¿Enseñamos Ciencia o predicamos Ciencia?

Por javierpanadero, el 27 febrero, 2015. Categoría(s): Divulgación

profesor ciencia

La ciencia se hace basándose en la experiencia, es un saber empírico. Es el experimento el que decide qué es cierto y qué no, qué ocurre y cómo ocurre, más allá de lo que pudiéramos pensar, creer o desear. No puedo dejar de recordar que ni se dice por qué ocurre (sólo cómo), y que las explicaciones que preparamos son sólo provisionales y pueden ser (y son) retocadas o desechadas si no son compatibles con lo que “ocurre”, con el experimento o con nuevos experimentos que se conozcan.

Bien, chupi, esto ya es bien sabido. Lo que aquí nos preguntamos es: ¿cómo enseñamos la ciencia los profesores o cómo se la comunicamos a la sociedad? Nos plantamos delante de ellos y les decimos qué ocurre y cómo ocurre. Se lo decimos. Punto.

A veces les hacemos un dibujo, o les ponemos una animación. A veces, les hacemos una demostración, no diría experimento por las condiciones en las que las hacemos. ¿Es esto la transmisión de un saber empírico?

Echamos bicarbonato sobre vinagre y les decimos que las burbujitas son CO2. ¿Alguna diferencia formal con decirles que son burbujas de felicidad o de metano o de…? ¿Qué base empírica tienen para saber que componente del vinagre es el que reacciona, por ejemplo?

Aquí el único aprendizaje empírico que se ha hecho es que se salen burbujas. Lo demás es pura aceptación por argumento de autoridad, “El profe dice”. Por esto ocurre y sigue ocurriendo que les contamos cosas mal, errores de la ciencia de nuestro tiempo, o bien cosas incorrectas que nos contaron y que contamos como aprendimos, sin más refrendo que la fuente de quien vino.

Y llega el día en que nos enteramos de que algo que les contamos ayer está mal y llegamos hoy y les decimos: ¿Os acordáis de que ayer os dije que la cosa era por tal y por cual? Pues no, era por esto y por lo otro.

No sé muy bien qué pensarán, no sé qué confianza tendrán sobre la nueva explicación, sobre la autoridad que nos concedían hace un rato, sobre cómo se construye la ciencia y si es un buen acercamiento a la comprensión del mundo. Es probable que llevéis un rato pensando en que ellos pueden replicar los experimentos cuidadosamente y tomar todas las medidas, al fin y al cabo los hechos científicos son reproducibles.

Ya, ya. Si no critico cómo se construye la ciencia, estoy hablando de cómo se enseña y se aprende. ¿Realmente pueden replicar los experimentos? ¿Todos? ¿Quieren hacerlo? ¿Van a hacerlo? Si todas las respuestas son “no”, entonces sea cual sea la naturaleza de lo que están aprendiendo, en este caso empírica, ellos lo están aprendiendo como una verdad revelada.

Ya, ya… sí, pueden contrastar. ¿A qué os referís? ¿Qué pregunten a otras autoridades? ¿De más prestigio? ¿Otros profetas más conectados con la fuente del saber? ¿Qué miren en Internet? Y una vez allí, ¿cuál es el criterio? ¿Popularidad del sitio? ¿Prestigio del sitio? Magister dixit.
No tengo una solución para esto. Tirarme un curso entero para que analicen el bicarbonato, el vinagre, los productos de reacción, etc. sólo para esa demostración no es posible, no hay tiempo. ¿Pensáis que eso es lo deseable? ¿Nos eternizamos con algo para ser realmente científicos? ¿Y el resto?
Sólo quería compartir esto con vosotros, profesores, comunicadores, divulgadores. Estamos “vendiendo” un saber empírico a base de argumento de autoridad. ¿Es esto deseable, honesto, “funciona”…? ¿Somos como esos conferenciantes que convencen a las masas que lo que mola es el aprendizaje colaborativo y no las conferencias?

Y, ahora, podríamos empezar el debate en los comentarios.



Por javierpanadero, publicado el 27 febrero, 2015
Categoría(s): Divulgación