En el blog Scientia, el 5 de julio de 2012, publiqué el post “Danacol, Flora Pro Activ y Benecol… ¿verdad o mentira?” donde hablaba de los alimentos destinados a controlar el colesterol que sí habían demostrado científicamente sus propiedades saludables. Lo que más me sorprendió de aquel post fue que tuvo muy poca repercusión en comparación con aquellos artículos donde demostraba las mentiras del marketing pseudocientífico de muchos otros alimentos funcionales e incluso meses después sigo recibiendo sugerencias de lectores, que no conocen la existencia de aquella entrada, pidiéndome que escriba sobre dichos productos.
Es muy posible que aquel post no tuviese la repercusión necesaria pero también es cierto que, normalmente, nos gustan más los artículos críticos y polémicos que aquellos donde se reconocen las propiedades beneficiosas de un alimento.
Pues bien, hoy estamos, sorprendentemente, ante un caso muy parecido y con un producto estrella dentro de la categoría de los alimentos funcionales: ACTIVIA de Danone, un probiótico que ha estado sujeto a una gran controversia y sobre el que se han escrito muchas páginas tanto a favor como en contra de sus verdaderos efectos sobre la salud.
A pesar de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no se ha pronunciado sobre el fermento exclusivo de Danone, Bifidobacterium animalis sp. Lactis CNCM I-2494 (más conocido como Bifidus ActiRegularis®), una noticia acaba de conmocionar el mundo de los probióticos. La Oficina Federal para la Salud Pública Suiza (OFSP) ha emitido un dictamen informando que hay suficientes pruebas científicas para afirmar que el consumo de Activia ayuda a la digestión.
La OFSP, basándose en diferentes estudios presentados por Danone, ha concedido a la poderosa multinacional la posibilidad de publicitar que su producto “contribuye al bienestar digestivo reduciendo el tiempo de tránsito y la hinchazón” en adultos sanos siempre y cuando se consuman dos raciones de 125 gramos al día.
Según fuentes de la empresa una de las claves para poder conseguir la preciada health claim (alegación saludable) ha sido el contacto directo y dinámico que ha mantenido Danone con la OFSP durante todo el tiempo que ha durado el proceso de revisión de la documentación presentada por el gigante empresarial. Concretamente Danone ha tenido que aportar una exhaustiva revisión de gran cantidad de estudios doble ciego publicados en las principales revistas científicas del mundo que pasaron el correspondiente proceso de revisión por pares y que avalan el efecto positivo de Activia sobre el bienestar digestivo.
¿Significa esto que Danone ha vencido la batalla que venía perdiendo con los organismos oficiales europeos en materia de alimentación? No. El health claim aprobado para Activia solamente tiene validez en Suiza, un país que no pertenece a la Unión Europea. Para poder publicitar que Activia “contribuye al bienestar digestivo reduciendo el tiempo de tránsito y la hinchazón” en toda la UE todavía debe pasar por el difícil escollo de la EFSA y ahí la cosa está más difícil.
En el año 2010 Danone retiró “motu proprio” una solicitud que previamente había presentado ante este organismo oficial de la UE para que aprobara diferentes propiedades saludables de su producto Activia. Aunque según fuentes de la multinacional francesa el motivo de dicha retirada fue que la EFSA no había marcado claramente el protocolo a seguir para la autorización de las health claims, las malas lenguas comentaron que Danone prefería retirar la solicitud a que la EFSA se pronunciara negativamente sobre Activia, cosa que era muy probable vistos los antecedentes con otros productos similares, pero ahora las reglas del juego han cambiado aunque no de forma definitiva. Me explico.
En el post publicado hace unos meses en Naukas.com titulado “Sin conservantes ni colorantes… ¿por qué no?” critiqué el hecho de que ciertos ingredientes de los alimentos estuviesen autorizados en unos países y en otros no, incluso dentro del mismo continente. Siguiendo el mismo razonamiento es totalmente absurdo que, según cual sea el organismo oficial evaluador de las de las propiedades saludables de un producto, los criterios sean distintos y en unos casos se basen en pruebas de comprobado rigor científico y en otros en marketing pseudocientífico. Por todo ello es necesario armonizar todos los procesos de evaluación de las propiedades funcionales de los alimentos a nivel no solo europeo sino también mundial… como prueba un ejemplo.
Como pueden comprobar en la anterior imagen la tendencia en el consumo de los alimentos prebióticos y probióticos, como es el caso de Activia, es totalmente opuesta en nuestro continente a la que se puede observar en China, Brasil o EEUU, debido, principalmente, a que en Europa se aplican unos criterios científicos diferentes a los del resto de continentes para justificar la veracidad de una alegación nutricional… y esto no debería ser así.
Según la multinacional francesa los criterios ahora aplicados por la OFSP son más asumibles por parte de las empresas de alimentación y muy similares a los que se aplican en otros continentes. Por este motivo, y si se extiende por parte de la EFSA a toda Europa la alegación saludable concedida por Suiza a Activia, no solamente Danone saldrá beneficiada sino que se abrirá una puerta a la esperanza para el futuro del mercado de los alimentos probióticos en nuestro continente.
Pero no todo son noticias buenas par la multinacional francesa. Ya se han levantado las primeras voces contrarias al dictamen de la OFSP esgrimiendo que Suiza es un país donde Danone tiene grandes intereses que podrían haber influido en la resolución del organismo suizo… pero en ese juego de posibles presiones no debemos entrar. Hasta que la EFSA se pronuncie sobre el caso (si que Danone cumple su promesa de llevar de nuevo su solicitud de evaluación de Activia ante el máximo organismo europeo en materia de alimentación) hoy me quiero quedar con lo que sin duda para mí es una buena noticia… que una oficina para la salud pública compuesta por científicos independientes haya emitido un informe positivo sobre las bondades de un producto estrella dentro de la categoría de los alimentos funcionales: Activia de Danone.
Siguiendo un símil futbolístico, hasta el día de hoy Danone estaba empatada con la EFSA en su lucha por demostrar las propiedades saludables de algunos de sus productos. Mientras que el famoso Actimel había sido derrotado por goleada, otra de sus grandes figuras, el Danacol, había logrado pasar el difícil escollo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Tras la noticia que hoy publicamos en Naukas.com el empate continua (al menos hasta que la EFSA se pronuncie) pero estamos más cerca de que la multinacional francesa con sede en París se adelante en el marcador que de que Activia salga derrotada.
Señores, concluyo. A pesar de que los posts con noticias favorables a las grandes multinacionales parecen no tener tanta repercusión como aquellos en los que se les critica, hoy el irritado de mi colon está contento… y las barrigas felices de Danone también. Ya veremos como acaba este partido.
Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Murcia, donde actualmente es Profesor Titular del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular-A, José Manuel López Nicolás tiene el privilegio de trabajar en dos de sus mayores hobbies, la docencia en todas las “Biocarreras” (Biotecnología, Biología, Bioquímica…) y la investigación en compuestos bioactivos a los que analiza, encapsula y destroza sin que le remuerda la conciencia. Miembro del “Bioencapsulation Research Group” y autor del libro “Nuevos Alimentos del Siglo XXI”, desde hace no mucho tiempo este inconformista por naturaleza divulga la ciencia en el Blog “Scientia” pero, como dijo el más grande…a su manera.