¡Y yo con estos pelos!

Por Rosa García-Verdugo, el 7 abril, 2011. Categoría(s): Biología • Curiosidades

Much@s temen los días de lluvia, esos que producen una cabellera electrizada al estilo Einstein, para otr@s la temporada de sol, playa y cloro acaba produciendo una melena verdosa que ni Alaska. Pero ¿a qué se deben estos efectos?

Einstein sí que marcaba tendencias

El pelo está compuesto por una proteína de tipo estructural llamada queratina que también forma parte de la piel y las uñas, y es la estructura de esta proteína la que da forma a nuestro pelo, y determina si es liso o rizado. Las proteínas son largas cadenas de aminoácidos sintetizadas a partir de la información contenida en nuestro ADN, y cada uno de estos aminoácidos provee de diferentes propiedades a la proteína en la que se encuentran así por ejemplo, existen aminoácidos hidrofílicos como la Serina (Ser), hidrófobos como la Leucina (Leu), otros como el Glutamato (Glu) se emplean como saborizantes (es el sabor a carne de los preparados alimenticios «sospechosos» y en los supermercados chinos se vende en paquetes de kilo) y algunos como la Cisteína tienen propiedades estructurales pues poseen grupos sulfuro (-SH) que pueden formar enlaces por puente disulfuro (-S-S-) entre dos cisteínas diferentes de la misma o diferentes proteínas estabilizando así la estructura de ésta. Otro modo de estabilizar la estructura de proteínas es por la formación de puentes de hidrógeno (-H-H-) entre moléculas.

Estructura del pelo. (microfibrillas de queratina)

La composición de las diferentes regiones de una proteína fuerza a éstas a plegarse en forma de hélices o de hojas planas estabilizadas por los distintos tipos de enlaces anteriormente mencionados de forma que en conjunto el plegamiento de la proteína da lugar a una estructura terciaria tridimensional que, en el caso de nuestras queratinas, determinará la forma de nuestro pelo. Además el hecho de que esta composición viene genéticamente determinada se ha asociado históricamentecon la prevalencia de un tipo u otro de estructura según el grupo étnico aunque obviamente la mezcla y la interacialidad han hecho que las diferencias no se puedan asociar de manera tan simplista (ref.1).

Pero vayamos al grano, o al pelo, que de eso se trata ¿no? Para que una proteína cambie de forma es necesario romper y reformar un número considerable de puentes de hidrógeno y esto se consigue suministrando energía en forma de calor vía secador de pelo, planchas o moldeador de pelo que rompen suficientes puentes de hidrógeno de manera simultánea para que las queratinas pierdan momentáneamente su estructura y esto permite que al enfriarse de nuevo y reformar nuevos puentes de hidrógeno adquiera una nueva estructura (liso o rizado, al gusto).

Sin embargo, ¿qué ocurre en días de lluvia o cerca del mar? pues que las moléculas de agua del ambiente empezarán a competir por los átomos de hidrógeno de esos puentes recién formados devolviendo nuestro pelo a nuestra forma original además de un ligero halo que nada tiene de celestial alrededor de nuestra cabecita.

Una de las limitaciones a los cambios de forma de la estructura del pelo son los puentes disulfuro entre cisteínas porque son más fuertes que los de hidrógeno y requieren algo más que calor para romperse, por eso normalmente cuando se pretenden cambios drásticos de look como una permanente se utilizan soluciones sulfurosas que reducen a las cisteínas (-SH) rompiendo los puentes disulfuro y otorgando nueva flexibilidad a las queratinas y al pelo que entonces puede modelarse de diferente forma. Una vez en esta forma se lava la solución y se permite al pelo reformar los puentes disulfuro en el nuevo estilo. ¡Tachán!

Y en cuanto al color…así como el color de la piel el color del pelo está determinado por otra proteína, la melanina, y su cantidad también viene determinada genéticamente y está vinculada (al menos en origen) a los diferentes grupos étnicos. Por supuesto, cuando aparecen las canas es porque se deja de producir melanina.

Pero en el caso que nos ocupa vamos a tratar los cambios artificiales de color porque según dicen «los caballeros las prefieren rubias» y si miramos las estadísticas en España al menos muchas se lo creen.

Existen varios tipos de tintes dependiendo de su composición y de la duración de sus resultados. Los semi-permanentes o de corta duración no suelen contener amoniaco (NH3) y la concentración de peróxido o sea agua oxigenada (H2O2) es bastante baja por eso no penetran en la estructura del pelo, no suelen cubrir bien las canas y duran como mucho 6 semanas dependiendo de los lavados.

Ahora, los tintes «de verdad» para poder cubrir las canas y cambiar de forma permanente el color del pelo han de penetrar en la estructura del pelo, es por eso que contienen amoniaco y peróxido que son capaces de levantar la cutícula del pelo, que es la estructura más externa del pelo y que lo protege y llegar a la médula del pelo que sería la parte coloreada para decolorarlo gracias al peróxido y entonces colorearlo de nuevo con el color elegido. Sin embargo, estas sustancias químicas son irritantes y pueden dañar el cuero cabelludo por sobreexposición.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=4QviHtp2fZg[/youtube]

Si recordais en las primeras líneas hablaba de pelo verde, pues bien, esto se debe a que el cloro del agua de las piscinas reacciona con ciertos pigmentos de los tintes rubios y los vuelve verdosos. Por eso el verano puede volverse un momento difícil para nuestr@srubi@soxigenad@s, sin embargo la web está llena de soluciones para este problema así que tranquil@s y ¡a seguir soñando con el veranito!



Por Rosa García-Verdugo, publicado el 7 abril, 2011
Categoría(s): Biología • Curiosidades