El tornillo de la pastilla izquierda del freno de la rueda posterior de la bicicleta de Ulrich Fuchs o la incomensurabilidad de Wikipedia (Parte 5)

Por Colaborador Invitado, el 25 octubre, 2013. Categoría(s): Divulgación • Tecnología

wikipediaFinanciación

Bien, Wikipedia funciona muy bien, todo parece perfecto, sin embargo… ¿qué hace Wales pidiendo dinero? ¿Acaso un proyecto tan maravilloso no puede obtener beneficios? ¿Y sin beneficios es posible que siga existiendo Wikipedia? Todos los que usamos Wikipedia sabemos de los problemas de financiación de Jimmy Wales, que se ve obligado a escribir mensajes a todos los usuarios a fin de que realicen pequeñas donaciones a WikimediaFoundation. Sin embargo, las donaciones no se producen únicamente por parte de usuarios anónimos, sino también de asociaciones o empresas, ya sea con dinero o con prestación de bienes o servicios. Por ejemplo, Wikimedia ha sido financiada por Google Inc., ComScore o Alfred P. SloanFoundation. En según qué lugares del mundo, como Florida, donde Wikimedia está registrada como una organización caritativa, los benefactores pueden deducir sus donaciones de los ingresos gravables por el gobierno federal. La mayor parte de los ingresos obtenidos se destinan en tecnología y el pago de la plantilla asalariada.

Tal y como señala Cristina Martínez en Wikipedia: Inteligencia colectiva en la red: «Los informes financieros publicados por la fundación (del ejercicio correspondiente al año 2009-2010) muestran que las fuentes donantes se incrementaron en un 172%». Wikipedia necesita dinero, pero hay tanta gente que ya depende de Wikipedia, que probablemente siempre recibirán apoyo económico de un parte de la población mundial, ya sea a través de micropagos o mediante financiación pública a través de los ministerios de cultura y educación de los diversos países del globo.

Futuro

Wikipedia es el presente, pero no sabemos si será el futuro. Lo que sí sabemos es que es muchas de las críticas que se han vertido a propósito de la primera enciclopedia colaborativa, libre y gratuita de la historia han sido infundadas, incluso las procedentes de intelectuales de talla internacional. Umberto Eco, por ejemplo, publicó un artículo en el que denunciaba que los estudiantes acceden a Wikipedia y copian sus contenidos para elaborar sus trabajos sin verificar la validez de la fuente. Cabe preguntarse si ese defecto no existía antes, cuando los estudiantes hacían exactamente lo mismo con la Enciclopedia Británica, y que es sencillamente la rapidez en la copia (del bolígrafo se ha pasado al «control V») lo que ha desvelado cuán ineficaz era la tarea de evaluar o procurar conocimiento en un estudiante a través de la elaboración de trabajos de investigación. Robert McHenry, un antiguo editor de la Enciclopedia Británica, comparó Wikipedia con un baño público. El autor de TheCult of the Amateur («El culto del amateur»), Andrew Keen, comparó a los bloggers con monos. La crítica de los neoluditas perfectamente informados, como Robert Levine, es todavía más sangrante.

Las personas tienden a olvidar cómo era su existencia justo antes de que una nueva tecnología haya pasado a formar parte de su vida cotidiana. Pasó con los coches, a pesar de que los caballos producían muchos más problemas. Pasó con el microondas, que nos obligaba a comer las cosas frías o pensar muy bien si estábamos dispuestos a hacerpalomitas. Y también pasó con Internet en general (aún oigo el eco de los discursos agoreros que condenaban a la humanidad a permanecer aislada de los demás, encerrada en sus casas) y con Wikipedia en particular. En una fecha tan cercana como 1997, en un capítulo de Friends se emitía una escena que hoy no tiene sentido: Joey Tribbiani compra una enciclopedia, pero, por falta de dinero, sólo adquiere el volumen dedicado a la letra «V». Joey, que nunca ha destacado por su cultura, más tarde hablará con sus amigos del Vesubio. La cara de estupor de sus amigos obliga a Joey a decir: «También podemos hablar de vivisección, de vasos comunicantes o de la guerra de Vietnam». 1997, una fecha tan cercana que da miedo. Hasta hace muy poco, también, en los institutos franceses se acompañaba a los alumnos, con gran pompa y boato, para que pudieran consultar el volumen de la Enciclopedia de d´Alembert, que se conservaba a buen recaudo en la biblioteca, a fin de que admirasen las láminas dedicadas a la anatomía o la mecánica.

Naturalmente, Wikipedia no es la última palabra. Es una buena fuente de información primaria, pero no nos debemos quedar ahí (como tampoco deberíamos quedarnos en la Enciclopedia Británica). Wikipedia es información, y la información no es conocimiento, y el conocimiento no es sabiduría. Pero es mucho más de lo que teníamos antes. Además, nos demuestra que juntos, colaborando entre nosotros, somos capaces de alcanzar objetivos que exceden los mayores logros de las personas individuales.

A la hora de explorar cuestiones complejas, siempre resultará infinitamente más productivo zambullirnos en ensayos de 500 páginas sobre el tema objeto de glosa. Sin embargo, para una mirada a todo el conocimiento superficial y general que puede interesar a la humanidad, desde el significado de «fimosis» hasta las acepciones de «Pokémon», pasando por el tornillo de la pastilla izquierda del freno de la rueda posterior de la bicicleta de Ulrich Fuchs, Wikipedia constituye una revolución de tal magnitud que sólo recordando qué nos pasaba hace apenas una década cuando ignorábamos algo (generalmente nos olvidábamos de ello o tomábamos nota para quizás algún día, con tiempo, acudir a la biblioteca), solo recordando esa orfandad, insisto, ese comecome que no podíamos satisfacer, advertimos cuánto ha cambiado el mundo gracias a Wikipedia. Y lo que queda.

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Puedes encontrar el resto de artículos de esta serie sobre Wikipedia en:

Parte 1 | Parte 2 | Parte 3 | Parte 4 | Parte 5

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Esta serie de artículos nos la envía Sergio Parra, periodista y escritor. Divulga ciencia en Xataka Ciencia, Quo, Conec, Mètode y, próximamente, en Instituto de la Felicidad de Coca-Cola, hace crítica cultural en Papel en Blanco y habla sobre viajes en Diario del viajero. También colabora con Editorial Planeta y asesora científicamente a RBA coleccionables, con quien ha publicado la biografía de Michael Faraday: Ciencia de alta tensión (RBA, 2013). Su último libro es una mezcla de viajes y ciencia: 300 lugares de verdad que parecen de mentira (Martínez Roca, 2013). Podéis seguirlo en twitter en @SergioParra_

Bibliografía y más información sobre esta serie de 5 artículos:

Blom, Philipp, 2007,Encyclopédie. El triunfo de la razón, Anagrama, Barcelona.

Giles, Jim, Nature, “Internet enciclopedias go head to head”, Nature.com, 14 de diciembre de 2005.

Gleick, James, 2012,La información, Crítica, Barcelona.

Johnson, Steven, 2013,Futuro perfecto, Turner, Madrid.

Martínez, Cristina, 2012,Wikipedia:Inteligencia colectiva en la red, Profit, Madrid.

Mayer-Schönberger, V. y Cukier, K., 2013, Big Data: la revolución de los datos masivos, Turner, Madrid.

Tapscott, Don, La Vanguardia, «Esto no es una crisis, es un cambio histórico», 21 de enero de 2011.

VVAA, 2008,La revolución Wikipedia, Alianza, Madrid.