El Amazing Alfred López ha publicado en su blog una bonita historia sobre Leo, un niño autista atrapado por el embrujo de la tecnología, que de seguro hará que el también frágil Steve Jobs se sienta orgulloso de su trabajo.
Puedo imaginar la alegría de la madre de Leo, Shannon Des Roches, cuando empezó a ver el efecto que ese iPad – ganado en una rifa – empezó a provocar en las capacidades educativas y de comunicación de su pequeño hijo. Una prueba palpable de lo que la tecnología puede llegar a lograr.
Podéis leer la historia en Ya está el listo que todo los sabe.