Causa de la muerte: soledad

Por Rosa García-Verdugo, el 8 diciembre, 2015. Categoría(s): Medicina • Neurociencia
Causa de la muerte: Soledad, por Rosa García-Verdugo
Causa de la muerte: Soledad, por Rosa García-Verdugo

Aunque parezca mentira en estos momentos, cuando parece que todos estamos rodeados de gente, de voces y de opiniones las 24 horas del día, los 7 días de la semana gracias -o por culpa- de las redes sociales, uno de los factores de riesgo que más incrementan las posibilidades de una muerte prematura -en un 14%- es la percepción de aislamiento social.

Que la soledad no es buena para el hombre es algo de sobra conocido para los investigadores, de hecho ya hablé del tema hace años aquí, sin embargo el cómo específicamente esta percepción psicológica se traduce en un daño fisiológico -enfermedad e incluso muerte- no estaba del todo claro…hasta ahora.

En un artículo publicado recientemente en la revista PNAS, Cole y cia. demuestran como la soledad produce una respuesta fisiológica de estrés, del tipo lucha-o-escapa (fight-or-flight), que acaba afectando a la producción de linfocitos.

Este grupo de investigación ya había demostrado anteriormente que hay un nexo entre la soledad y lo que ellos llaman “respuesta transcripcional conservada frente a la adversidad” o CTRA por sus siglas en inglés. Esta respuesta se caracteriza por un incremento en la expresión de genes proinflamatorios mientras que al tiempo se inhibe la expresión de genes relacionados con la respuesta antiviral, de tal manera que las personas solitarias tendrían una mayor respuesta inflamatoria y un sistema inmune más débil que las que no lo son.

En este trabajo, los investigadores examinaron la expresión génica de leucocitos en humanos y en monos rhesus, un tipo de primate caracterizado por su fuerte estructura social, y encontraron las diferencias esperadas en cuanto a sobreexpresión de genes proinflamatorios e inhibición de antivirales, pero además descubrieron una relación recíproca entre soledad y niveles de expresión incluso un año o más después de la primera prueba. Esta relación implica que, por ejemplo, los niveles de la llamada CTRA pueden predecir el estado de soledad y viceversa, de tal manera que puede decirse que existe una especie de feed-back loop entre ambos factores.

En monos rhesus además de verse alterado el patrón de expresión génica, también se observó un incremento en los niveles de norepinefrina, un neurotransmisor asociado a respuestas de estrés. Este neurotransmisor por su parte produce un aumento en la producción de monocitos -un tipo de célula del sistema inmune- que presentan el mismo patrón de expresión génica anteriormente comentado: extra proinflamación, inhibición de la respuesta anti viral.

Tanto en humanos como en monos rhesus solitarios se ha observado este aumento de la fracción monocítica circulante, siendo ésta la causa final de la desviación de los valores de expresión génica de la fracción leucocitaria.

Tipos de leucocitos
Tipos de leucocitos

Todo esto puede parecer un tanto enrevesado, y hasta cierto punto fútil. Tras demostrar una relación entre experiencia (soledad) – percepción como amenaza y respuesta tipo lucha-huida – sistema nervioso (norepinefrina) – expresión génica – sistema inmune (monocitos), demostraron el efecto negativo sobre la salud, tras observar cómo en monos rhesus solitarios la versión primate del VIH proliferaba más rápido en sangre y cerebro que en monos socialmente integrados debido a la deficiente respuesta antiviral de estos monocitos con expresión génica disminuida.

Así terminamos con un esquema claro de cómo la soledad afecta nuestro bienestar y nuestra salud y al mismo tiempo, pone de manifiesto cómo nuestra situación interna afecta nuestro bienestar social, dada la capacidad predictiva del CTRA en los niveles de soledad percibida a largo plazo en los sujetos del experimento. La pregunta que aún queda sin responder es ¿cómo es esto posible? ¿qué mecanismos neurobiológicos están implicados en el hecho de que esta situación emocionalmente y físicamente indeseable se mantengan? Señores investigadores, a la espera de una respuesta me voy a disfrutar de un Glühwein con mis amigos, que aunque quizá no sea lo mejor para mi hígado desde luego estoy segura que a largo plazo es algo que mi salud agradecerá.

Referencias científicas y más información:

Cole SW, Capitanio JP, Chun K, Arevalo JM, Cacioppo JT. «Myeloid differentiation architecture of leukocyte transcriptome dynamics in perceived social isolation«. Proc Natl Acad Sci U S A. 2015 Nov 23. pii: 201514249.



Por Rosa García-Verdugo, publicado el 8 diciembre, 2015
Categoría(s): Medicina • Neurociencia