La luz es como el cerdo, de ella se aprovecha todo. Y especialmente para el estudio del Universo. Esto es interesante porque mucha de la información que llega a nuestro planeta desde el Universo está oculta completamente a nuestros ojos… porque estos no son capaces de percibirla. Sin embargo nuestros aparatos sí pueden. Así podemos ver el Universo en el visible, en rayos X, en gamma… y por supuesto también en microondas. Lo más interesante es que cada uno de ellos nos da una información diferente, y muchas veces complementaria.
Y justo la de microondas nos da una información privilegiada, una muy especial, porque nos remonta a los primeros instantes del Universo. Bueno, 300 mil años después de que se creara. Quizás te parece mucho, pero en escalas cósmicas eso es un abrir y cerrar de ojos. Y es que esa luz de microondas que nos llega desde todos los lados del Universo nos abre las puertas a una era muy diferente, un momento en el que no existían aún las galaxias. Es lo que conocemos como el CMB, el fondo cósmico de microondas, y son las cenizas del Big Bang.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=-kE9dGVPPNQ[/youtube]
Esta serie de videos la ha realizado Javier Santaolalla (@JaSantaolalla) físico en el CERN y miembro de The Big Van Theory.
The Big Van Theory es un grupo de monologuistas científicos para la divulgación de la ciencia de una forma amena y asequible en bares, teatros, ferias científicas y otros eventos. Actualmente cuenta con 12 investigadores en diferentes ámbitos de la ciencia: biología, química, matemáticas, física, geología, ingeniería… Nuestro objetivo es acercar la ciencia al público general, mostrando los avances más recientes en ciencia de una forma divertida y comprensible