Hablar de fracking en nuestro país es hablar, sin duda, de polémica, y más aún cuando a la vuelta de la esquina tenemos unas elecciones municipales y autonómicas en la que algunos partidos se posicionan tanto a favor como en contra.

Para quienes todavía no sepáis que es el fracking, es una técnica que, mediante la inyección de fluidos a alta presión (como el agua), intenta fracturar las rocas para liberar hidrocarburos de rocas que son poco permeables y que no permiten la fácil circulación de estos entre sus poros, y por consiguiente, la fácil extracción. Lleva usándose desde finales de la década de los 40, pero que hasta ahora en nuestro país había pasado desapercibida debido a los escasos recursos que tradicionalmente eran accesibles. Bueno, y un mucho también por el aumento del precio del barril, que nos ha forzado a buscar seriamente alternativas a la importanción de estos combustibles tan necesarios.

Esta técnica de estimulación permite aumentar las reservas accesibles tanto de petróleo como de gas natural en yacimientos que antes por el uso de técnicas más rudimentarias, o en otras condiciones económicas, simplemente no eran rentables.

El pasado 20 de Marzo di una charla sobre este tema en el pub Demodé, en Almería, gracias al ciclo de charlas de Ciencia en Bares y a la colaboración de la ARP (Sociedad para el avance del pensamiento crítico), en la que intenté dar todos los argumentos a favor y en contra del uso de la técnica, consiguiendo que ecologistas y petroleros saliesen cabreados a partes iguales de la charla. Aquí os dejo con ella, seguro que no os deja indiferentes:

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