Sí, pero no por eso…

Por javierpanadero, el 8 febrero, 2015. Categoría(s): Divulgación • Experimentos Naukas
Experimentos para entender el mundo
Experimentos para entender el mundo

– Dos más dos son cuatro.
– Mu bien.
– Porque lo digo yo.
– No, no por eso.
– ¿¿Cómo que dos más dos no son cuatro??

A ver, queridos, una cosa es que una cosa sea cierta y otra que la razón por lo que uno argumenta también lo sea.

Esto es básico en la ciencia. Aquí trabajamos con hechos constatados y reproducibles, y serán las hipótesis, las teorías, las que vayamos ajustando y cambiando para que expliquen todos los hechos y de la mejor manera posible. Y si las hemos cambiado es porque estaban MAL. Fíjate, no cambiamos los hechos, cambiamos las explicaciones.

Los hechos son ciertos, las explicaciones no necesariamente.

En este vídeo que comento un conocido experimento y cómo la explicación que se dio durante muchos años era falsa. Es uno de los experimentos de mi libro Experimentos para entender el mundo.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=JFqeN3FNcto[/youtube]

No somos seres racionales, lo siento. Nuestra capacidad de razonar no es sólo limitada, sino que en su pequeño ámbito tampoco funciona bien.
Somos presa fácil de falacias lógicas y sesgos cognitivos.

Las falacias lógicas son razonamientos aparentemente bien construidos, pero que en realidad no lo están. Por ejemplo: A todo el mundo le gusta este músico, no puede ser malo. Como el suelo se moja cuando llueve y hoy está mojado, debe ser que ha llovido. Un premio Nobel ha dicho que X es bueno/malo, etc.

Los sesgos cognitivos son «errores de funcionamiento» de nuestro cerebro, efectos psicológicos que nos llevan a conclusiones erróneas. Por ejemplo, el conocido efecto halo, en el que consideramos mejores personas y dignas de más confianza a las personas más agraciadas físicamente.
En la vida diaria es difícil estar a salvo de todo esto, por eso la publicidad y la mala política que se hace funciona. Eso no significa que no podamos estar alerta y poder reducir sus efectos y sus daños. En vosotros queda, tomar algo más las riendas si queréis.

Pero aquí quería traer otra implicación en la comunicación.

¿Podemos comunicar, sobre todo cuando lo hacemos a un público no experto, digo, podemos comunicar sin ser tremendamente prolijos y detallistas, pero sin ser falaces o abusar de los sesgos? En mi opinión la respuesta debe ser obligatoria y rotundamente SÍ.

Imagina, soy profesor y me dedico a la divulgación de la ciencia… si no creyera en eso, ¿qué estoy haciendo con mi vida?

Los que hacemos lo que yo, pensamos que la Ciencia es una forma de mirar al mundo más que un conjunto de datos o procedimientos.

¿De qué vale que les cuente cosas ciertas si los razonamientos están mal? ¿Entonces qué forma de mirar al mundo estoy explicando?

Muy bien, ahora manos a la obra: Si quiero contar que un jugador de baloncesto es muy bueno y no quiero aburrir con estadísticas, ni puedo poner todos los lanzamientos de su carrera, ¿qué puedo hacer?

En mi opinión, se puede poner un vídeo de algunos lanzamientos que apoyen lo que querías contar, en el margen de tiempo que tienes. No es una prueba científica, pero lo que se ha puesto no es falso. No se ha demostrado, se ha ilustrado y eso puede ser suficiente para la comunicación. Si alguien necesita o pregunta por pruebas científicas o más datos, entonces se puede ir profundizando en el detalle que necesite. ¿Hacemos algún bien a la libertad de pensamiento, al pensamiento crítico, a la mirada científica al mundo, o como queráis llamarlo, cuando argumentamos de manera incorrecta o falaz?

Por lo tanto, digamos mucho o poco, o no digamos… pero no hagamos trampa.

Busquemos ser divertidos, sencillos, precisos… incluso si pensáis que es imposible, todo lo que nos acerquemos será una bendición para nuestras audiencias.



Por javierpanadero, publicado el 8 febrero, 2015
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