En realidad, prohibir las emisiones no serviría de nada – y sería claramente demasiado tarde. Sin querer, hemos estado revelando nuestra presencia durante 60 años, con nuestra televisión, radio y señales de radar. Los primeros episodios de I love Lucy se han expandido por unos 6.000 sistemas estelares y están alcanzando nuevas audiencias a una media de un sistema solar al día. Si hay seres inteligentes ahí fuera, las señales les llegarán.
Detectar esta fuga de emisiones no será tan difícil. Su intensidad desciende con el cuadrado de la distancia, pero si los alienígenas más próximos estuvieran a 1.000 años luz, todavía serían capaces de detectarlo solo con que su tecnología de recepción estuviera un siglo o dos por delante de las nuestras.
Antonio Martínez Ron (Madrid, 1976) es periodista y divulgador científico. Trabaja como redactor jefe de Next, la sección de Ciencia de Vozpopuli.com, y es colaborador del programa Órbita Laika (TVE) y de medios como la revista Quo, Yahoo! y Onda Cero. También ha dirigido el documental «El mal del cerebro», premio Boehringer 2013 al mejor trabajo de periodismo de Medicina. Desde 2003 recoge sus «asombros diarios» en Fogonazos.es. Twitter: @aberron