“La experta” en nutrición y bocamuelle, de turno

Por Juan Revenga, el 17 marzo, 2015. Categoría(s): Escepticismo • Tituláridos

(Cuando las manzanas podridas se reconocen diferentes)

Me molesta, lo reconozco, que gente sin una mínima formación salte a la palestra pública para vomitar absurdeces relacionadas con la salud y la dietética… y si la tiene, la formación, es aun peor. Es decir, casi que me molesta aun más, aunque desde luego no es el caso de hoy.

Y me cabrea, más que me molesta, que ciertos medios de comunicación, no pocos, ya no solo den cobertura a estas personas, sino que acojan a este tipo de charlatanes indocumentados posicionándolos como expertos con algo interesante que decir.

"Yo que sí como"
«Yo que sí como»

En concreto hay una señorita, Patricia Pérez se llama, que explotando lo que al parecer fue un lamentable episodio de choque anafiláctico de hace años (y que según ella casi le cuesta la vida, algo razonablemente creíble) se está paseando por distintos medios de comunicación haciendo llegar a la población general sus desustanciadas ocurrencias sobre nutrición y dietética. Esos medios a los que me refiero son por ejemplo esRadio y la revista Diez Minutos, que al parecer la acaba de fichar como bloguera experta en estas cuestiones. Además, hace poco más de un año publicó un libro “Yo sí que como. Para adelgazar hay que comer” que en contra de la más mínima racionalidad, esta gozando de un cierto éxito y, es más, todo apunta a que su segundo libro está al caer… Supongo que explotando lo arriba que se ha venido en este momento la muchacha.

La guinda de este surrealista panorama la constituye el saber que, en base a este subidón, Patricia Pérez, actriz y presentadora, tiene la desfachatez de montar una consulta ¿nutricional? abierta al público en la que a cambio de 100 euretes le dirá a quien se preste y de forma personalizada sus habituales tonterías. Si quieres, puedes contrastarlo en este enlace. Se trata de un teléfono para solicitar una consulta con ella.

Eso sí, que nadie espere que Patricia le coja el teléfono: el interesado habrá de dejar su mensaje en el buzón de voz, luego una “secretaria” le devolverá la llamada y, ocultando la dirección concreta de la consulta, le dirá que ya se pondrá más adelante en contacto con él (para indicar el lugar de la consulta). El mismo día de la consulta, se envía un whatsaap al interesado y ‘ya está’. Parece surrealista, pero es así. Me pregunto si esta mujer habrá dado de alta su consulta en sanidad, bajo qué apartado estará contemplada y en calidad de qué declarará los ingresos que su consulta le genere. Bueno, me lo pregunto yo y quizá se lo debería preguntar también el Consejo General de Colegios de Dietistas-Nutricionistas.

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La cuestión esta de la consulta resulta bastante curiosa cuando se contrasta que en 2013 saltó a la fama como la “nutricionista” de Alaska reconociendo entonces que iba a una consulta a ayudar a la gente pero que no cobraba por ello, que lo hacía a modo de hobby.

Antes de continuar y entrar en materia, y con el fin de ponerla en su sitio, quiero aclarar tres cuestiones para que la susodicha no se lleve a engaño.

Primero. En particular Patricia, lo que se dice en particular, no tengo nada en contra de ti… no te conozco en lo personal más allá de lo que tus obras y tu trabajo dicen de ti. Podrías llamarte de otra forma, ser varón, más alta o más baja, mejor o peor parecida… sea como sea quiero que sepas que me dirijo a ti por que es ahora cuando estás en el candelero y si quieres tomarlo así, se podría decir que eres la cabeza visible de turno en lo que a charlatanería nutricional se refiere. Así pues, no te lo tomes por lo personal, otrora, ese ignominioso papel que ahora representas, estuvo interpretado por ejemplo por Belén Esteban, Isabel Preysler, Jorge Javier Vázquez, Caritina Goyanes… y tantos otros que tristemente seguro vendrán. Pero a diferencia de ti, ninguno de ellos se ha autoproclamado experto en nutrición, ya no te digo haber osado a montar una consulta. Así pues, ve tomando nota, no se trata de nada personal.

Segundo. También quiero aclarar que de envidia tampoco nada. Me adelanto a las posibles justificaciones y explicaciones que puedas dar al respecto de este escrito. Es más, te aseguro que ninguno de los indignados dietistas-nutricionistas que últimamente estamos siguiendo tus andanzas tiene envidia de tu “éxito”. No, no es eso. En sentido contrario, indignación sí que es. Y mucha. Seguro que me entiendes con el siguiente ejemplo. Mira, cuando estoy al volante de mi vehículo y alguien me adelanta poniendo en juego tanto su pellejo como el mío o el de otros usuarios en una maniobra imprudente y peligrosa… no siento ninguna envidia en cuanto a lo antes que se supone ese sinvergüenza desalmado va a llegar a su destino con su adelantamiento. Entonces lo que siento es rabia, no envidia (puedes si quieres imagínate los calificativos que vienen a mi cabeza en esas ocasiones). Siento además impotencia de ver cómo ese majadero al volante se sale con la suya sin que nadie le pare los pies… o sin que se estampe… el solo, claro. Creo que me habrás entendido… así que de envidia nada.

Tercero. Tampoco me molesta que “me bloquees” en las redes sociales a mí y a otros cientos de buenos y verdaderos compañeros y profesionales. No, la cosa tampoco va por ahí. Es más, te diré que tu bloqueo me agrada… y mucho. Otro tiempo fue en el que tú seguías mi perfil en twitter y yo estaba literalmente acojonado… (¿creerá alguien que se dé cuenta de esta cuestión que tenemos algo que ver o bien que tu estilo y el mío -o el de mis compañeros- serían afines?). Afortunadamente, a poca caña que te di hace un año (cuando lo de tu colaboración con esRadio) desististe y dejaste de seguirme; y a poca caña más me bloqueaste hace poco (por lo de Diez Minutos), como decía, junto a unas cuantas decenas más de compañeros. ¿Y sabes qué? que me agrada. Está bien eso de que las manzanas podridas se auto-segreguen y pongan de manifiesto con sus gestos que no quieren estar en el mismo cesto que las manzanas sanas. Así pues, gracias por el bloqueo, porque de lo que no te quepa duda es que mientras sigas sacando los pies del tiesto va a ver una legión de compañeros que te va a poner las peras al cuarto en las redes sociales.

In-gold-we-trust

Y ahora sí, tras este amplio proemio, y para un mayor entendimiento de aquellos lectores que no sepan aun de qué va esta película, déjame que ponga de relieve el nivelón de tu profesionalidad como “nutricionista energética” (no de las calorías, porque según dices no te gusta ser nutricionista de eso). “Nutricionista energética” o “experta en nutrición”, tal y como a ti te gusta que te digan. No me digas que no empezamos bien, como las pilas Duracell, pero en nutricionista.

Por no aburrir y no hacer de este post el más largo jamás publicado, me centraré solo en tu última aparición escrita… me refiero a tu glorioso debut en el blog de Diez Minutos. Para descubrir tus andanzas nutricionales, además de esta intervención, sugiero a los lectores que se acerquen hasta el blog de Aitor Sánchez para leer el post que te dedicó en su día tras tu paso por el programa de Federico Jiménez Los Santos “Las mañanas de Federico”. Aquel post que nadie debe perderse se llamó “Por qué no te callas? La anti-divulgación del personaje de turno

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=1Agt40OSUsA[/youtube]

Así, tras tu particular hibernación divulgadora (callada hay que reconocerlo que estás más guapa… y los demás más tranquilos) todo apunta a que has estado tomando clases con el fin de decir una mayor cantidad de tonterías por frase y así contarnos cómo preparas tú la primavera, y cómo sin el menor rubor, pasándote por el arco del triunfo todas las recomendaciones de salud al respecto promueves con todas sus letras la conocida como “Operación Bikini” y la absurdez conceptual de las conocidas como “estrategias depuradoras”. Imagino que te la trae al pairo, pero se interesa mi opinión al respecto de estas cuestiones dietéticas detoxificantes y depuradoras, te sugiero que leas este o este otro post.

Tras los prolegómenos de tu maravilloso post nos dices que ahora es el momento del hígado y la vesícula biliar, como si esto de las vísceras fuera una cuestión de Victorio & Lucchino o de Karl Lagerfeld. Al parecer, que sea el tiempo de estas tan poco agraciadas pero muy necesarias entrañas lo vemos en el tiempo atmosférico según tú dices y también porque los días se alargan. Pues sí, mira en eso tienes razón, no hace falta ser nutricionista para darse cuenta que hoy a las 7 de la tarde es aun de día, a diferencia de lo que ocurría el 22 de diciembre. Pero… ¿nos podrías iluminar aclarándonos dónde está la relación de la estacionalidad con las transaminasas, las sales biliares y todo este tema visceral?

El siguiente párrafo no sé muy bien como criticarlo (vamos, que no sé por dónde pillarlo) y por eso lo voy a transcribir entero:

El hígado es un órgano que a nivel energético tiende a “bloquearse” con facilidad porque todo el estrés que sufrimos le cae a él, por eso ahora hay que hacer deporte suave a diario (cosa que en invierno no hace tanta falta).  La gente que tiende a contracturarse o sufrir tendinitis con facilidad lo debería cuidar especialmente en esta época del año, porque el hígado tiene mucho que ver con los tendones, los ligamentos y los músculos. A otras personas en ésta época del año le repercute en las cervicales o dolor de cabeza. También las uñas tienen mucho que ver con él.

Vamos a ver alma de cántaro: ¿el hígado tiende a bloquearse a nivel energético?… ¿por eso hay que hacer deporte suave ahora… pero en invierno no? Oye y otra cosa… no sé donde ubicaron el hígado en esos maravillosos cursos de nutrición ortomolecular… o china… o india que has debido hacer, pero a la vista de la relación que tú le atribuyes al hígado con el sistema óseo y muscular, lo más probable es que estuvieras cogiendo el iPad al revés.

Bueno, con estos gloriosos planteamientos nadie en el mundo te hubiera perdonado, ni tan siquiera yo, te lo digo en serio, que al final no propusieras un chapucero boceto de pauta dietética a tu estilo:

  • Incluyendo listas de alimentos buenos y alimentos malos, algo mal per se, pero además con el mismo criterio para hacerlo que un mandril escribiendo El Quijote delante de un teclado.
  • Hacer una clasificación de los mismos en base a su acidez vs alcalinidad. A estos fines y para el futuro te sugiero que si vas a seguir por estos derroteros menciones por algún lado el rollete yin&yang, queda más serio… más serio en tu universo, me refiero.
  • Mencionar al menos un alimento desconocido por el 99,8% de los mortales por estas latitudes, salvo que alguien haya sido un casco azul destinado en algún país exótico. Patricia, mona, ¿nos puedes explicar que demonios es el kale? Sí, ya sé que tengo internet, pero es que no lo digo por mí, lo digo por el resto de tus lectores… bueno por eso y por oírte hablar y que nos explicaras tú en primera persona lo de sus propiedades bromatológicas y tal.

Ya por último, vuelvo sobre mis pasos y me gustaría que nos aclararas este detalle que nos tiene a muchos francamente desconcertados… me refiero al siguiente párrafo:

Lo vemos en la naturaleza [que es el momento del hígado y la vesícula] porque los días empiezan a ser más largos, hay viento (principal expresión del hígado), más luz y nos empieza a apetecer hacer más cosas.

Mira que te preguntamos por activa y por pasiva en Twitter si nos podías aclarar esta frase… esta relación, solo la del viento y el hígado. No hubo forma, solo la callada por respuesta. Lejos de responder te dedicaste a silenciar tus oídos (solo los tuyos) usando el botón de bloqueo de Twitter a discreción en plan metralleta. Algo que como te decía al principio, y en esta coyuntura, casi que es más agradable que lo contrario.

Ya termino, y lo hago con una pregunta: Dada tu imagen popular y conocida ¿has pensado alguna vez Patricia el impacto de tus bobadas en la salud pública, no digamos ya a la hora de “elevar” la cultura general de este país?

Tal y como te decía Aitor Sánchez… ¿porqué no te callas?



Por Juan Revenga, publicado el 17 marzo, 2015
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