimiento de una cría animal). Lo que pasa es que la vaca no es una máquina que produce X litros de leche al día, no, las cosas resultan ser un poco más complejas.

La primera secreción de las glándulas mamarias se denomina calostro. La placenta de las vacas –contrariamente a la de las personas- no permite el flujo de anticuerpos desde la madre al feto ya que la unión entre las membranas maternas y fetales no es tan íntima como en las personas.

A la izquierda, placenta sindesmocorial, propia de los bovinos en la que numerosas capas de tejido evitan la transferencia de IgG. A la derecha, placenta hemocorial, propia de humanos en la que el epitelio de las membranas fetales conecta directamente con el flujo sanguíneo materno, permitiendo así el trasvase de IgG durante la gestación
A la izquierda, placenta sindesmocorial, propia de los bovinos en la que numerosas capas de tejido evitan la transferencia de IgG. A la derecha, placenta hemocorial, propia de humanos en la que el epitelio de las membranas fetales conecta directamente con el flujo sanguíneo materno, permitiendo así el trasvase de IgG durante la gestación

Esa transferencia de defensas, por tanto, debe producirse tras el parto y el mecanismo que la naturaleza usa para ello es el calostro. Éste es un líquido muy rico en anticuerpos –fundamentalmente inmunoglobulinas G (IgG)- que debe ser administrado en las seis primeras horas tras el nacimiento para que se absorba y esas IgG estén presente en el suero del neonato y le protejan de posibles infecciones. Si el calostro se administra más tarde, el intestino del ternero ha perdido gran capacidad de absorción y el animal tendrá menos defensas disponibles y será más susceptible por tanto a sufrir el ataque de gérmenes patógenos. El calostro comienza a ser segregado antes del parto y su producción se interrumpe unas pocas horas post alumbramiento, a partir de ahí, comienza la producción láctea.

Como puede verse en la figura 4, la producción inicial, inmediatamente tras el parto, es más bien moderada (moderada en parámetros de vaca) y va creciendo hasta alcanzar un pico que puede llegar a ser de 40 litros al día. A partir de ahí va descendiendo hasta que se acerca un nuevo parto y se corta la producción de leche (aproximadamente dos meses antes de la llegada de un nuevo ternero), de modo que la vaca pueda recuperarse para un nuevo ciclo.

Algunas vacas llegan a producir 20.000 litros en una lactación, en los 9-10 meses que ésta dura, aunque lo normal es que se sitúe alrededor de los 12.000.

Producción de leche en Kgs tras el parto y hasta el secado
Producción de leche en Kgs tras el parto y hasta el secado

¿Por qué estos cambios en la cantidad de leche producida?: Esto no es más que el proceso natural de producción según las necesidades que tiene el ternero: cuándo la cría nace, su único alimento es la leche, conforme su peso aumenta, sus necesidades van aumentando y requerirá mayor cantidad de leche hasta que el ternero inicia el consumo de otros alimentos sólidos como el forraje, pasto, etc. y a partir de ahí la cantidad de leche que necesita comienza a disminuir.

La selección genética, el manejo cuidadoso y una sanidad exquisita han mejorado de forma espectacular la producción lechera, así que, hoy día hay vacas seleccionadas que, con una alimentación diseñada al milímetro y con temperatura ambiente regulada (calefacción en invierno y vaporización en verano) llegan a producir la friolera de 217.000 litros en 11 años, record Guinness que ostenta una vaca canadiense. Estas aplicaciones tecnológicas explican que encontremos en los supermercados leche en abundancia, asequible y saludable. Tanto es así que el consumo per cápita de leche y derivados en España es de unos 90 litros a los que hay que añadir unos 30 Kg de derivados lácteos.

La leche materna es el único alimento específicamente desarrollado por la naturaleza para ser consumido, me explico: un pepino no está diseñado para ser comido sino para portar las pepitas que en un futuro podrían dar lugar potencialmente a otros pepinos. Lógicamente la leche de vaca está diseñada por la naturaleza para alimentar a un ternero, pero aun así es un alimento rico, digestible y muy sano, para todas las edades, pero muy especialmente para niños y ancianos ya que aporta proteína de alta calidad, vitaminas y calcio.

En nuestro país hay unas 800.000 vacas lecheras, somos un país netamente importador de leche. Ya que solo producimos un tercio de lo que consumimos.

Este artículo nos lo envía Juan Pascual (podéis seguirlo en twitter @JuanPascual4 o linkedn). Me licencié en veterinaria hace unos cuantos años en Zaragoza y he desarrollado mi vida profesional en el mundo de la sanidad animal, de ahí mi interés en divulgar lo que los animales aportan a nuestro mundo actual. Soy un apasionado de la ciencia. Creo que es fundamental transmitir el conocimiento científico de una manera sencilla para que los jóvenes se enganchen pronto y para que la sociedad conozca más y mejor lo mucho que la ciencia aporta a nuestro bienestar. Viajar es otra de mis pasiones junto con la literatura, que no deja de ser otro modo de viajar.

Puedes leer todos sus artículos en Naukas en este enlace.

Referencias científicas y más información:

Guinness world record book. Greatest milk yield by a cow lifetime.

Canadian cow surpases world milk yield record. July 2012

Estudios e informes sobre consumo de leche y lácteos. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. 2013

Chester-Jones. Colostrum. Minnesota University, 2009

Elizondo Salazar, Importancia y manejo del calostro en el ganado de leche. Curso RAPCO en ganado de leche. 2007

Borghesi et al. Immunoglobulin transport during getation in domestic animals and humans. A review. Open journal of animal sciences, 2014, 4, 323-336



Por Colaborador Invitado, publicado el 22 mayo, 2017
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