Colesterol, el Frodo de nuestra Tierra Media

Por Colaborador Invitado, el 29 marzo, 2018. Categoría(s): Divulgación • Medicina • Química
Colesterol, el Frodo de nuestra Tierra Media
Colesterol, el Frodo de nuestra Tierra Media

En los años 50, un profesor de la universidad de Oxford llamado J.R.R. Tolkien[i] revolucionó el mundo literario anglosajón, elevando hasta el olimpo de los Best Sellers el género literario de la novela fantástica, que hasta ese momento era casi inexistente. Tardó 20 años en crear unos de los libros más famosos de la historia, el conocido Señor de los Anillos[ii] (The Lord of the Rings). Poco hay que decir de esta saga que no se sepa… millones de libros vendidos en todo el mundo y varias películas, incluyendo la más oscarizada de la historia (11 premios para El Señor de los Anillos – El Retorno del Rey[iii]). La influencia sobre los autores de literatura fantástica posteriores es ineludible.

J.R.R. Tolkien fue uno de los miles de jóvenes británicos que lucharon en la terrible Primera Guerra Mundial (WWI). Se alistó voluntario con 18 años, como gran parte de los jóvenes ingleses, y pasó 3 años en las trincheras[iv]. Tolkien sobrevivió a la guerra, pero perdió gran parte de sus amigos de la infancia y tuvo secuelas durante toda su vida. En su libro subyace una moraleja poca gente conoce.

El personaje principal de esta historia es un hobbit llamado Frodo Baggins, un insignificante joven que vive en la Comarca, una de las zonas más pacíficas de la Tierra Media, donde son ajenos a los malignos devenires del entorno. La historia es conocida por todos: Sauron, un ser muy maligno, que quiere hacer daño a todo el que se le cruce, quiere recuperar su anillo, arrebatado cientos de años atrás por Elfos y Humanos. En un momento de la historia, cuando todos los grandes personajes se encuentran reunidos para decidir cómo van a destruir dicho anillo, Frodo se presenta voluntario para llevarlo hasta el Monte del Destino, en plena casa de Sauron, el maligno. Parece un acto intrascendente, pero para Tolkien supone el centro sobre el cual gira toda la historia.

Igual que Tolkien se alistó en la WWI sin ser consciente del infierno que le esperaba, Frodo se lanzó a un infierno desconocido, al responsabilizarse de la destrucción del anillo, habiendo otros mucho más preparados que él para hacerlo. Frodo era Tolkien, y Tolkien era Frodo. Además, Frodo, representaba a aquellos miles de jóvenes que se alistaron a la WWI sin saber dónde iban, ni si volverían.

  • ¿Y qué tiene que ver Frodo con el Colesterol? Pues todo…
Estructura química en 2D de la molécula de Colesterol, nuestro Frodo particular.
Estructura química en 2D de la molécula de Colesterol, nuestro Frodo particular.

Colesterol, aterosclerosis y LDL

El colesterol ha sido una de las sustancias que más han fascinado a investigadores de todas las disciplinas y en todas las épocas. En total 13 personas han sido galardonados con el Premio Nobel por descubrimientos relacionados con su estructura, función o su metabolismoviii. El mundo científico ya sabía desde finales del S.XIX que el colesterol estaba relacionado con los problemas cardiovasculares (las cardiopatías isquémicas, CI)[v]. La acumulación de colesterol en vasos sanguíneos provocaba placas de ateroma (aterosclerosis), que obstruían las arterias y provocaban la muerte. Ahora sabemos que la aterosclerosis se forma por acumulación de partículas de LDL. Y el componente principal de las partículas de LDL es el colesterol (llamado LDL-C).

Fases de la evolución de la ateroesclerosis. En su última fase, la placa de ateroma provoca lesiones con hemorragia en las arterias coronarias, con obturación y muerte por cardiopatía isquémica
Fases de la evolución de la ateroesclerosis. En su última fase, la placa de ateroma provoca lesiones con hemorragia en las arterias coronarias, con obturación y muerte por cardiopatía isquémica

En la misma década en que Tolkien publicó su libro, en los años 50, dos investigadores, K. Bloch [vi]y R. Lynen[vii], descubrieron por separado el mecanismo de síntesis de colesterol y de los ácidos grasos a partir de la forma activa del ácido acético (Acetil-CoA). Fue un descubrimiento revolucionario y trascendental, y por ello y por sus posteriores implicaciones recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1964[viii].

Así que las expectativas de crear medicamentos que frenaran la aterosclerosis y redujeran la mortalidad hicieron que la comunidad científica se pusiera on-fire. Habían cargado toda la responsabilidad de esas muertes al colesterol, que era ajeno a su destino. El colesterol se había convertido en el Frodo de toda nuestra sociedad.

Pero ¿sólo el colesterol era sospechoso de causar aterosclerosis?

El LDL está compuesto por colesterol, triglicéridos y algunas proteínas…ix Y pueden tener diferente composición según la proporción de cada uno. Además, existen otras lipoproteínas que mueven colesterol por la sangre… HDL, IDL, VLDL y ULDL[ix]. Pero aún quedaban muchas cosas por descubrir, así que la estrategia fue investigar el papel del colesterol.

Descubrimos las estatinas que inhiben la síntesis de colesterol.

Veinte años después, en la década de los 70, otros dos jóvenes médicos de Dallas, M.Brown y J. Goldstein, describieron el mecanismo de homeostasis del colesterol al identificar los receptores de LDL del hígadoviii, lo que denominamos “colesterol malo”[x]. Pudieron describir, entre otras cosas, cómo el hígado eliminaba el LDL de la sangre. Recibieron el Premio Nobel de Medicina en 1985 [xi].

El tándem Brown & Goldstein, que aún sigue en activo en el mismo laboratorio donde empezaron hace más de 40 años[xii], fue más allá, y colaboraron en el descubrimiento de las estastinas[xiii] (junto al Dr. Endo[xiv]), los medicamentos que bloqueaban la síntesis de colesterol en el hígado. De este modo, se reducía drásticamente el nivel de LDL-C en la sangre al interrumpir su síntesis. Estos medicamentos ayudaron a salvar vidas a enfermos graves con Hipercolesterolemia Familiar, una enfermedad genética sin cura conocida hasta ese momento y que afecta a 1 de cada 500 personas.

Esquema simplificado de la síntesis de colesterol y otros lípidos a partir de Acetil-CoA. Las estatinas inhiben la acción de la enzima HMG-CoA reductasa, impidiendo la síntesis de colesterol y otros esteroles.
Esquema simplificado de la síntesis de colesterol y otros lípidos a partir de Acetil-CoA. Las estatinas inhiben la acción de la enzima HMG-CoA reductasa, impidiendo la síntesis de colesterol y otros esteroles.

Así que la combinación para la comunidad médica en los años 70-80 era perfecta: El colesterol, en su forma “mala” de LDL-C, era el responsable de todas las enfermedades coronarias, y las estatinas rebajan los niveles de LDL-C en sangre… ¡Eureka! ¡Todos los problemas resueltos! ¡Se reducirán los accidentes cardiovasculares y la gente dejará de morir! (imagino yo que debían decir por los pasillos de las convenciones… yo en esa época estaba en el colegio jugando con las peonzas y los cromos de la liga de fútbol).

Pero nada más lejos de la realidad. Frodo es un buen tipo, y el colesterol también. A pesar de las estatinas, se dan cuenta de que las personas siguen muriendo de CI. Las placas de ateroma son consecuencia del LDL, pero hay muchos otros factores que influyen en un complejo proceso de acumulación y no depende únicamente de la cantidad de LDL-C. Es un problema multifactorial, donde están involucrados, entre otros:

  • El tamaño de las partículas LDL
  • El numero de partículas LDL
  • Cantidad y tamaño de otras lipoproteínas
  • La permeabilidad y el daño de los vasos (endotelio)
  • Tensión arterial
  • La capacidad de las defensas de nuestro cuerpo (macrófagos) de eliminar el LDL que ha atravesado el endotelio
  • Nivel de triglicéridos
  • Etc…

Un bajo nivel de LDL-C está correlacionado con una menor tasa de mortalidad por CI[xv], (especialmente si en los estudios están involucradas las farmacéuticas… ¬¬) [xvi] pero no en todas las condiciones[xvii], ni por edades ni sexo[xviii]. No se ha encontrado una causalidad directa, indicando que el problema es muy complejo y aún necesitamos entenderlo mejor.

Situación actual

La comunidad médica no escuchó a los BG´s, el tándem Brown & Goldstein, cuando alertaron de que las estatinas debían restringirse casos como enfermos con hiperolesterolemia familiar, dado que por su enfermedad no pueden eliminar LDL de la sangre y no tienen otra solución. Las estatinas, por su mecanismo de acción, son potencialmente peligrosas. Al inhibir la síntesis endógena de colesterol, se puede alterar el equilibrio en los niveles de colesterol celular periférico, que es clave para la supervivencia de todas nuestras células. Los efectos secundarios en personas sanas pueden ser importantes, siendo el sistema nervioso especialmente sensible a los desajustes de colesterol.

Los médicos del mundo se encuentran a diario con esta situación: personas con sobrepeso, hipertensión, hiperglucemia, hipercolesterolemia, hiperlipidemia, todos los hiper disponibles… fruto de una alimentación muy deficiente, basada en exceso de grasas y carbohidratos de mala calidad, que no tienen la mínima intención de cambiar su estilo de vida por otro más saludable. Les recetan las estatinas, y ¡milagro! ¡Los niveles de colesterol bajan! El paciente, que no entiende nada (y puede que ni le interese entenderlo), ve una salvación, puesto que puede seguir comiendo la misma porquería de comida mientras el nivel de LDL-C disminuye, así que se toma las pastillas religiosamente y da las gracias al Santo de turno. Lo que no sabe es que el riesgo de accidente cardiovascular no disminuye si no va acompañado de un cambio de estilo de vida.

Entonces, si no es una solución útil, ¿por qué se sigue ofreciendo? Si las tasas de mortalidad siguen aumentando, y los estudios no establecen una relación de causalidad clara LDL-C-ateroma-mortalidad, no se puede cargar la responsabilidad de un sistema metabólico extremadamente complejo a una simple circunstancia, como es el nivel de LDL-C en sangre. El colesterol no puede seguir siendo Frodo.

Desenlace: la traición

Cuando Frodo llega finalmente al Monte del Destino y tiene la oportunidad de destruir el anillo y acabar con el Mal, se traiciona a sí mismo y se niega a destruirlo. Él mismo se convierte en parte del Mal. Es finalmente Gollum quien se lo arrebata y lo destruye de manera accidental. El colesterol, nuestro incansable Frodo, con más de cien años de esperanzas puestas en él, también nos ha traicionado. Cuando hemos tenido la oportunidad de rebajar el colesterol mediante medicamentos, ha resultado que no soluciona el problema de las cardiopatías e incluso puede provocar otros daños secundarios.

Frodo necesitó de toda la Tierra Media para ayudarle a destruir el anillo… Nosotros vamos a necesitar un cambio de toda nuestra sociedad para arreglar un problema que se ha vuelto crónico y amenaza la salud de todos.

Por cierto… ¿Y qué hay del compañero inseparable de viaje de Frodo, Samwise Gamyi? El colesterol tiene también un compañero inseparable en su viaje, los triglicéridos… Pero eso, es otra historia que contaremos en otro momento.

 

Este artículo nos lo envía Carlos Rodríguez-Navas, (@drcarlosrnavas) Doctor en química, especializado en lípidos, colesterol y metabolismo. Investigador en UT Southwestern Medical Center, (TX, USA) en el laboratorio de M. Brown y J. Goldstein, Premios Nobel de Medicina de 1985, investigando enfermedades como cáncer, diabetes y enfermedades neurodegenerativas. Enamorado de los misterios, me fascina el cuerpo humano. Divulgador en el blog Cienciaconsalud.

Referencias científicas, notas y más información:

[i] https://es.wikipedia.org/wiki/J._R._R._Tolkien

[ii] https://en.wikipedia.org/wiki/The_Lord_of_the_Rings

[iii]https://es.wikipedia.org/wiki/Trilog%C3%ADa_cinematogr%C3%A1fica_de_El_Se%C3%B1or_de_los_Anillos

[iv] J.R.R. Tolkien, El arquitecto de la Tierra Media. Daniel Grotta, Ed. Andrés Bello. 2002.

[v] http://www.hms.harvard.edu/md_phd/news/Brown%20and%20Goldstein%20Nobel%20Lecture.pdf

[vi] https://en.wikipedia.org/wiki/Konrad_Bloch

[vii] https://en.wikipedia.org/wiki/Feodor_Lynen

[viii] https://www.nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1964/index.html

[ix] Hegele, R. A. Plasma lipoproteins: genetic influences and clinical implications. Nat. Rev. Genet. 10, 109-121

[x] Molecular Biology of the Cell. Bruce Alberts. Ed. Garland Science.

[xi] https://www.nobelprize.org/nobel_prizes/medicine/laureates/1985/index.html

[xii] http://www.utsouthwestern.edu/education/medical-school/departments/molecular-genetics/

[xiii] https://en.wikipedia.org/wiki/HMG-CoA_reductase

[xiv] https://en.wikipedia.org/wiki/Akira_Endo_(biochemist)

[xv] JAMA. 2016;316(12):1289-1297. doi:10.1001/jama.2016.13985

[xvi] https://doi.org/10.1371/journal.pmed.0040184

[xvii] https://doi.org/10.1016/j.ahj.2008.08.010

[xviii] DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(89)92865-1

 



Por Colaborador Invitado, publicado el 29 marzo, 2018
Categoría(s): Divulgación • Medicina • Química