Hitos en la red #73

Por César Tomé López, el 21 junio, 2015. Categoría(s): Enlace Recomendado

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El refranero popular atesora varias expresiones para indicar que incluso en lo más malo se puede encontrar algo bueno, siendo probablemente la más popular “no hay mal que por bien no venga”. Ese engañabobos sin base científica alguna, ese lobby ante el que sucumben políticos papanatas sin cultura científica de ninguna especie, esa explotación sin escrúpulos de los sesgos cognitivos del público en general que es la homeopatía, también tiene cosas buenas. Fernando Frías se dispone a enumerarlas en Los beneficios de la homeopatía (1). Incluso el altruismo tiene un lado positivo, como explica Esther Rebato en Los fundamentos del altruismo humano, y hasta la risa tiene su aquel: ¿Qué pasa si me río de todo?, de Mariajo Moreno.

Otra fuente de citas para todo aunque sean contradictorias, al estilo del refranero todo hay que decirlo, es la Biblia. Y a Mateo, quien debería ser patrón de la búsqueda científica y de la concesión de becas de investigación, parece que se recurre a menudo con su “Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”. Que se lo pregunten si no a los que han encontrado a Kepler-138b, el exomarte, o Los volcanes de Venus, ambos por Daniel Marín o un Dispositivo emisor de luz visible usando grafeno suspendido por Francisco R. Villatoro.

La publicidad recoge muchas expresiones populares y, tal como pretende la RAE en su lema, las limpia, pule y da esplendor. Una de ellas es esa cantinela de los que pagan el impuesto de los pobres, la lotería, del “¿y si me toca?”. Ya puestos a hacer hipótesis poco probables, ¿Y si Caronte tuviese atmósfera?, por Dani. Y a pedir, ¡Más billetes por favor!, de Raúl Ibáñez.

La ciencia, se quiera o no, tiene un prestigio asociado, y algunas de sus figuras, más, si cabe. Es por ello que las citas de grandes científicos se usan, o se inventan, para apoyar lo más peregrino en una evidente falacia lógica que se llama argumento de autoridad. El rey de las citas apócrifas es sin duda Albert Einstein. Y digno de ser una cita de Albert es este titular de Francis, No te creas ninguna gráfica, aunque sea muy bonita.



Por César Tomé López, publicado el 21 junio, 2015
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