Ecdisis inminente

Por Xurxo Mariño, el 16 febrero, 2011. Categoría(s): Divulgación
Ecdisis

Las referencias, los hitos históricos y filosóficos son esenciales para la identidad y la forja del conocimiento. Hay que agarrarse a algún sitio para ganar estabilidad y poder, desde esa atalaya, observar el conjunto y sacar conclusiones coherentes. Aunque lo anterior parezca evidente, no es una actitud común en la ciencia moderna.

Un buen número de los científicos actuales puede hacer bien su trabajo, obtener resultados de calidad y hasta ganar premios sin despeinar un solo libro de historia y filosofía de la ciencia o, por lo menos, de historia de su campo científico. Tengo la impresión de que así funciona la mayoría.

Hay un error importante, asistido con entusiasmo por las universidades, en la idea de que para hacer ciencia basta con conocer el corpus que está vigente en cada momento. Según esto, las teorías desechadas, los caminos equivocados, o las raíces que llevaron a los conceptos actuales no son necesarios. Una pérdida de tiempo estudiando vías muertas…

Cierto que los científicos pueden hacer un buen trabajo sin todo eso, y hacer que la nave de la ciencia siga, imparable, navegando por el mar del conocimiento. Pero serán unos científicos sin hitos. Unos científicos que aboyan, con un campo de visión limitado. Es como mirar una película de un IMAX a través de un rollo de papel higiénico –por lo menos hay papel para secarse las lágrimas.

Me hizo pensar en lo anterior la lectura de un hermoso párrafo de Thomas H. Huxley –de los Huxley de toda la vida– en su libro “Man’s place in nature” (un libro que, hasta donde sé, nunca se ha traducido al español; una pena). Publicó el libro en 1863, cuatro años después de que Darwin sacara a la luz “El origen de las especies”. Huxley vio claramente que la obra de Darwin asentaría un duro golpe a esa visión mística del ser humano como principal beneficiario de la creación, un ser humano que pronto se convertiría en un bicho viviente más dentro de la naturaleza. Conocía el proceso histórico de desarrollo de las ideas y olfateó la revolución que se avecinaba:

La historia muestra que la mente humana, alimentada por constantes accesos de conocimiento, crece periódicamente demasiado para soportar los recubrimientos teóricos, y explota en pedazos para aparecer con una nueva vestimenta, de la misma manera que la larva en crecimiento, cada cierto tiempo, se deshace de una piel demasiado estrecha y se viste con otra, que de nuevo será temporal. Ciertamente, el estado de imago del Hombre parece estar terriblemente distante, pero cada muda es un paso ganado, de los que habrá muchos. [] … una nueva ecdisis parece inminente.

¿Sabrán los científicos del siglo XXI detectar las próximas ecdisis? O pensarán que esto de la ciencia consiste únicamente en soplar en un globo que se infla, y se infla…?



Por Xurxo Mariño, publicado el 16 febrero, 2011
Categoría(s): Divulgación