¿Qué avance o descubrimiento de la ciencia moderna ha hecho progresar más a la Humanidad?
En mi humilde opinión: la domesticación del electromagnetismo.
Es necesario aclarar que no se trata de un descubrimiento puntual, sino más bien de una serie de pasos con ingredientes de ingeniería, ciencia, e incluso algo de arte.
El largo proceso de domesticación comenzó con las antiquísimas observaciones de imanes naturales, o de cargas eléctricas en materiales como ámbar[1], y se aceleró a partir del siglo XVIII, cuando científicos de la talla de Coulomb, Galvani, Ampère, Faraday, etcétera, pusieron sus hábiles manos en la masa del asunto.
El gran salto del electromagnetismo llegaría a mediados del siglo XIX de la mano de James Clerk Maxwell, que, aupado sobre hombros de gigantes, logró proporcionar una visión unificadora de los fenómenos hasta entonces conocidos como eléctricos, galvánicos, magnéticos y ópticos.
Las consecuencias científicas son de gran calado: el electromagnetismo supone un punto de apoyo básico sobre el que se desarrollan, por ejemplo, la teoría de la estructura de la materia y la relatividad especial.
En cuanto a las consecuencias tecnológicas, son aún más impresionantes: el electromagnetismo está en la base de nuestras telecomunicaciones, nuestro sistema de transporte de energía (¿imagina el lector enviar energía a casa, desde la central nuclear más cercana, utilizando engranajes y poleas?), toda la electrónica, …
Propongo el siguiente experimento mental al lector. Mire a su alrededor, esté donde esté, y borre mentalmente todos los objetos que le rodean que no usen directamente tecnologías derivadas del electromagnetismo… verá que su entorno se queda inquietantemente vacío
[1] de cuyo nombre en griego procede la palabra electricidad.
Pablo Rodríguez (Guadalajara, España, 1984) se siente inclinado de un modo casi suicida hacia las cosas complicadas. Esta cualidad le ha llevado a convertirse en físico, malabarista, ilusionista aficionado y humorista de cuarta categoría. Actualmente trabaja como experto en computación científica en el Netherlands eScience Center. Más información aquí