Crees que no la escuchas, no le prestas atención mientras te concentras en cualquier otra tarea, pero aunque tu no sigas el ritmo tus pupilas lo hacen. En un reciente estudio, un equipo de neuro científicos reprodujo diversos patrones de percusión típicos de la música occidental, incluyendo ritmos típicos del rock y del pop, mientras le pedían a los voluntarios participantes que se concentrasen en el ordenador, para realizar tareas de respuesta rápida no relacionadas con lo que escuchaban. Por ejemplo les pedían que apretasen la barra espaciadora a la mayor velocidad posible en cuanto recibían una señal concreta en la pantalla.
Los participantes no habían sido informados, pero de tanto en tanto el ritmo musical que escuchaban omitía algún golpeteo de percusión (fuerte o débil) que rompía la cadencia de forma aleatoria. Mientras los voluntarios realizaban las prácticas del experimento, un escáner ocular medía las dilataciones de las pupilas a medida que la música sonaba.
¿El resultado? Pues que las pupilas parecían detectar el impacto rítmico ausente mostrando una dilatación, incluso aunque el participante no estuviese prestando ninguna atención a la música.
Las dilataciones más acusadas se daban cuando el impacto rítmico omitido se encontraba en lugares muy preminentes de la partitura (normalmente la primera percusión importante de un conjunto repetido de notas). Los resultados de este trabajo sugieren que los humanos podríamos contar con un sentido automático que mide jerárquicamente (en un patrón rítmico de percusiones fuertes y débiles) y gobierna nuestra expectativas musicales.
Como los autores de este estudio comentan en la revista Brain and Cognition (en un trabajo que se publicará en 2017): “Tal vez nuestros ojos estén revelando pistas de la importancia que la música y el ritmo tienen en nuestras vidas”.
Los resultados de este trabajo, realizado por Atser Damsma y Hedderik van Rijn (Departamento de psicología de la Universidad de Groningen en Países Bajos) acaban de publicarse en ScienceDirect.
Me enteré leyendo Science, donde aparece una de las pistas de audio, con notas ausentes, empleadas en el experimento.
Miguel A. Artime Menéndez (Avilés 1971). Estudió informática en la Universidad de Oviedo. En 2002 comienza a publicar traducciones en el germen de lo que luego sería Astroseti, web que con el tiempo se convertiría en la web astronómica más visitada en lengua hispana. En Astroseti coordina la sección del Instituto de Astrobiología de la NASA (NAI). En 2005 la agencia espacial estadounidense le invita (junto al creador de la web Emilio González) a San Francisco para la conferencia AbSciCon. Comienza su experiencia con los blogs abriendo una bitácora en Barrapunto en 2005. En noviembre de 2006 funda su blog Maikelnai’s Blog. En 2009 recibe en Sevilla el premio Bitácoras al mejor blog cultural. En junio de 2010 comienza a colaborar con Yahoo! abriendo el blog Cuadernos de Ciencia junto a Javier Peláez.