Versión íntegra del artículo publicado el domingo 17 de julio de 2016 en el suplemento el Zoco de Diario Córdoba.
Las nebulosas son regiones del espacio dentro de las galaxias donde el gas y polvo se condensan para formar nuevos soles. Las estrellas recién nacidas, a su vez, emiten gran cantidad de luz en colores ultravioleta, lo que hace que el gas difuso se encienda. Dependiendo de la estructura física y de la composición química de cada zona dentro de la nebulosa el brillo del gas será diferente. Así se crean las formas caprichosas y los colores intensos que caracterizan las imágenes de las nebulosas que los astrónomos están obteniendo en los últimos tiempos. Y si hay una nebulosa en donde todos estos detalles destacan por sí solos, es en la Gran Nebulosa de Orión (M 42). No hay más que mirar esta nueva imagen para confirmarlo. La variedad de colores, estructuras, tonalidades y morfologías hace que esta nueva toma de M 42 sea hipnótica y muy cautivadora. ¿Qué estamos viendo aquí?
La Nebulosa de Orión se encuentra a unos 1350 años luz de nosotros, brillando en el centro de la Espada del Gran Cazador Celeste. En realidad esta nube difusa de gas no es tan grande, sólo ocupa unos 24 años luz (otras nebulosas alcanzan centenares de años luz de diámetro), pero como está tan cerca sirve a los astrofísicos como un importante laboratorio donde estudiar los procesos y los detalles asociados a la formación estelar. Esta impresionante imagen, la más profunda de M 42 conseguida hasta la fecha, se ha obtenido usando el instrumento HAWK-I instalado en una de las unidades del telescopio VLT (“Very Large Telescope”), de 8.2 metros de diámetro, en el Observatorio de Paranal (Chile) del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Como es habitual en Astronomía, se tomaron imágenes profundas “en escala de grises” usando distintos filtros. Estas imágenes luego se combinan para obtener una única fotografía en color. En esta imagen, el gas difuso brilla en azul, mientras que el polvo lo hace sobre todo en rojo. Además, como el instrumento HAWK-I observa en colores del infrarrojo cercano (esto son colores más rojos que nuestro rojo), podemos “ver” más profundo. Esto es así porque la extinción inducida por el polvo y el gas en estos colores es muy inferior a la que sufren los colores que nosotros vemos: podemos decir que, al usar los colores del infrarrojo cercano, “usamos luces antiniebla” y vemos más lejos.
Es así como se ha podido constatar que la Nebulosa de Orión, en realidad, está formando muchas más estrellas de las que se creía. ¿Por qué no las veíamos antes? Porque muchas de ellas son de baja masa (mucha menos materia de la que tiene nuestro Sol) y, al estar tan incrustadas dentro del amasijo de gas y polvo, no se han visto hasta ahora. Pensábamos que la mayor parte de las estrellas encontradas en M 42 tenían masas de alrededor de 1/4 la solar. Pero la contabilidad de nuevos astros realizada con esta imagen ha revelado que existen muchos otros objetos de baja masa, estrellas enanas marrones y cuerpos de masa planetaria, en la Nebulosa de Orión.
Esto es muy interesante para los astrofísicos, primero porque el estudio de otras regiones de formación estelar cercanas pero no tan activas como M 42 no muestra la existencia de gran número de objetos de baja masa. Y segundo, y quizá más importante, las nuevas observaciones sugieren que se crean mucho más objetos de tamaño planetario de los que estimábamos hasta ahora. En efecto, este estudio incluso reabre la hipótesis de que existan gran cantidad de planetas “libres” (no asociados a estrellas) dentro de las galaxias. Se inicia así un nuevo campo de estudio a investigar con los nuevos telescopios muy grandes que se espera empiecen a funcionar en la próxima década: la caza de exoplanetas flotando libremente por el espacio interestelar.
Más información: Nota de prensa del Observatorio Europeo Austral (ESO), 12 de julio de 2016.
Ángel López-Sánchez es astrónomo y comunicador científico en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie (MQ) con sede en Sydney, Australia. Es un reconocido experto en el estudio de cómo el gas se convierte en estrellas en galaxias cercanas y cómo esto afecta la evolución de las galaxias, particularmente el enriquecimiento químico. Dirige el programa «HI KOALA IFS Dwarf galaxy Survey» (Hi-KIDS), que utiliza el instrumento KOALA en el Telescopio Anglo-Australiano (AAT) de 3,9 m para diseccionar 100 galaxias enanas cercanas ricas en gas para comprender su historia y evolución. También brinda apoyo a los astrónomos visitantes del AAT. Es un miembro activo en grandes estudios de galaxias espectroscópicas y los próximos estudios de galaxias ópticas y de radio.
Tras recibir la licenciatura en Física Teórica en Granada en 2000 completó su Tesis Doctoral en Astrofísica en el prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC, España) en diciembre de 2006. Se trasladó a Australia en 2007, cuando se incorporó al CSIRO «Astronomy and Space Science» para trabajar en el «Local Volumen HI Survey ”(LVHIS), que realizó observaciones radio-interferométricas de galaxias ricas en gas en el Australian Telescope Compact Array. En 2011 se unió al Australian Astronomical Observatory (AAO) y a la Universidad de Macquarie combinando soporte de instrumentación telescópica, investigación, conferencias y divulgación. En mayo de 2023 fue incorporado como investigador académico a tiempo completo en la Escuela de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Macquarie.
Es el actual presidente de la asociación de Investigadores Españoles en Australia-Pacífico (SRAP, Spanish Researchers in Australia-Pacific), entidad de la que es miembro fundador, y participa activamente en RAICEX (Red de Asociaciones de Investigadores Españoles en el Extranjero) dentro de la comisión de comunicación y en diplomacia científica. Es el vicepresidente de la Agrupación Astronómica de Córdoba (AAC), representante de la Red Andaluza de Astronomía (RAdA) y miembro de la Unión Astronómica Internacional (IAU), la Sociedad Española de Astronomía (SEA) y la Australian Astronomical Society (ASA).
Es miembro de la comisión ProAm (relaciones entre astrofísicos profesionales y astrónomos aficionados) de la SEA, de la que fue coordinador entre 2016 y 2020, y participa activamente en poner en contacto el mundo de la astrofísica profesional y de la astronomía aficionado. Es un apasionado astrónomo aficionado que utiliza su propio equipo para capturar la belleza del Cosmos.
Fue el primer astrofísico español en tener un blog de divulgación astronómica («El Lobo Rayado», en 2003) y es miembro fundador de la red Naukas, donde tiene el blog «Universo Rayado» desde 2015.