Los sensores CMOS se utilizan en Medicina para obtener radiografías digitales. Y las radiografías son básicamente una imagen de la radiación ionizante que ha conseguido atravesar el cuerpo u objeto analizado. Esta radiación ionizante detectada por los sensores CMOS es en esencia la misma que se produce en un reactor nuclear. Y puesto que la cámara del iPhone utiliza un sensor CMOS, a alguien se le ha ocurrido la brillante idea de desarrollar una aplicación que permita convertir nuestro iPhone en un medidor de radiación.
Ante todos ustedes, WikiSensor Dosimeter:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=xpRnroe4InY[/youtube]
Como se muestra en el vídeo, el funcionamiento es muy sencillo: basta con cubrir la cámara frontal del móvil con algo opaco (p.ej. cinta aislante) y ejecutar la aplicación para, en tan sólo 30 segundos, obtener un maravilloso y exacto resultado en microsieverts por hora (μSv/h):
Por supuesto, si su uso es sencillo, la explicación “técnica” no podía ser menos. Traduzco de la página web oficial:
Las lentes de las cámaras, incluidos los sensores CMOS, encontrados en la mayoría de los smartphones, no son sólo sensibles a la luz visible, sino también a otros tipos de ondas, incluyendo rayos gamma y rayos X emitidos por fuentes radioactivas.
Cubriendo la cámara con algo opaco (cinta aislante, el dedo pulgar del usuario…) las lentes ya no capturan la luz visible, sino únicamente los rayos gamma y X. Entonces, el algoritmo de la aplicación cuenta el número de impactos recibidos y lo transforma en un valor en microsieverts por hora.
Además, para adornar este esperpento, en su página web hay una serie de vídeos sobre la aplicación, entre ellos un supuesto testeo en laboratorio con material radiactivo, y por Internet podemos encontrar diversos blogs haciéndose eco de este portento de aplicación. Para colmo de males la aplicación se encuentra disponible en la tienda oficial de Apple (iTunes) al módico precio de 80 céntimos.
Sin embargo, la primera pregunta de cualquier mente escéptica sería: si esa explicación técnica es cierta, entonces ¿no nos valdría cualquier cámara de fotos para detectar esa misma radiación ionizante? Los sensores CMOS de las cámaras son mejores que los introducidos en los móviles.
Por otro lado, otro aspecto que chirría es que lo lógico sería que el sensor de una cámara de fotos esté optimizado para el rango de frecuencias de la luz visible, que al fin y al cabo es lo que queremos que salga en la foto, ¿no?.
Efectivamente, en los últimos años se ha extendido en radiografía el uso del Active Pixel Sensor (APS) basado en la tecnología CMOS, por ofrecer una ventaja coste-resultados sobre los sensores CCD y los TFT.
Sin embargo, y por desgracia para el mundo mágico de las aplicaciones magufas, para que estos sensores de imágenes sean capaces de recoger la radiación ionizante, es imprescindible convertir esta energía en luz visible. Algo que se hace poniendo sobre el sensor una lámina de material centelleador (p.ej. oxisulfato de gadonio oxisulfuro de gadolinio(GadOx) o yoduro de cesio (CsI)) que emita luminiscencia cuando es bombardeado por la radiación ionizante. Y es esta luminiscencia la que capta el sensor CMOS.
Quizá conozcáis la historia de cómo Wilhelm Roentgen descubrió los rayos X a finales del s. XIX. Estaba trabajando un poco tarde en su laboratorio de Wurzburg con un dispositivo que disparaba un haz de electrones a un objetivo en un tubo de vacío, cuando se percató de que una solución de cristales de platino-cianuro de bario que dieron la casualidad de estar cerca, comenzaron a resplandecer con un tono verdoso-amarillento. Observó que el resplandor aparecía cuando encendía su dispositivo y desaparecía cuando lo apagaba. Roentgen acababa de descubrir accidentalmente una nueva forma de radiación e inventado el primer detector de centelleo.
Lo que capta el sensor CMOS en una radiografía digital es precisamente esta luz visible producida por el material centelleador. La web de la empresa Texela tiene un buen esquema del recorrido de la información en uno de sus detectores CMOS de rayos X:
La cantidad de luz producida por el centelleador es proporcional a la intensidad de la radiación recibida, y el fotodiodo de silicio que hay en el interior del sensor CMOS convierte esa luz en una señal eléctrica amplificada, cuyos voltajes nos dan la información sobre la intensidad de la radiación que incidió sobre el centelleador.
En todo caso, aunque consigas un material centelleador, no te molestes en ponerlo sobre la cámara de tu teléfono esperando poder desarrollar una aplicación que mida la radiación. Aunque la tecnología CMOS sea esencialmente la misma, los sensores tienen que estar integrados con el material centelleante en paneles específicamente diseñados para medir la radiación
Si aún así sigues empeñado en medir la radiación, la mejor opción sería buscar alguna aplicación que se base en datos de estaciones de medición disponibles online, como RT Radiation (iPhone) o Global Nuclear Watch y Nuclear Radiation Dosim (Android).
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Referencias:
- Achterkirchen, Farrier & Weckler 2008. Digital Radiography Revealed. NDT (Quality Magazine)
- Centelleador (Wikipedia)
- What is a Scintillator and how does it work? (FlatPanelDR)
- Sensor CMOS (Wikipedia)
- Scientists create CMOS sensors to capture X-rays (The Engineer)
- Imagen | Detector CMOS de rayos X de Texela
- B K Cha et al 2011. Use and imaging performance of CMOS flat panel imager with LiF/ZnS(Ag) and Gadox scintillation screens for neutron radiography. JINST 6 C01064
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