[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=kFqFpKeDwMw[/youtube]

En el año 1998, Kevin Warwick (en el vídeo) se convirtió en el primer ciborg del mundo. Warwick, un transhumanista convencido que trabaja como profesor de cibernética en la Universidad Reading (Reino Unido), se implantó en el brazo un RFID (identificación por radiofrecuencia) y como resultado, puede encender las luces chasqueando los dedos. Una vez incluso permitió que las ondas cerebrales de su mujer (que también es cibernética) tomaran el control de su cuerpo.

Lo de Warwick no es sólo por diversión. Este profesor – que cuenta a Terminator como una de sus grandes influencias – es un firme defensor del «upgrade» (o actualización) de los humanos a través de los avances en robótica, si es que en el futuro queremos competir con lo que vendrá. Como podéis ver en el vídeo el tío esta superconvencido de que los que opten por no hacerse un «implantillo» o dos, terminarán siendo considerados tan tontorrones como nuestras vacas.

En su opinión, «un día encenderemos una máquina y ya no seremos capaces de apagarla». A pesar de todo, Warwick no quiere renunciar a su humanidad. «No quiero convertirme en un robot, sino en un mejor humano». Después de todo, el objetivo de un ciborg es precisamente el de aumentar sus habilidades humanas, no el de convertirse en un autómata.

Visto en Motherboard.tv.