Con el curioso nombre de “La ciencia en el recreo o los placeres de la Astronomía” (Science in Sport or the Pleasures of Astronomy), en 1804 se comercializó un  entretenido, a la vez que didáctico, juego de mesa.  Estaba realizado sobre tela de lienzo y compuesto por un gran recuadro central y 35 casillas, pintadas a mano, que debían ser recorridas del mismo modo que se hace con el ‘juego de la Oca’.

Su artífice y  creador fue John Wallis, uno de los principales editores de juegos de mesa del siglo XIX, el cual pretendía acercar el conocimiento de la astronomía a través de este sencillo juego.

En el centro del tablero se podía apreciar una ilustración del Real Orservatorio Flamsteed House y ocupando cada una de sus esquinas aparecían las figuras de los ilustres astrónomos: Nicolás Copérnico, Isaac Newton, Claudio Ptolomeo y Tycho Brahe.

Las 35 casillas que componía el recorrido del tablero representaban fenómenos astronómicos, los planetas y sus órbitas, el arco iris, cometas, los signos del zodíaco, una casilla de ficción con un hombre en la Luna  y otras casillas en las que se podía caer que era la cárcel del condado, un chico estudiando, otro en posición de reposo (vago) y un militar del ejército.

Para moverse por el tablero, cada jugador disponía de una ficha y, para saber cuántas casillas debía avanzar, en lugar de un dado se utilizaba una ‘perinola’,  que era una especie de peonza que tenía dibujado alrededor de ella varios números, tal y como muestra la imagen.

Aquel jugador que llegaba hasta el final (la casa Flamsteed) ganaba el juego y era proclamado “Astrónomo Real”.

La imagen del tablero del  juego “La ciencia en el deporte o los placeres de la Astronomía”, adjunta en este post, corresponde a una reedición de éste que se realizó en 1815 y su propietario era William Proctor, padre del astrónomo y escritor científico Richard A. Proctor.

Fuentes de consulta:  Collections.vam y giochidellaoca.it