Lady Wonder, la yegua telépata

Por jralonso, el 30 enero, 2014. Categoría(s): Curiosidades • Escepticismo • Historia

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Lady Wonder era una yegua propiedad de la Sra. Claudia D. Fonda, dueña de una granja en Virginia y que, según decían, tenía —el caballo—distintos poderes psíquicos. El animal fue examinado por dos investigadores de la Universidad de Duke, una pareja llamada Dr. Joseph B. Rhine y su esposa y colega, la Dra. Louisa E. Rhine que en una publicación científica de la época, la revista ‘Journal of Abnormal and Social Psychology’ publicaron un artículo titulado «An investigation of a Mind-reading Horse» (Una investigación de un caballo que lee la mente).

En el artículo se afirma que según algunos informes que habían recibido la yegua:

…podía hacer predicciones, resolvía operaciones aritméticas sencillas, contestaba preguntas con respuestas adecuadas e inteligentes y todo eso lo hacía sin órdenes verbales. Lo único necesario era escribir la pregunta y mostrársela a la Sra. Fonda. En opinión de la Sra. Fonda, estas habilidades del caballo se debían a una combinación de una inteligencia inusual con la capacidad para leer la mente”.

A lo largo de un mes y medio los dos investigadores realizaron seis sesiones experimentales donde también colaboró el jefe de los Rhine en Duke, el profesor William McDougall, profesor anteriormente en Harvard y el ayudante del superintendente del distrito escolar, John F. Thomas.

Un año después, tras reflexionar sobre lo observado y los estudios realizados y discutirlo con los colegas, los Rhine publicaban:

Solo queda la explicación telepática, la transferencia de influjo mental por un proceso desconocido. No se ha descubierto nada que no esté conforme con esto y ninguna otra hipótesis parece sostenible en vista de los resultados.

En lenguaje llano implicaba que los investigadores del departamento de Psicología de la Universidad de Duke habían llegado a la conclusión de que la yegua de la Sra. Fonda era capaz de leer la mente de una persona. Posteriormente el caballo predijo la derrota de Jack Sharkey por Jack Dempsey en 1927 o ayudó a encontrar petróleo. Lady Wonder se convirtió en el caballo no participante en ningún derbie más famoso del mundo e hizo ganar a su propietaria una suma considerable de dinero. Su historia fue contada en periódicos y revistas incluido “Life” que era la de mayor tirada de la época.

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El culmen de la fama para Lady Wonder llegó cuando ayudó a la policía de Massachusetts a encontrar el cuerpo de un niño que había desaparecido. El policía que fue a preguntar sobre el paradero del niño recibió la respuesta “Pittsfield Water Wheel” El policía pensó si se referiría al “Field and Wilde Water Pit”, una poza en una cantera de la zona donde el niño vivía. Cuando la cantera fue dragada se encontró el cadáver del desafortunado muchacho.

El 7 de diciembre de 1952 se le presentó el caso de otros dos niños, un muchacho de tres años y una niña de seis que jugaban en el patio de su casa antes del anochecer y habían desaparecido. Se les buscó por el campo, dentro de frigoríficos abandonados, se dragaron charcas y se exploraron pozos. El caso fue explicado a Lady Wonder que dijo —luego explico cómo— que los niños estaban muertos y que podían encontrarse juntos en “árbol” y “agua”. La madre preguntó “¿qué agua?” y la sra. Fonda le pidió que escribiera algún curso de agua cerca de su casa. La madre escribió “rio DuPage” y el caballo contestó “rio”. El caballo también predijo que serían encontrados un domingo. 58 días después de su desaparición, los cuerpos de los niños fueron encontrados en el DuPage aunque no era un domingo.

Cuando la fama de Lady Wonder llegó al mago John Scarne de Nueva Jersey, éste decidió investigar el caso por su cuenta. Marchó a la granja de la sra. Fonda en compañía de Donald Grey. Tuvieron que esperar a que la cola de gente venida desde muy diferentes lugares a que les leyeran la mente o a pedir consejo al equino fuera avanzando y entraron en una carpa de lona donde estaba la sra. Fonda y la yegua de tres años.

Lady Wonder estaba frente a una mesa donde había varias filas de bloques de madera mostrando las letras del alfabeto (posteriormente tendría una máquina de escribir para caballos construida especialmente para ella con la que contestó sobre los niños desaparecidos). La propietaria de la yegua explicó a Scarne y a otros clientes que la yegua, después de leer sus mentes, respondería a sus preguntas deletreando sus respuestas.

Uno de ellos era un policía de uniforme que había viajado desde Chicago para consultar al equino sobre un atraco a un banco. El agente —y hay que imaginar la situación— preguntó al caballo:

– Lady, ¿sabes por qué he venido?
La yegua empezó a empujar con el hocico tres bloques de madera Y-E-S ¡sí! El policía, visiblemente nervioso, preguntó a continuación

– ¿Qué debo hacer al respecto?
Lady Wonder movió sus bloques y la respuesta fue W-O-R-K ¡trabajar!

El policía, con un tono implorante dijo a continuación “Siento hacer tantas preguntas, Lady, pero dime ¿dónde están los ladrones ahora?

El caballo empujó las letras C-H-I pero no pudo seguir porque no tenía otra C  para seguir deletreando la palabra Chicago. El policía agradecido y emocionado se volvió al caballo y le dijo “Gracias Lady. Has sido una gran ayuda”. Entonces la sra. Fonda le dijo al sr. Scarne que preguntase lo que quisiera y éste dijo
– “¿Cómo llegué aquí?”
Lady Wonder movió la cabeza un poco y después bajó su cabeza hasta muy cerca de los bloques con letras sobre la mesa. Después de unos segundos de duda, empujó el bloque con la C. Después levantó la cabeza, la bajó de nuevo y con la el hocico empujó el bloque marcado A. Finalmente empujó la R. ¡CAR! En coche.

Después de esta demostración de lectura de mente, Scarne se volvió a Fonda y le dijo “Es impresionante, pero tengo una pregunta sobre lo que estoy pensando y querría saber cuál es la respuesta de Lady. ¿Cómo le pregunto sin decirle cuál es la cuestión?”

La sra. Fonda se quedó sorprendida por un momento y entonces le dio a Scarne un cuaderno y un lapicero y le dijo “Escriba su pregunta en este cuaderno y no deje que Lady lo vea”. Scarne escribió la pregunta pero lo hizo de tal manera que tampoco la sra. Fonda pudiese verlo. Ésta parecía un tanto molesta pero se volvió a Lady y le pidió contestar la pregunta. El caballo no movió la cabeza y a los pocos minutos estaba claro que si la sra. Fonda no veía la pregunta, el caballo no iba  empujar los bloques con su hocico. Scarne hizo como que hablaba con su amigo y dejó de forma descuidada el cuaderno para que la sra. Fonda pudiese verlo. La pregunta era “¿Dónde vivo?” y el caballo empezó a deletrear inmediatamente NEW YORK. Scarne se hizo el sorprendido y dijo “Es maravilloso. ¿cómo sabía Lady que vivo en Nueva York?” Aunque vivía en la vecina Nueva Jersey, Scarne le dio la tarifa acostumbrada de 5 dólares y se marchó.

La historia hace recordar el caso de otro caballo, Clever Hans, del que otro día hablaremos. Con Lady Wonder, estaba claro que lo único asombroso del asunto era la habilidad comercial y la cara de la sra. Fonda y la credulidad de sus visitantes incluidos algunos supuestos científicos y algunos miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Está claro que sus respuestas eran muy generales o que probablemente encendían una sospecha en algo que ya estaba latente, o que el agua es probablemente el riesgo más frecuente para un niño desaparecido durante muchos días o que solo nos hemos enterado de los casos que acertó y nunca más de aquellos que no llevaron a nada. Por ejemplo, cuando le plantearon el caso de un niño sordomudo desaparecido llamado Gary Hayman, Lady Wonder dijo que estaba en Kansas, herido, cuidado por buenas personas. Un tiempo más tarde, unos cazadores encontraron unos restos humanos en un bosque cerca de su casa, indicando los forenses que correspondían a Gary y que había muerto de forma accidental al poco de su desaparición.

Se calcula que al menos 150.000 personas pasaron por la granja de la señora Fonda buscando información, consejo o simplemente por curiosidad. Cómo funcionaba el proceso es explicado así por Scarne:

La Sra. Fonda tenía una pequeña fusta en su mano derecha y hacía señas al caballo moviéndola. Detecté a la sra. Fonda haciendo esto cada vez que el caballo movía los bloques con las letras con el hocico. Este método de hacer el truco me habría intrigado si no supiera que la situación de los ojos del caballo a los lados de la cabeza le daba un amplio rango de visión periférica y hacia atrás.

Cuando daba instrucciones a Lady Wonder, se colocaba 75 centímetros detrás de ella y aproximadamente a un ángulo de 60 grados de su cabeza. El primer movimiento de látigo era la señal para que la yegua bajase su cabeza y la colocase a 5 cm de los bloques. Un segundo movimiento del látigo era la señal para que Lady moviera su cabeza adelante y atrás sobre los bloques. Cuando la cabeza estaba sobre el bloque deseado, la sra. Fonda hacía que el animal tocase ese bloque con un tercer movimiento de la fusta. Era así de simple.

Con la publicación de las investigaciones del cazatramposos Scarne, un antecesor de James Randi, la carrera de lectora de mentes de Lady Wonder, algo que había hecho durante más de treinta años, llegó a su fin. La yegua murió en 1957.

La sra. Fonda usó uno de los trucos más habituales de los magos y mentalistas en las sesiones de lectura de mente: conseguir directamente o a través de un tercero información sobre el sujeto que pregunta, sobre la pregunta o sobre la carta que tiene en la mano. Puede hacerlo preguntando antes de empezar, examinando las credenciales. El “ayudante” escribe como si tomara notas pero con los movimientos de su lapicero le pasa información al mago. En este caso, un caballo, que discriminan perfectamente pequeños movimientos, transmitía las ideas y trucos de su propietaria.

¿Y Rhine? Cualquiera pensaría que se disculparía en público, se retractaría de su estudio y se metería debajo de una piedra. No fue así. Se convirtió en un pionero de la Parapsicología. Fundó el laboratorio de parapsicología de la Universidad de Duke (una universidad de prestigio, entre las 10 primeras en los ránkings de Estados Unidos), la revista sobre parapsicología Journal of Parapsychology, la Asociación Americana de Parapsicología y la Foundation for Research on the Nature of Man.

Vivió más de cincuenta años de estos cuentos. La página de Wikipedia en español de este individuo dice textualmente “su principal legado es haber demostrado científicamente los poderes de la mente humana. Fue demandado por los escépticos y el tema llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos que ¡falló a favor de él! dictaminando que efectivamente los poderes mentales existían. Esto abre un universo de posibilidades para el ser humano. El usar su potencial que está allí esperando a flor de piel ser usado”.

No solo está mal escrito sino que también está sesgado. No era totalmente un sinvergüenza. Joseph Rhine encontró una trampa oculta en la sesión de una médium y otros más crédulos que él  le atacaron. Según una historia no confirmada Arthur Conan Doyle publicó un anuncio en el Boston Herald con el mensaje “Joseph Rhine is an ass” («Joseph Rhine es un asno”).

Por otro lado ha sido también diana de científicos serios como Martin Gardner que tras indicar Rhine que pudo observar doce casos de experimentadores deshonestos sobre Parapsicología  entre 1940 y 1950, cuatro de ellos descubiertos en pleno fraude se queja de que no dé sus nombres, ni aclarase qué investigaciones hicieron o dónde las publicaron.

Su mujer, Louisa Rhine escribió un libro titulado «Something Hidden» donde reconocía que algunas de las personas que trabajaron en aquel departamento de Parapsicología falsificaban los datos y los registros. Aún así esos supuestos experimentos siguen siendo usados por magufos de todo el mundo. Y es que los esotéricos no dejan nunca que la verdad les estropee una buena historia.

Y para terminar un pequeño video sobre alguien que asombra a los ciudadanos con sus poderes psíquicos:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=F7pYHN9iC9I[/youtube]

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