Esta semana ha resultado un poco rara en la red para este cronista. Si bien ha habido publicaciones interesantes, no ha habido tantas, a criterio de quien esto escribe, reitero, como para ser destacadas. Por eso, invitando a visitar los blogs, pasemos a ver lo que nos ha llamado la atención.
Siempre nos gusta el realismo frente a la moda, por eso es muy recomendable este escrito de Daniel Marín sobre los nuevos planetas presuntamente habitables descubiertos: La cambiante zona habitable de TRAPPIST-1
La complejidad y la fascinación de la computación cuántica queda patente en este breve texto de Francisco R. Villatoro, eso sí, de lectura, digamos, esotérica: Algoritmo cuántico hiperparalelo para la multiplicación de matrices.
Las gacelas de Thomson son capaces de aumentar el gasto metabólico por cuarenta cuando huyen, y se las apañan para mantener refrigerado su encéfalo. Juan Ignacio Pérez en Gacelas que huyen despavoridas.
En El problema de los tres caballeron y los tres criados Raúl Ibáñez ilustra la versatilidad de la teoría de grafos para resolver problemas aplicándola a un acertijo clásico.
Mariajo Moreno, que es periodista, realiza un trabajo muy meritorio escribiendo un primer para alguien con poca formación científica sobre ¿Qué es la radioactividad y por qué entraña riesgos?
Fernando Frías, abogado, nos presenta la iniciativa Euromind que intenta poner en contacto la realidad científico-tecnológica con los que legislan sobre ella desde la ignorancia.
El proyecto discreto completa otra etapa: Potencia eléctrica.
Químico. Trabajo en Euskampus Fundazioa con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU, para la que edito el Cuaderno de Cultura Científica y Mapping Ignorance. Escribo cosas para el Donostia International Physics Center y el Basque Center for Applied Mathematics.