Que estamos en crisis es algo conocido. Que la ciencia en España haya sufrido no ya recortes, sino hachazos, es algo que vemos todos los días y que recordamos con los vídeos de Amazings.es (sí, ya sé, falta el mío). Y que algunas universidades y centros de investigación se vendan por un puñado de dólares es una consecuencia lógica de lo anterior. Muy dolorosa, pero lógica. Perjudicial a largo plazo, por supuesto, pero los que nos gobiernan dejaron claro hace tiempo que capear el temporal día a día es lo único que saben hacer.
Veo el drama en primera fila. Como Profesor Titular de Universidad, respiro aliviado hasta cierto punto, pero veo a becarios y profesores no funcionarios temblar de miedo ante un futuro incierto. Los alumnos protestan contra la subida de tasas, que como ya podrán imaginar no servirán para mejorar la Universidad pública sino, sencillamente, para tapar otro agujero. Ya se habla de fusionar Universidades enteras.
En estas circunstancias, asistimos al penoso espectáculo de cómo una Universidad tras otra se vende barata, prácticamente a precio de saldo, ante cualquier iniciativa pseudocientífica que enarbole algunos billetes. La Lista de la Vergüenza va a tener que mudarse a un estadio, porque ya está atestada de ejemplos. Desde hace seis meses, cuando la Universidad de Gerona sacó su posgrado sobre “armonía y habitat” (que ya comentamos en amazings y provocó la ira de este que firma en dos fases, una y dos), otras muchas Universidades ha sufrido este asedio de sinsentido:
– La Universidad Pública de Navarra y la homeopatía
– La Universidad de Alcalá de Henares y el Qi-Gong
– La Universidad de Barcelona y su Master homeopático
– La Universidad Politécnica de Cataluña y sus cuentos chinos
– La UNED y la programación neurolingüística
– La Universidad de Córdoba y la medicina tradicional china
– La Universidad de Córdoba de nuevo y la sábana santa
… y estos son solamente los casos desvelados en noviembre del año pasado. No les doy la lista completa para no cansarles.
¿Qué diablos está sucediendo? La Universidad Española está vendiéndose, y ni siquiera al mejor postor sino al que más tonterías dice. Por supuesto, la necesidad económica les impulsa. Con todo, en la mayoría de los casos pretenden aliviar su conciencia mediante subterfugios. Como los personajes que aparecen en los anuncios de Banco Sabadell, que piensan que por no decir las palabras “Banco Sabadell” no está haciendo publicidad, algunas universidades intentan hacerse las suecas (en dar esquinazo, no en la calidad) y mirar hacia otro lado, manteniendo la ficción de que realmente no son ellos los que se venden, sino una fundación o empresa asociada que colabora con ellos pero que no son ellos.
Algo así paso, por ejemplo, con el antedicho curso “armonía y hábitat” de la UdG. Sobre el papel lo ofertaba la Fundación Universidad de Gerona, pero el coordinador era presidente de algo llamado Asociación Española de Feng Shui. El curso de la UPC es organizado por algo llamado “ABC Asia, entidad física y espiritual.”
Una ventaja adicional de este truco es que, cuando salta la liebre, pueden hacerse los sorprendidos. Es lo que sucedió en la Universidad de Granada cuando un curso sobre Constelaciones Familiares estuvo así de cerca de ser reconocido con ocho créditos por la Facultad de Psicología (luego dirán que me meto mucho con los psicólogos). Afortunadamente hubo quien estuvo atento y dio la voz de alarma, aunque la respuesta de la Universidad me recordó bastante a aquel famoso “qué escándalo, he descubierto que aquí se juega.”
Otras veces la Universidad, o centro de investigación, se limita a alquilar un aula o salón. De ese modo, el organizador se cubre con un manto de respetabilidad que ha alquilado por un rato. Acabamos de tener un ejemplo muy reciente, en el cual el CSIC cedió el Salón de Actos de su Delegación en Cataluña para un ciclo de conferencias titulado “Matemáticas y geometría. Astronomía y geodesia en el antiguo Egipto: el conjunto monumental de Giza.” Si quieren más detalles, les recomiendo esta Entrada de la Lista de la Vergüenza, donde nos aclaran que quien imparte el curso tiene incluso una tesis doctoral titulada (traduzco) La Gran Pirámide, clave secreta del pasado y defendida en la UPC en 2008.
Prefiero creer que los del CSIC no sabían lo que hacían cuando alquilaron su local para lo que, esencialmente, es un curso sobre numerología, o peor aún, “piramidología.” Aunque me temo que no les preocupa mucho el tema, ya que su respuesta fue que esa Delegación “solamente cede el local para la presentación del ciclo de conferencias al que Ud. se refiere y no tiene nada que ver ni que decir sobre las argumentaciones del Dr. M. Pérez sobre la construcción de las pirámides de Egipto.” ¿Realmente creen que alguien se va a tragar tanta sutileza? Incluso los que duden sobre la temática a tratar verán dónde se celebra y concluirán que “bueno, si lo hacen en el CSIC, será algo serio.” Están haciendo daño a su propia credibilidad, y ellos hacen como que no lo saben.
Recuerdo haber leído hace algún tiempo sobre un timo parecido, solo que con notarías de por medio. Un comprador y un vendedor se citan en una notaría, entran en un salón de reuniones y acuerdan la compraventa de un piso. Hipotecas, escrituras, avales, todo aparentemente muy en orden. Sólo cuando es demasiado tarde descubren los compradores que el notario no era realmente el notario, que les han timado … y cuando piden explicaciones a la notaría les dicen que ellos no saben nada, que se limitaron a alquilar su salón de reuniones y que no tienen nada que ver con el asunto.
Frente a eso, casi prefiero la franqueza de los chicos de Laboratorios Boiron, quienes decidieron picar alto y se compraron una Universidad. Bueno, más concretamente, patrocinaron a finales de 2010 la fundación de una Cátedra sobre Homeopatía en la Universidad de Zaragoza (notas de prensa de la Universidad y de Boiron). La elección de la Universidad de Zaragoza se debió probablemente a que desde 2006 su Facultad de Medicina ofertaba cursos de posgrado sobre homeopatía. Incluso tienen un busto de Hahnemann junto a la Facultad de Medicina.
Por el módico precio de 26.000 euros anuales (datos de 2011), Boiron tiene en España una cabeza de playa perfecta. Ya no se trata de colar un cursillo aquí o allá de tapadillo, sino que un conjunto de profesores de una universidad española les avala. Estos profesores hacen una labor de zapa dentro del sistema universitario: organizan cursos, congresos de formación, diplomas de terapeútica homeopática. El general al frente de las tropas de invasión es Javier Lanuza Giménez, quien en la actualidad es nada menos que Secretario en la Facultad de Medicina de la UniZar.
La Cátedra de Homeopatía no tiene web dentro de la Universidad de Zaragoza, sino que tiene dominio propio: www.prescribohomeopatia.com/ . Allí me informan de algo que me deja pasmado: el profesor Lanuza, cabeza de la Cátedra de Homeopatía … ¡no es catedrático! Llevo veinte años de profesor universitario, y les aseguro que esta es la primera ocasión en la que veo que se puede tener una cátedra sin ser catedrático. Anonadado me hallo. A lo mejor por eso no la llaman Cátedra, sino “grupo de trabajo.” Un grupo muy pequeño, por lo que veo, ya que solamente incluye otra persona, un tal Javier Aranaz, quien ni siquiera aparece en el directorio de la Universidad; como tampoco forman parte de ella ningunos de los ocho nombres que aparecen en el comité científico. Para liar más la cosa, aunque tanto la UniZar como Boiron habla claramente de “Cátedra de Homeopatía,” las Condiciones de Acceso a prescribohomeopatia.com refieren a un “Grupo de Homeopatía de la Facultad de Medicina, Universidad de Zaragoza” que según parece no existe. Qué cátedra más rara.
En cuanto a qué hace esta Cátedra, o grupo, es discutible. Se supone que uno de sus objetivos es la redacción de un Libro Blanco, “una iniciativa pionera que pretende convertirse en la publicación de referencia que analice esta materia y su situación en nuestro país, así como mejorar el conocimiento entre los profesionales sanitarios y la sociedad.” Eso es lo que dijeron en 2010. Pero, a tenor de su web, se centran sobre todo en proporcionar información sobre cursos de homeopatía; su sección de investigación es un compendio de artículos y revistas sobre homeopatía, favorables, claro.
Afortunadamente, hoy mismo recibí un tuit de Boiron (sí, como Sheldon Cooper opino que hay que conocer al enemigo) en el que nos enlaza a un vídeo de YouTube que nos enseña «Cómo forma la Universidad de Zaragoza a profesionales en medicina homeopática» Comienzan hablando de “una homeopatía moderna, científica,” lo que imagino se referirá al hecho de que se imparte en una Facultad donde se suele usar el método científico. A continuación, aparece el profesor Lanuza, bien trajeado, en un despacho lleno de libros donde todo rezuma ciencia y buen hacer, dejando claro lo que Boiron realmente pretende: “En la Facultad de Medicina se han puesto los cimientos de la docencia de pregrado en homeopatía.” Según nos cuenta, cuando diseñaron los nuevos títulos de grado, lograron incluir una asignatura sobre terapéutica homeopática. Eso es algo que, hasta donde yo sé, no han logrado colar en ningún otro lugar de España: no cursillos de posgrado, ni seminarios de una semana, sino una asignatura reglada. Los alumnos de la UniZar podrán cursarla cuando lleguen a quinto curso. Si la escogen. Lo que fervientemente deseo que no llegue a ocurrir.
No contentos con lograr una irrupción en los estudios de grado de una universidad española, Laboratorios Boiron mantiene un grado de control en la cátedra, estableciendo qué se hace y cómo. Según parece esto va mucho más allá que poner la pasta y esperar buena publicidad a cambio:
“Funciona con una comisión de seguimiento formada por personas de la Universidad y de Boiron. Estas personas establecen los proyectos a realizar anualmente, los medios necesarios para su consecución y supervisan su desarrollo.”
He encontrado esa comisión de seguimiento, y efectivamente incluye a gente de Boiron.
Y ahora, lo más raro. Según el señor Lanuza, la Cátedra de Homeopatía ahora mismo están centrados en tres objetivos:
1) Redactar el Libro Blanco sobre la Homeopatía
2) Establecer una plataforma llamada RETHO (Registro Español de Tratamientos Homeopáticos), con el fin de “impulsar la investigación química sobre homeopatía en España” (eso me encantará verlo, de verdad)
3) Hacer un estudio sobre la seguridad de los medicamentos homeopáticos
El punto uno está en cartera desde que comenzaron, y sigue al parecer en “asuntos pendientes.” El punto tres es muy fácil, ya que como no nos cansamos de decir en estos casos, algo que no tiene efectos primarios tampoco los tendrá secundarios; salvo los problemas derivados de no seguir un tratamiento convencional, cosa que apuesto no estudiarán en absoluto. Y si no, al tiempo.
Lo que no me cuadra es la forma en que están intentando lograr el objetivo dos. Según parece, la plataforma RETHO se está organizando en una web que ni siquiera está registrada a nombre de la Universidad de Zaragoza. El dominio catedrahomeopatia.org pertenece a una empresa de Barcelona llamada onmedic, especializada en estudios clínicos online, y que tiene en su cartera de clientes a multitud de empresas farmacéuticas, hospitales y centros de esa temática.
A estas alturas, estoy confundido. Según nos dicen, la Universidad de Zaragoza ha creado una Cátedra conjuntamente con Boiron para avanzar en la investigación, divulgación y docencia de la práctica homeopática, convertirse en un centro de referencia. Se concreta en la redacción de un Libro Blanco; un estudio sobre seguridad de sustancias homeopáticas; y un Registro de tratamientos homeopáticos. Al final, ha resultado que la Cátedra no tiene catedrático ni apenas personal; el Libro Blanco se eterniza; y el registro de tratamientos se externaliza a una empresa externa porque, o bien ellos no saben hacerlo, o no quieren molestarse en hacerlo personalmente.
Parece como si realmente les trajera al fresco la consecución o no de esos objetivos. No importa, porque ya han cumplido el objetivo marcado por Laboratorios Boiron: respetabilidad académica. Pueden presumir de tener el respaldo oficial de una universidad española que imparte cursos, forma a los homeópatas del futuro y hace como que investiga sobre el tema. Han comprado una placa donde se lee “cátedra de homeopatía, Universidad de Zaragoza,” y lo han hecho a buen precio. Toda una ganga.
Me dan ganas de llorar. La Universidad de Zaragoza es el lugar donde yo di mis primeros pasos. Literalmente: según mi padre, yo aprendí a andar en sus pasillos mientras él hacía su tesis doctoral. He estado algunas veces por allí (ya sé andar, claro), y guardo un buen recuerdo de ese lugar y esa gente. Y ahora resulta que ha sido invadida por una panda advenedizos sin escrúpulos, más interesados en su beneficio personal (económico o académico) que en el bienestar de la gente. Han convertido la UniZar en su feudo de pseudociencia con el fin de vender un timo a precio de oro. Y esto no puede quedar así. Maños, han ensuciado vuestra universidad y le han echado lodo a la cara. ¿Está claro, o tengo que haceros un dibujo?
Soy profesor titular de Física en la Universidad de Granada, padre y esposo, lector, escritor y divulgador científico por vocación. Encuéntrame aquí y en elprofedefisica.es. Recuerda: la ciencia mola, sólo que aún no lo sabes.