En la historia de la ciencia hay conceptos que se crean en un momento dado y que después se mantienen en el tiempo a pesar de que la teoría haya avanzado y los haya dejado obsoletos en su sentido original. Después, el uso de las palabras que los designaban originalmente quedan en la jerga creando inconsistencias lógicas porque no se estudia su definición actualizada sino solo su significado intuitivo. Esto pasa con la palabra organismo para referirse a los seres vivos, como vemos en De los organismos. Y ocurre también con el demonio de Maxwell si dejamos que sea sólo de Maxwell y nos olvidamos de las aportaciones de Szilárd-Landauer, en titulares como Crean un diablo de Maxwell con un solo electrón, de Francisco R. Villatoro; el de Maxwell viola las leyes de la termodinámica, el de Maxwell-Szilárd-Landauer no lo hace y por eso puede construirse.
Hay conceptos que por su propia naturaleza escapan a nuestra comprensión humana intuitiva, es decir, los podemos entender racionalmente pero nuestra necesidad de visualizar los conceptos para aprehenderlos intuitivamente choca con ellos. Es el caso del infinito. También es cierto que alguno hubo que, animado por este choque de la comprensión se decidió a plasmar plásticamente su propia finitud, pintando todos los números de que fue capaz hasta su muerte. Es el caso de Roman Opalka como nos cuenta Raúl Ibáñez en A infinito.
Relacionado con el infinito está el concepto de fractal, pero ello no impide que una mente práctica lo use para mejorar el diseño de una estructura natural muy eficiente como vemos en Cómo mejorar a las abejas con fractales.
Después están los conceptos que dan lugar a aplicaciones aparentemente absurdas, como la teoría de grafos y los malabares, como nos explica Pablo Rodríguez en Matemáticas y malabares. Decimos aparentemente porque el aprender ejercicios malabares está demostrado que es beneficioso para mantener, e incluso mejorar, las capacidades cognitivas.
¿Y qué decir de los conceptos que parecen pertenecer a esferas completamente distintas pero que resultan estar íntimamente ligados? Es el caso de Ciencia y democracia, por Juan Ignacio Pérez.
Otros conceptos pueden resultar controvertidos si no somos capaces de separarlos de su carga ideológica actual pero que, por lo demás están perfectamente asentados, como el de cambio climático. En la historia de la Tierra han tenido lugar muchos; otra cosa es que se disponga de explicaciones más o menos asentadas para ellos. El último ejemplo nos lo trae Francis en Una nueva explicación a la anomalía climática de Dryas.
Hay conceptos confusos, como el de “natural”, que pueden hasta resultar peligrosos. Un ejemplo en Recuerdo: La Stevia rebaudiana no está autorizada para consumo humano por JM Mulet.
Finalmente tenemos esos conceptos que nos fascinan y a los que dedicamos películas, libros y entradas de blog reiteradamente. Uno de ellos es el espionaje. Esta semana vamos bien servidos de ejemplos. Daniel Marín nos ofrece Cuando un satélite espía ruso reentra por error sobre los Estados Unidos y Lanzamiento del satélite espía chino Yaogan 21 (Larga Marcha CZ-4B), y Antonio Cantó Ojos chinos en el cielo.
Un recordatorio: en cienciasfera.org encontrarás actualizadas las entradas de ciencia y tecnología de más de 120 blogs seleccionados.
Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.