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Aquí tenemos a otro aspirante a aparecer en los anuncios de Aquarius, como ya le pasó a nuestro compatriota Justo Gallego. Gabriel Nderitu es un informático keniata de 42 años que no tiene formación en ingeniería aeronaútica. Cuando era pequeño soñaba con volar, y ahora, en un destartalado patio repleto de chatarra y con la ayuda de cinco amigos se ha puesto manos a la obra para hacer de aquel sueño una realidad.

Lleva un año trabajando en su modelo biplaza y seis meses investigando en internet y recopilando (habrá quien diga «copiando») datos sobre aeronaves. Todo en su avión es reciclado. El motor, por ejemplo, que fue recuperado de una vieja camioneta Toyota, es capaz de girar a 4.000 rpm y acciona la artesanal hélice de madera gracias a una correa de tranmisión reductora, tal y como explican en la web de aviación AVWeb.

Como véis en el vídeo, el diseño es modular. Las alas por ejemplo, están recubiertas de paneles de aluminio y pueden desmontarse fácilmente para que el avión pueda salir del estrecho patio en el que los amigos ensamblan su criatura.

Totalmente montado el avión pesa unos 800 kilos. Si su artesano lo hace volar, se convertirá en la primera aeronave «made in Kenia» en surcar los aires (al parecer hubo dos intentos anteriores que no tuvieron éxito).

Gabriel es consciente de estar en cierto modo «reinventando la rueda», y sabe que aunque su avión sea capaz de volar es bastante probable que ni siquiera le den licencia para hacer las pruebas pertinentes. Pero esto no frena su entusiasmo, y es que como sostiene el lema de Aquarius: el ser humano es extraordinario.

Desde Amazings le deseamos toda la suerte del mundo a este «aerotrastornado» emprendedor, aunque tras ver en el vídeo el modo tan poco delicado en que enderezan la rueda delantera para sacar al avión a la calle, a uno le asaltan ciertas dudas.