Recojo hoy uno de mis primeros artículos de Zoco de Astronomía en el Suplemento el Zoco de Diario Córdoba. Esta sección semanal nació como una iniciativa más por el Año Internacional de la Astronomía 2009, pero después se me invitó a continuar con ella. A fecha de hoy llevo escritos casi 250 artículos en Zoco De Astronomía. Éste se publicó el domingo 29 de noviembre de 2009.
Las estrellas se forman en enormes concentraciones de gas y polvo que llamamos nebulosas. Pero no nacen solas, normalmente centenas o miles de estrellas se crean en una única nebulosa. Una vez agotado el gas, los nuevos soles (que siguen ligados gravitatoriamente) forman un cúmulo abierto de estrellas, preciosos agregados asimétricos dominados por estrellas azules, jóvenes, calientes y masivas. El ejemplo más famoso de cúmulo abierto son las Pléyades (M 45), localizado en la constelación de Tauro, y que se puede divisar a simple vista en las noches de otoño e invierno. Pero la gran mayoría de cúmulos abiertos sólo se pueden disfrutar con telescopio.
Uno de los cúmulos abiertos más estéticos es el Cúmulo del Joyero (NGC 4755), localizado en la famosa constelación austral de la Cruz del Sur (y, por lo tanto, no observable desde Europa). En realidad, se puede llegar a distinguir a simple vista, cerca de la estrella más oriental del famoso asterismo de cuatro estrellas que forma la Cruz del Sur, y ya con prismáticos puede adivinarse su forma irregular. El cúmulo del Joyero lo descubrió el astrónomo francés Nicolas Louis de Lacaille en 1751, cuando pasó una temporada en Sudáfrica observando el cielo del Hemisferio Sur. Su nombre, no obstante, proviene de la descripción que el famoso astrónomo inglés William Herschel proporcionó en la década de 1830, “una caja de diversas piedras preciosas de color”. La imagen que acompaña este texto, conseguida usando el telescopio de 2.2m del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile, confirma el porqué de un nombre tan sugerente. Entre tantas estrellas azules, destaca un astro brillante con una intensa tonalidad rojiza. Se trata de Kappa Crucis, una estrella gigante roja que está comenzando la última fase de su evolución, antes de explotar como supernova.
El color de las estrellas proviene de la temperatura a la que se encuentran sus atmósferas, que depende directamente de la masa original del astro y de su estado evolutivo. Al contrario de lo que nuestra lógica nos diría, las estrellas más rojas son más frías (3.000-4.000 grados) que las azules (20.000 – 35.000 grados, en algunos casos mucho más). Las estrellas del cúmulo del Joyero tienen masas entre 15 y 20 veces la masa del Sol (las más brillantes en la imagen) y media masa solar (las estrellas más débiles). Las estrellas más masivas, además de ser las más brillantes, consumen más rápido el hidrógeno disponible, por lo que evolucionan mucho más rápido que las estrellas de baja masa y mueren muy jóvenes. Es lo que le está ocurriendo a Kappa Crucis, una estrella de sólo 16 millones de años de edad que ya ha convertido todo el hidrógeno de su núcleo en helio. Para poder seguir brillando, la estrella comienza a quemar hidrógeno en una cáscara alrededor del núcleo de helio inerte, lo que resulta en un aumento del volumen del astro y un enfriamiento de su superficie. De ahí que se forma una estrella gigante roja. Éste es el hecho físico que da el colorido al Joyero.
En total, el cúmulo del Joyero posee alrededor de 100 estrellas, que están localizadas a una distancia de unos 6400 años luz de la Tierra. Con el paso del tiempo, las estrellas que componen los cúmulos abiertos se van dispersando, cada una siguiendo su propio camino. En efecto, el Sol se formó junto con otras muchas estrellas hace unos 4700 millones de años. Las estrellas hermanas del Sol pueden estar ahora en el otro lado de la Galaxia.
Ángel López-Sánchez es astrónomo y comunicador científico en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie (MQ) con sede en Sydney, Australia. Es un reconocido experto en el estudio de cómo el gas se convierte en estrellas en galaxias cercanas y cómo esto afecta la evolución de las galaxias, particularmente el enriquecimiento químico. Dirige el programa «HI KOALA IFS Dwarf galaxy Survey» (Hi-KIDS), que utiliza el instrumento KOALA en el Telescopio Anglo-Australiano (AAT) de 3,9 m para diseccionar 100 galaxias enanas cercanas ricas en gas para comprender su historia y evolución. También brinda apoyo a los astrónomos visitantes del AAT. Es un miembro activo en grandes estudios de galaxias espectroscópicas y los próximos estudios de galaxias ópticas y de radio.
Tras recibir la licenciatura en Física Teórica en Granada en 2000 completó su Tesis Doctoral en Astrofísica en el prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España) en diciembre de 2006. Se trasladó a Australia en 2007, cuando se incorporó al CSIRO «Astronomy and Space Science» para trabajar en el «Local Volumen HI Survey ”(LVHIS), que realizó observaciones radio-interferométricas de galaxias ricas en gas en el Australian Telescope Compact Array. En 2011 se unió al Australian Astronomical Observatory (AAO) y a la Universidad de Macquarie combinando soporte de instrumentación telescópica, investigación, conferencias y divulgación. En mayo de 2023 fue incorporado como investigador académico a tiempo completo en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie.
Es el actual presidente de la asociación de Investigadores Españoles en Australia-Pacífico (SRAP, Spanish Researchers in Australia-Pacific), entidad de la que es miembro fundador, y participa activamente en RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores Españoles en el Extranjero) dentro de la comisión de comunicación y en diplomacia científica. Es el vicepresidente de la Agrupación Astronómica de Córdoba (AAC), representante de la Red Andaluza de Astronomía (RAdA) y miembro de la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y la Australian Astronomical Society (ASA).
Es miembro de la comisión ProAm (relaciones entre astrofísicos profesionales y astrónomos aficionados) de la SEA, de la que fue coordinador entre 2016 y 2020, y participa activamente en poner en contacto el mundo de la astrofísica profesional y de la astronomía aficionado. Es un apasionado astrónomo aficionado que utiliza su propio equipo para capturar la belleza del Cosmos.
Fue el primer astrofísico español en tener un blog de divulgación astronómica («El Lobo Rayado», en 2003) y es miembro fundador de la red Naukas, donde tiene el blog «Universo Rayado» desde 2015.